Entrevista

Eulàlia Reguant, portavoz de la CUP: “El Govern escucha más a la patronal de Foment del Treball que a nosotros”

Arturo Puente

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La CUP fue el primer y principal apoyo de Pere Aragonès para llegar a la presidencia pero, tras cien días de nuevo Govern, en la formación se han encendido las alarmas. La portavoz de la CUP en el Parlament, Eulàlia Reguant (Barcelona, 1979) considera que el Ejecutivo catalán está yendo en contra de lo que su partido pactó con ERC. “O no lo han leído con detenimiento o es que en el fondo no lo comparten”, afirma la diputada, que alude a cuestiones como la ampliación del Aeropuerto de El Prat, la candidatura de los Juegos Olímpicos, las palabras del conseller de Salut sobre la internalización de servicios o la mejora de las relaciones con el Gobierno central. Con estas cartas sobre la mesa, los anticapitalistas advierten de que en este momento están “lejos” de apoyar los presupuestos de la Generalitat y reclaman un giro que les permita aprobarlos.

La CUP ha mostrado distancia con el Govern durante todo el verano. ¿Qué ha pasado?

Nosotros llegamos a un acuerdo de investidura que marcaba un cambio de rumbo respecto de lo que habían sido los últimos tres años, tanto en políticas públicas como en hoja de ruta independentista. Lo que estamos viendo es que parece que ese marco de país el Govern no lo comparte. No sabemos qué marco de país plantean y por eso nos distanciamos. Ni ampliación del aeropuerto ni Juegos Olímpicos. La semana pasada el conseller (de Salud) Argimon decía que no habrá internalización del transporte sanitario. Por lo tanto, ni las políticas públicas responden al acuerdo ni hay una hoja de ruta clara, con una mesa de diálogo en la que no sabemos qué hará el Govern.

¿Creen que ERC ha roto el acuerdo que suscribió con ustedes? 

Si alguien lo ha roto es ERC, no nosotros. Lo que entendemos es que o bien no lo han leído con detenimiento, o que en el fondo no lo comparten, o que tras el acuerdo con Junts el nuestro ha quedado superado –a pesar de las palabras del president–. Aquí es donde ellos deberían explicar qué quieren hacer, pero la CUP tiene claro que el acuerdo de investidura se tenía que ir implementando y mejorando para que la legislatura salga adelante.

¿Qué cuestiones concretas les hacen pensar que se está incumpliendo el acuerdo?

El acuerdo tenía un marco de país y una parte de acuerdos programáticos. Y, viendo estos últimos, no hay de momento moratoria de las renovables ni parece que haya intención. Las palabras de Argimon ponen sobre la mesa que no hay internalización del 061 ni del transporte sanitario. No hay una apuesta clara por la Atención Primaria. En vivienda, todo lo que hemos visto es un grupo de trabajo intergubernamental, que es lo que se suele hacer cuando alguien no quiere hacer algo. Pero además en relación a la hoja de ruta independentista, el Acuerdo Nacional por la Autodeterminación y la Amnistía no se ha convocado ni tiene un marco claro. Y estamos a las puertas de la primera reunión de la mesa de diálogo, que si algún sentido tiene el Acuerdo es darle unas bases a la mesa para que el PSOE no juegue con ventaja política. 

El Govern acaba de cumplir 100 días. ¿Cree que ya se les puede exigirles todo esto? 

Lo que se puede pedir es que sienten las bases de esas propuestas. No sabemos cuándo tienen intención de tirarlas adelante. No han puesto sobre la mesa ningún plan de trabajo, calendarios, indicadores para analizarlo. Y, en paralelo, se afanan en enviar una carta al COI para la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno o en llegar a un acuerdo para ampliar el Aeropuerto del Prat, cuando ERC llevaba en su programa que eso no pasaría. Hay una serie de cosas que sí tienen tiempo de hacer en 100 días y otras que no, que son las centrales para que haya un giro de país.

La ampliación del aeropuerto depende principalmente del Consejo de Ministros. ¿Por qué cree que el Govern se puso en la foto del acuerdo?

El Govern tiene la necesidad de mostrarse dialogante y capaz de alcanzar acuerdos con el Gobierno central y no entendemos por qué. Una voluntad de estabilizar el Estado. Junts habla de generar inestabilidad pero luego el vicepresident Puigneró llega a este acuerdo del aeropuerto. Es una voluntad de marcar una etapa de calma y tranquilidad y abandonar una lógica de defensa de los derechos y la soberanía. Caen en la trampa del Gobierno de Sánchez de volver a la lógica del ladrillo por el ladrillo. No sabemos si es una apuesta del Govern o solo de una parte, pero sí sabemos que públicamente han defendido este acuerdo, que va en contra de la ley de cambio climático que aprobó el Parlament y que profundiza en un modelo económico agotado y superado.

Aragonès dice que el compromiso alcanzado es para la inversión, pero que el modelo se decidirá en Catalunya. 

