La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

Puigdemont rechaza “chantajes” después de que el voto CERA obligue a Sánchez a lograr el sí de Junts

El expresident de la Generalitat y eurodiputado de Junts Carles Puigdemont ha rechazado este sábado “presiones o chantajes políticos” para que su partido vote a favor de la investidura de Pedro Sánchez, y ha advertido a los partidos que pretendan realizarlos que “se ahorren el esfuerzo”.

A golpe de tuit, como viene haciendo casi a diario desde las elecciones del pasado domingo, Puigdemont se ha pronunciado sobre la nueva situación tras el recuento del voto exterior: ahora Junts debe votar 'sí' y no solo abstenerse si Sánchez quiere seguir en La Moncloa.  Una situación que complica la investidura de Sánchez, toda vez que Junts votó 'no' en 2019, y en la que también influirá la pugna entre ERC y Junts por el liderazgo independentista.

Junts no tiene prisa alguna para negociar la investidura y espera movimientos del PSOE. Las reflexiones de Puigdemont de este sábado confirman esta pausa de los neoconvergentes. Puigdemont ha tirado de ironía para presentar tuit, incluso desde su dedicatoria: “Cuatro apuntes para que haya quien se pueda hacer una ligera idea del efecto que puede causarme el hecho de que digan que si Junts no vota a Pedro Sánchez me caerá el mundo encima y erraré como alma en pena”.

En un largo tuit, Puigdemont ha valorado tanto el momento político actual como su situación personal después de que esta semana el juez Llarena haya rechazado acelerar su petición de extradición a Bélgica, país en el que el expresident lleva casi seis años tras el fracaso del procés en 2017.

Puigdemont ha repasado las “manipulaciones de la realidad” y las “campañas de difamación”, además de la colocación de dispositivos de vigilancia en su coche, las amenazas y la incrustación del programa espía Pegasus en los móviles de su entorno. “Han fabulado sobre mi salud mental sin respeto alguno [...] se han inventado que el grupo parlamentario de Junts desvió a Waterloo dinero destinado a la COVID, y nunca un juez español les ha parado los pies” se ha quejado el expresident.

“Tampoco le ha importado a ningún 'demócrata' español saber si todo eso era verdad o si toda la manipulación era una forma de fascismo por la que hacía falta preocupare. Porque si se trata de parar al fascismo, se tiene que hacer siempre, no a la carta”, ha ahondado Puigdemont, en referencia a los mensajes que desde varios partidos han mandado a Junts para que no una sus votos negativos a Sánchez a PP y Vox, un extremo que, según se desprende de su escrito, no preocupa al expresident.

Puigdemont ha recordado que tener la llave de investidura, como ahora le ocurre a Junts, “es circunstancial”. “Esto no puede llevarnos ni a las prisas ante el miedo a perderla, ni a la sobreactuación ante un poder que es inevitablemente efímero”, ha recetado el expresident, que ha recalcado que su objetivo es la resolución del conflicto entre Catalunya y el Estado.

ERC, Junts y el PSOE

Las negociaciones para la investidura no han empezado pero serán a varias bandas. ERC ha insistido este sábado en buscar una “unidad estratégica” con Junts ante una eventual investidura de Pedro Sánchez, un escenario para el que la portavoz republicana, Raquel Sans, no ha descartado ofrecer a sus antiguos socios independentistas volver al Govern.

Pese a que las conversaciones con el PSOE no han arrancado, ERC y Junts sí han mantenido algunos contactos preliminares. Las negociaciones entre independentistas las pilotarán los respectivos secretarios generales, Marta Rovira y Jordi Turull, quienes ya tuvieron un papel clave en evitar la ruptura entre los desacuerdos en los días previos al referéndum de 2017.

Con su movimiento hacia Junts para construir una posición común, ERC intenta que los de Puigdemont no salten de las conversaciones antes de empezar pese a que para el PSOE es inviable asumir la amnistía y la autodeterminación que reclaman los posconvergentes. 

Preguntada por si un pacto con Junts para la investidura de Sánchez podría suponer un eventual retorno de Junts al Govern, Sans ha respondido que “la voluntad de ERC es llegar a un entendimiento y todos los escenarios están abiertos”.

“Hay que ser lo máximo de discretos y respetuosos porque la unidad estratégica se tiene que construir fuera de los focos mediáticos”, ha insistido Sans. La portavoz de ERC ha recalcado que su partido trabajará para evitar un escenario de repetición electoral que, a su parecer, “no interesa a la ciudadanía de este país”.

“Sería muy complicado explicar a la gente que tiene necesidades del día a día que volvemos a ir a elecciones porque no nos hemos puesto de acuerdo”, ha apostillado, además de considerar que en las conversaciones “deben hacerse concesiones por todos lados”, y que deben basarse en la confianza y la discreción.

“Esta unidad estratégica se tiene que construir fuera de los focos mediáticos y analizando el margen de maniobra”, ha añadido Sans, y ha insistido en que sería complicado explicar a la ciudadanía una repetición electoral por no haber encontrado, ha dicho, este punto de encuentro.

Según Raquel Sans, las negociaciones para un posible investidura de Sánchez todavía no se han iniciado “formalmente”, aunque ERC ya ha avanzado cuáles son sus reclamaciones, que “pasan por la amnistía y el referéndum y la necesidad de cumplir todos los acuerdos”.

No obstante, ha añadido, para los republicanos también es “imprescindible” alcanzar acuerdos que permitan “dar atención a las necesidades más inmediatas de la gente” mientras se construye el “horizonte nacional”.