La multinacional Hewlett Packard (HP) suele hacer campañas internas y entre el gran público a favor de causas humanitarias. A mediados de junio enviaba un correo electrónico interno a sus empleados en favor de recaudar fondos con los que la Fundación Carreras pudiera comprar un aparato para mejorar el diagnóstico de la leucemia. La campaña, según la propia empresa, ha sido un éxito. ¡La gente es solidaria!
Unos días después, en el contexto de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de la filial de Outourcing de Zaragoza, se conocían los nombres de los despedidos, 187 sobre una plantilla total de 324. Entre estos estaba Aitor Iván de Pablo, un operador informático de 33 años, que estaba de baja fruto de una recaída de su linfoma.
Ante la situación, el sindicato CGT, según uno de sus representantes, se puso en contacto con la empresa: “pedimos, que por humanidad, no aplicaran el despido a esta persona, que pasaba por un trance importante”, explica un portavoz de la central.
La primera respuesta de HP fue admitir que estudiarían el caso, explican sus interlocutores. Pero al cabo de unos días y al ser requerida la empresa por segunda vez, se contestó que el ERE continuaba su camino y que no se podían detener sus efectos ni en el caso de situaciones como la de Aitor. Precisamente sacar el caso a la luz pública es una forma de intentar que las altas instancias de la multinacional puedan subsanar la situación.
A pesar de las gestiones, Aitor Iván de Pablo ha sido despedido. Hace aproximadamente una semana estaba sometido a un tratamiento de quimioterapia, que le dificultaba hablar. A pesar de ello se ha trasladado a Barcelona junto con algunos compañeros para hablar de su caso con la Fundación Carreras, entidad a la que de ninguna manera querría perjudicar.
Sus compañeros de CGT resaltan la contradicción que el asunto que afecta a Aitor representa para la empresa que, de cara al exterior, apuesta por fomentar la solidaridad con campañas favorables al tratamiento del cáncer y la posición concreta adoptada con Aitor. En este sentido reiteran su petición de que, por humanidad, revoquen la decisión que afecta al enfermo.
Aitor explica que se enteró de que lo habían incluido en la lista de despedidos mientras estaba de baja. De hecho había recaído aproximadamente una semana antes de que se conociera el desenlace del ERE.
La enfermedad de este trabajador era conocida por sus superiores. Había tenido hace dos años un primer brote que remitió, y que le supuso una baja de casi 9 meses. Y la segunda baja estaba motivada por el mismo problema.
Contra lo que era una leyenda urbana, las empresas casi siempre han podido despedir trabajadores que se encuentren en baja laboral. Pero ahora, con la reforma laboral, aprobada por el PP y CiU, esto se puede hacer incluso mucho más facilmente.
Un aspecto que hace más penosa la situación es que, una vez despedido, Aitor ha dejado de cobrar. En HP, cuando los trabajadores están de baja perciben casi el 100% de su salario. La parte más importante del sueldo la aporta la Seguridad Social y el resto la complementa la empresa, de acuerdo con el convenio. En situaciones como la del operador de Zaragoza y hasta que no se acoja al paro, cobraría sólo la parte correspondiente a la Seguridad Social, pero la tramitación de este asunto queda en manos de la compañía y, hasta el momento, no la ha realizado. Por lo tanto, todavía no puede cobrar el paro y tampoco percibe nada de la baja por enfermedad, afirma.
La situación kafkiana se agrava porque, el expediente que se hizo en Zaragoza no se fundamentó en aspectos económicos. Acogiéndose a la reforma laboral la multinacional argumentó el despido de dos tercios de la plantilla de Zaragoza en causas de reestructuración de departamentos.
Hewlett Packard gana dinero en España. La reestructuración realizada, que afectó al departamento de outsourcing de Zaragoza, tiene que ver con la estructura mundial del grupo, que puede dar estos servicios desde lugares donde la mano de obra resulta ahora más barata. Esto ocurrió también cuando el departamento se trasladó hasta España.
Sea como sea, y aunque ela situació de Aitor va de boca en boca, la solidaridad de los trabajadores de HP en la lucha contra el cáncer no se ha reducido. La misma empresa en un comunicado personalizado informaba este lunes que la campaña para recaudar fondos para comprar la conocida como máquina mágica, que debía llegar a los 38.500 euros, con el envío de SMS con el texto NOLEUCEMIA, el número 28027 con un coste de 1,2 euros por mensaje, ha superado con mucho la cifra inicial, y ya se situa los 57.000 euros, por lo que se podrán comprar otros aparatos que acelerarán los trabajos de investigación contra la enfermedad, máquinas que se ubicarán en el campus ICO-Germans Trias i Pujol, de Badalona.