¿Pero nos tenemos que creer seriamente a Aena? ¿Qué historia hemos vivido en este país? Parece que hayamos vivido dos historias distintas. Aena hará lo que considere y defender únicamente la gestión desde Catalunya no es garantía de cambio. Si lo que quieren es gestionar 1.700 millones busquemos otras vías. En el fondo este dinero es para Aena, no para que la Generalitat lo use a su conveniencia. 

Llegado a este punto, sobre el aeropuerto, ¿qué compromisos le piden al Govern en los próximos meses?

Negarse a que haya la ampliación. Que se planten. Que usen todas las vías posibles para avanzar en el cumplimiento de la ley de cambio climático y para que este país no siga abocado al monocultivo turístico que precariza a miles de trabajadores.

¿Se arrepienten de haber investido a Pere Aragonès?

No nos arrepentimos. Era lo que se tenía que hacer y nos basamos en los acuerdos. Había que investirle para apostar por un cambio para el país. Ahora es responsabilidad de quien no cumple o de quien tiene un marco de país para que eso funcione o no. Mirar atrás no nos lleva a ningún sitio y la solución de no investirle tampoco era buena para el país. 

¿Le han transmitido el Govern este malestar?

Les hemos ido explicando que las cosas no funcionaban como debían, que no se avanzaba en lo necesario. La sensación es de que no escuchan. Escuchan más a la patronal de Foment del Treball que a la CUP.

Y cuando les trasladan eso, ¿qué les dicen desde el Govern?

Que necesitan tiempo. Y que sí se cumple el acuerdo. Pero luego hay proyectos de renovables que se tiran adelante sin moratoria, sigue habiendo desahucios con antidisturbios, no se avanza en las internalizaciones en sanidad… Es que no se está avanzando. Hay una reunión de la mesa de diálogo en tres semanas en la que no sabemos quién va a ir por parte del Govern ni qué marco político tendrá más allá de la autodeterminación y la amnistía. El Acuerdo Nacional por la Autodeterminación y la Amnistía debería servir para presionar al Gobierno. Esta indefinición es preocupante.

Sería una mala noticia para el país que la CUP no pueda aprobar los Presupuestos

Después de todo esto deduzco que están lejos de aprobar los presupuestos.

Ahora mismo estamos lejos de aprobar estos presupuestos, sí. Pero estamos dispuestos a sentarnos y hablar de ellos porque creemos que es una muy mala noticia para el país que la CUP no pueda aprobar estos presupuestos, es lo peor que podría pasar. Pero los hechos son los que son y nos falta ver cuál es la propuesta que hace este Govern, en un marco de unos presupuestos que no serán expansivos, que no lo podrán ser por la situación social y económica que vive el país. Y unos presupuestos que deberían de introducir muchas de las cosas que tienen acordadas con nosotros, pero para que eso pase los departamentos deberían estar desarrollándolo, y ahora mismo no lo vemos.

Si se sientan a negociar, ¿es por qué sí tienen esperanzas en poder llegar a un acuerdo?

Estamos dispuestos a sentarnos porque creemos que sería una mala noticia para el país que no pudiéramos aprobar los presupuestos, porque querría decir que no se está avanzando en la línea que la gente merece. Pero hasta ahora no hemos visto los números de los presupuestos ni lo que hay detrás, por eso estamos dispuestos a sentarnos, para hacer valer los acuerdos a los que llegamos con ERC. 

Usted lo citaba antes, el conseller Argimon se mostró desvinculado del acuerdo ERC-CUP en una entrevista con elDiario.es. ¿Creen que pueden llegar a un acuerdo de presupuestos si Junts no asume algunos de sus acuerdos con ERC?

Ha de estar vinculado Junts, pero nosotros llegamos a un acuerdo con quien lidera este Govern y con quién preside la mesa del Consejo Ejecutivo. Y por tanto entendemos que vincula a todo el Govern. Si ellos tienen problemas de entendimiento, como hemos visto este verano, quizás quiere decir que tan diferente del Govern de Quim Torra no es el de Aragonès. 

Interior unificó su Gabinete Jurídico con el de Presidencia. ¿Cree que Interior ha cumplido con lo acordado en esa materia?

Faltaría que retirase las acusaciones particulares de muchos manifestantes. Pero juntar los gabinetes jurídicos es un paso. No es el único paso que debe hacer Interior, y por tanto, quedan cosas. Pero eso es curioso: quien ha avanzado en algunas cosas es el Departament de Interior, es con el que hemos sido capaces de hacer algunas cosas, aunque por el momento sean insuficientes, pero que van en la buena línea. 

El PSC ya ha mostrado dispuesto a negociar los presupuestos. ¿Ve a Aragonés y Puigneró aprobando los presupuestos con Illa?

Es una imagen que no quisiéramos ver, para nosotros sería mala noticia. Pero la lógica de los partidos del Govern es estabilizar al Gobierno de Pedro Sánchez y tener una 'pax romana' en el país y, si es para eso, puede tener sentido esta alianza con el PSC. Y a la inversa: en un momento donde parece que el Govern con la ampliación del aeropuerto se pliega más a los intereses de las élites catalanas y de la oligarquía española, tiene sentido que haya vasos comunicantes con otro gobierno que responde a los intereses del Ibex 35.

