El candidato que ganó en votos las elecciones, el socialista Salvador Illa, tiene decidido intentar la investidura y ha anunciado que hablará con todas las formaciones excepto con Vox. Pero antes de empezar ya se ha encontrado con un 'no' prácticamente decisivo, el de ERC, la segunda fuerza con la que ha empatado a 33 escaños. “Todo el mundo sabe que es imposible un Govern con el PSC, somos un partido antagónico”, ha expresado el líder republicano Oriol Junqueras, que el domingo ya dejó claro que aspiran a la presidencia.
Tras la noche electoral, tanto Junqueras como el candidato Pere Aragonès han insistido en el mismo mensaje en distintas entrevistas en radios y teles. La intención de este último es iniciar unas negociaciones para lograr su investidura con el apoyo de Junts, En Comú Podem y CUP. De hecho, ya se ha puesto en contacto con ellos para abordar las conversaciones en breve. “Deberíamos poder formar este Govern”, recalcaba el candidato, aunque sabe que los dos primeros se consideran incompatibles.
Esta será la prioridad de los republicanos, pero ¿qué pasaría si no logran un acuerdo ni siquiera con los independentistas de Junts y CUP? ¿Llegaría a aceptar una hipotética oferta del PSC para encabezar ellos un Govern? Preguntado sobre esta posibilidad, que por ahora no está sobre la mesa, Aragonès se ha ceñido a afirmar que “no saldrá mal” la negociación en el seno del independentismo.
Sobre estas conversaciones también se ha pronunciado Laura Borràs, de Junts, que aunque ha evitado confirmar si harán president a Aragonès, sí ha reconocido que le corresponde a él encabezar la negociación. “Somos obedientes con el mandato de las urnas. Tienen un escaño más, por lo tanto les corresponde afrontar la negociación”, ha expresado, pero ha dejado claro que no entrará en ningún acuerdo en el que estén los comuns.
Illa hablará con todos “excepto con Vox”
Illa sostiene que Catalunya necesita un cambio y argumenta que esas fuerzas independentistas fueron incapaces de ponerse de acuerdo hace unos meses para elegir un sustituto a Quim Torra por lo que apuesta por plantear su candidatura. Su intención es hablar con todos los partidos “excepto con Vox” para tantear los apoyos de cara a su investidura. La ronda con los líderes políticos la iniciará este mismo lunes por la tarde. “Plantearé mi propuesta de abrir una etapa sin reproches, sin preguntar a nadie qué ha hecho o qué ha dejado de hacer en estos últimos diez años, sino para abrir un tiempo nuevo en la política catalana”, ha expresado Illa.
No obstante, designarle es una prerrogativa que corresponde al presidente o presidenta del Parlament. “El presidente no está elegido”, ha dicho en una rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva del partido en la que ha planteado que los socialistas intentarán hacerse con ese puesto: “Vamos a lucharlo todo. Vamos a comportarnos como nos debemos comportar como el partido que ha ganado las elecciones”. Las fuerzas independentistas han ampliado la mayoría absoluta en escaños que tuvieron la anterior legislatura.
Entre las formaciones con las que establecerá contacto el vencedor de los comicios está ERC, el segundo partido este 14F, aunque Illa ha insistido en que las opciones de amnistía y autodeterminación que proponen los republicanos es “imposible”. “Son dos horizontes irrealizables para la política catalana que generarán más frustración”, ha dicho tajante. Illa ha rechazado dar su apoyo a Aragonès, y viceversa.
No habrá dimisiones en Ciudadanos
Los grandes derrotados del 14F, Ciudadanos, han insistido este lunes en achacar la debacle electoral a la baja participación que hubo en las elecciones autonómicas, informa Carmen Moraga. Sin hacer autocrítica, han adelantado que cuando se reúna de forma “urgente” la Ejecutiva de su partido este lunes no habrá dimisiones, ni de Inés Arrimadas ni de ningún otro dirigente de su partido.
“Voy a seguir adelante con este proyecto con el apoyo de mi partido si así me lo piden”, ha señalado en una entrevista en Onda Cero con Carlos Alsina en la que ha mantenido que “con dimisiones no se soluciona el problema”. Es más, ha sostenido que en estas “difíciles circunstancias” cree que han hecho “lo correcto” aunque ha admitido algunos errores como “no saber movilizar suficientemente al electorado constitucionalista”.