El convenio colectivo de del comercio textil de Barcelona finalmente se ha firmado. Ha costado más de dos años de negociación y movilización. Al final, a pesar de que las posiciones iniciales estaban muy alejadas, se ha llegado a un pacto, según ha comunicado UGT.
Justo al inicio de las conversaciones, la patronal, quizás confiada con el aumento de poder que suponía la reforma laboral de PP y CiU, planteó condiciones muy duras. Una era la ampliación de la jornada anual a 1.826 horas. La segunda, la congelación salarial durante la vigencia del convenio y el recorte salarial durante las bajas por incapacidad temporal.
A finales del acuerdo supone mantener el texto actual del convenio, aunque el sindicato puntualiza que se hace “con las adecuaciones pertinentes a la legalidad”. También se mantiene la jornada laboral anual que había hasta ahora.
En relación con los salarios, se ha decidido que el correspondiente a 2013 tenga un incremento del 0,5%. Para el 2014 aumentará una décima, hasta el 0,6% y para 2015, lo que se ha acordado un aumento del 0,6%, además de un incremento en función de la evolución del PIB. Así, si el PIB se sitúa entre el 0,1 y el 1%, el incremento complementario será del 0,6 %. Si el PIB es superior al 1%, el incremento será del 0,8%.
Otro punto que se ha decidido es mantener la percepción del salario integro en caso de incapacidad temporal. No obstante, también se han pactado medidas correctoras contra el absentismo laboral.
El convenio se ha podido salvar in extremis, porque su vigencia finalizaba el 31 de diciembre, lo que habría supone un grave perjuicio para las condiciones salariales y laborales de los trabajadores y trabajadoras del comercio textil. Esta rama de la producción agrupa muchas cadenas comerciales de marcas de renombre como Zara o Mango, sólo por citar dos con gran presencia en el mercado catalán.
Para desbloquear la negociación del convenio, los trabajadores del comercio del textil de Barcelona, junto con otras de sectores diversos realizaron el 23 de mayo una jornada reivindicativa con manifestaciones en la capital catalana. Llamó la atención en aquel momento la entrada de piquetes de trabajadores en las tiendas de moda de la zona del Paseo de Gracia, lo que en medio de la fiebre consumista del momento marcó un punto de tensión entre la gente que protestaba y los compradores.
El convenio colectivo de del comercio textil de Barcelona finalmente se ha firmado. Ha costado más de dos años de negociación y movilización. Al final, a pesar de que las posiciones iniciales estaban muy alejadas, se ha llegado a un pacto, según ha comunicado UGT.
Justo al inicio de las conversaciones, la patronal, quizás confiada con el aumento de poder que suponía la reforma laboral de PP y CiU, planteó condiciones muy duras. Una era la ampliación de la jornada anual a 1.826 horas. La segunda, la congelación salarial durante la vigencia del convenio y el recorte salarial durante las bajas por incapacidad temporal.