Un acuerdo así, que sumase los votos de ERC, PSC y Junts, ¿sería un punto de no retorno para la CUP en su relación con el Govern?

Deberíamos de analizarlo, no es un tema que nos hayamos planteado, pero es evidente que un gesto de este tipo marca un punto de inflexión y pone sobre la mesa que el Govern prioriza la gestión de las migajas a avanzar de manera clara a la recuperación de la soberanía y el ejercicio de la autodeterminación. Pero es un tema que analizaremos en el debate sobre los presupuestos.

¿Le parece compatible que ERC pacte en Catalunya los presupuestos con la CUP y en el Congreso lo haga con el PSOE?

ERC es capaz de eso y de más. A mi me parece un poco extraño y contradictorio, pero ellos sabrán. La pregunta es a cambio de qué aprobarán los presupuestos del Estado. ¿A cambio de la gestión de los fondos europeos? Ah no, que ya aprobaron los de 2020 a cambio de eso y aún no se gestionan desde Catalunya. ¿A cambio de la gestión del Ingreso Mínimo Vital? Ah no, que ya lo pactaron en 2020 y no se ha cumplido. Entonces, ¿a cambio de qué los aprobarán ahora?

La lógica de los partidos del Govern es estabilizar al Gobierno de Pedro Sánchez y tener una 'pax romana' en el país

El president Aragonés ha hablado de un nuevo referéndum antes de 2030. ¿Es una fecha que a la CUP le suena bien?

Yo le recordaría que en acuerdo de investidura plantea que en el marco de esta legislatura debe haber un nuevo embate democrático en forma de referéndum. En esta legislatura, no en la siguiente o en la otra.

No dan apoyo a la mesa de diálogo, pero sí pactaron darle un margen de dos años. ¿Este compromiso sigue en pie?

El acuerdo establecía que había dos años, pero también que habría una evaluación continua para ver si tenía o no sentido continuar con este esquema. Es decir, era un máximo de dos años, un periodo que además coincide con diversos elementos, como las elecciones previsibles en el Estado español y un posible cambio de Govern. Nosotros manifestamos que no creemos en esta mesa de diálogo, que no participamos y que no participaremos, porque entendemos que no se dan las condiciones para la resolución del conflicto, tal como ha dicho el Partido Socialista por activa y por pasiva.

Si Aragonès les convoca al Acuerdo Nacional por la Autodeterminación y la Amnistía, como fase preparatoria de la mesa de diálogo, ¿acudirán?

La CUP asistiría porque es una propuesta de la CUP en el debate de política general del año 2019. Es evidente que debe haber un marco político detrás, en este país hay un 70 o un 80% de gente que comparte que la resolución del conflicto pasa por la autodeterminación y que hace falta resolver políticamente la represión a través de la vía de la amnistía. Por eso creemos que el Acuerdo es una herramienta para que el Gobierno del Estado no juegue con ventaja y para visualizar que detrás de estas peticiones lo que hay es una gran amplía mayoría de la sociedad. Pero desde luego es un Acuerdo que debe ir más allá de la mesa de diálogo y debe servir para tener un plan A y un plan B para cuando la mesa de diálogo fracase.

Uno de los temas por lo que más les han criticado es por la moratoria de las renovables. ¿Es que la CUP no quiere nuevas renovables?

No, la CUP apuesta clarísimamente por una transición energética, por tanto, dejar de depender de combustibles fósiles y por hacer un cambio de paradigma en materia energética y por tanto por la soberanía energética. ¿Cuál es el problema? Que los grandes macroproyectos se hacen en zonas que ya están muy sobrecargadas, no por una cuestión paisajística sino desde el punto de vista de la soberanía alimentaria, y que detrás de ellos hay grandes empresas, por lo que acaban sirviendo para una transferencia de dinero público a manos privadas y para engrosar los beneficios de las energéticas. Por eso planteamos que los proyectos menores de 5 megavatios está bien que se hacen, pero que los más grandes deben responder a una planificación conjunta del país, y no irse haciendo según entran, sin planificación ni una apuesta concreta.

Hay una manifestación el día 11 de septiembre convocada por el ANC, a favor de la independencia, y otra el día 19, en contra de la ampliación de El Prat. ¿Cuál de las dos quisiera que tuviera más éxito?

Las dos. De verdad que las dos. El 11 de septiembre tiene que ser un clamor en la calle, pese a la pandemia, porque hay reunión de la mesa de diálogo, porque es el espacio de reivindicación del independentismo históricamente, tanto las manifestaciones de la ANC como las de la izquierda independentista que hace 40 años que convoca. Ha de salir bien el 11-S porque es necesario, pese a que la gente está cansada, agotada y harta. Y la del 19 de septiembre es el disparo de salida de una larga lucha que yo creo que se puede ganar, que es que el sentido común se apodere del Govern de la Generalitat y se plante, porque Aena y el Partido Socialista van en contra del sentido común cuando defienden una ampliación del Aeropuerto.