Difundir una noticia falsa no puede quedar impune. El fiscal contra los delitos de odio de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, pide dos años de cárcel a la primera tuitera acusada de difundir 'fake news' en España con el objetivo de generar “animadversión” contra los menores extranjeros no acompañados. El fiscal la acusa de un delito de odio con el agravante de difusión por Internet.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso elDiario.es, el fiscal expone que la mujer publicó en junio de 2019 un vídeo en su cuenta de Twitter de una pelea de un grupo de alumnos contra su profesora. Los jóvenes gritan y lanzan papeles a la profesora, además de tirar y tumbar mesas y sillas del aula entre gritos y risas de burla hacia la docente.
Pese a que la escena del vídeo sucedió en realidad en Brasil y nada tenía que ver con los menores extranjeros no acompañados, la acusada acompañó el vídeo de un texto contra los migrantes. “Mando vídeo de un centro educativo para emigrantes ilegales, mirad como agradecen nuestra acogida”.
Las discriminaciones que se suceden en las redes sociales mantienen en alerta al servicio contra los delitos de odio y discriminación de la Fiscalía de Barcelona. Dentro de éstos, en los últimos años se ha constatado un aumento de las 'fake news', noticias falsas que tienden deliberadamente a aprovechar incidentes de actualidad de fuerte impacto para trasladar a la audiencia prejuicios o intentar desprestigiar a algún colectivo, en muchas ocasiones acompañado de material audiovisual inveraz o tergiversado.
La Fiscalía entiende que se traspasó la línea del Código Penal al afectar la noticia falsa a un colectivo vulnerable como son los menores no acompañados. Resalta el fiscal que con la difusión del vídeo la acusada pretendía “asociar un comportamiento violento en las aulas con todos los menores no acompañados que vienen a nuestro país” mediante un “manifiesto desprecio a la verdad y de forma masiva e indiscriminada entre todos los potenciales usuarios de la red social Twitter”.
El objetivo, abunda el fiscal, fue “desprestigiar” a los menores y “contribuir a despertar, potenciar o aumentar entre la población prejuicios y estereotipos” contra el colectivo, con el riesgo de generar sentimientos de rechazo y animadversión social frente a ellos. La acusada en este caso fue condenada hace dos años por simulación de delito. Se trata de uno de los dos casos de investigaciones penales por 'fake news' que se siguen en juzgados catalanes. La otra causa también tiene como víctimas a los menores extranjeros.
Al margen de la pena de prisión de dos años, que es la máxima que puede pedir el fiscal por el delito contra los derechos fundamentales, el Ministerio Público reclama a la acusada una multa de 6.480 euros y su inhabilitación durante cinco años para ejercer de docente o monitora de deporte.
Coincidiendo con el primer estado de alarma, la Fiscalía identificó una decena de tipos penales en que se puede incurrir por la difusión de noticias falsas, siempre dependiendo del contenido o el grado de divulgación, que van desde delitos de odio, desórdenes públicos, injurias o calumnias hasta estafas y contra los consumidores.