Laura Borràs presentó al personal de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) a su amigo Isaías H. como la persona que podía realizar los trabajos informáticos de la institución que acabó recibiendo gracias a varios contratos a dedo. Así lo ha declarado este miércoles ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) Assumpta P., quien fuera responsable de gestión administrativa de la entidad cultural entre 2011 y 2016.
La sesión de este miércoles ha dejado a la líder de Junts contra las cuerdas. Los funcionarios de la ILC han avalado la segunda pata de la acusación de la Fiscalía, esta es, que Borràs tenía un acuerdo previo por los contratos con Isaías H. y que desoyó las advertencias para dejar de fraccionarlos. El Ministerio Público, que pide seis años de cárcel para Borràs, ya logró este martes acreditar la primera parte de su acusación, la relativa a la falsificación de presupuestos. Si todo ello cruza la línea del Código Penal y no es una mera irregularidad administrativa lo determinará el TSJC.
“Estas irregularidades en la ILC no me gustaban y no quería que se perpetuaran”, ha concluido gráficamente Assumpta P. su declaración, convertida en una sucesión de dardos contra la línea de defensa de la líder de Junts.
Primero Assumpta P. ha dicho que le extrañó que Isaías H. recibiera tantos contratos porque eran trabajos que podían hacer los informáticos del departamento de Cultura. Después ha avalado que era el propio Isaías H. quien presentaba tres presupuestos en nombre de otras empresas por trabajos que terminaba ganando él, una práctica que la funcionaria ha censurado: “No me gustaba lo que se hacía”.
“[Borràs] no dijo directamente ‘esto lo hará el señor Isaías’, pero dijo que él lo podía hacer, y nos lo vino a presentar al personal”, ha dicho Assumpta P. sobre lo que ocurrió antes de que le fueran otorgados a Isaías H. 18 contratos a dedo por valor de 335.700 euros. El informático recibió todos los contratos bien directamente a su nombre bien a través de cooperativas de las que era socio o bien a través de su amigo Andreu P., el tercer acusado.
“Estaba claro que todos los trabajos los hacía Isaías, porque estábamos adjudicando contratos diversos pero todos los trabajos los hacía Isaías, y eso sorprendía y lo sabía todo el mundo en la ILC”, ha aseverado la testigo a preguntas de la fiscal Teresa Duerto.
Ha llegado a detallar Assumpta P. su malestar porque Borràs le rebotaba cadenas de los correos que se escribía con Isaías donde hablaban de trabajo, pero desde sus cuentas personales: “Por los temas personales que se escriban por donde quieran, pero por cuestiones de trabajo quería que se me dirigieran a través del correo de la Generalitat”.
Assumpta P. también ha relatado todos los avisos que recibió Borràs (a los que, según su versión, la líder de Junts hizo caso omiso) para dejar de fraccionar contratos. “Le dije [a Borràs] que los contratos se tenían que gestionar como un negociado”, esto es, mediante un concurso público, ha expresado.
El aviso de la intervención
Assumpta P. y el segundo funcionario de la ILC en testificar, Roger E., no fueron los únicos en avisar a Borràs de que estaba troceando demasiados contratos. La Intervención de la Generalitat recordó a Borràs, tras analizar las adjudicaciones a Isaías H., que los contratos a dedo “no se pueden fraccionar” con el objetivo de disminuir su cuantía y no rebasar el límite de 18.000 euros que obligaba a realizar un concurso público.
Recomendó la Intervención una “mayor planificación” de la contratación de los distintos servicios de la ILC para llevar a cabo “contrataciones agregadas” ante el riesgo de incumplir la normativa de fraccionamiento de contratos.
Assumpta P. y Roger E. han ratificado que Borràs se reunió con dos interventoras que la advirtieron personalmente de la necesidad de sacar a concurso público los contratos que hasta entonces adjudicaba a dedo. “En la reunión las interventoras le dijeron que podía estar infringiendo el marco legal”, ha zanjado la funcionaria de la ILC.
Es más, ambos funcionarios incluso han recordado que empezaron a redactar un protocolo para cambiar los sistemas de contratación, pero que Borràs lo descartó.
Por su lado, Roger E., quien, se salvó de ir a juicio a cambio de proporcionar munición de última hora contra Borràs, ha ratificado ante el tribunal los audios en los que la líder de Junts le pidió que la avisara si los Mossos volvían a registrar la sede de la ILC y documentos inéditos hasta entonces que comprometen la defensa de la líder de Junts.
El funcionario facilitó a la Justicia la respuesta de la líder de Junts, quien transmitió su “sorpresa” a las interventoras por el contenido del informe que censuraba los contratos a dedo por los que este miércoles ha quedado contra las cuerdas.
Los Mossos y los correos
Por la tarde ha sido el turno de los primeros agentes de los Mossos d'Esquadra en testificar. Las sucesivas preguntas de la fiscal y del abogado de Borràs, Gonzalo Boye, a los mossos sobre detalles de la investigación han colmado la paciencia del tribunal. “Aquí no se está investigando la actuación policial”, ha advertido el presidente del TSJC, Jesús María Barrientos.
Tanto acusación como defensa han marcado en corto a los agentes para intentar avalar sus respectivas tesis sobres los correos electrónicos incriminatorios contra Borràs, una de las pruebas claves del caso. Para la Fiscalía, los correos son plenamente legales, pero para la defensa deben anularse porque se obtuvieron sin orden judicial concreta que lo habilitara y se rompió su cadena de custodia.
El jefe de la investigación ha explicado que obtuvieron los correos electrónicos de Isaías H. en el marco de unas pesquisas contra el informático por tráfico de drogas y ya ratificado lo que el acusado explicó el lunes, esto es, que él mismo les ofreció acceder a su correo durante el registro.
La defensa ha insistido en que el auto no autorizaba a los agentes a acceder al correo, si bien el mosso ha replicado que la autorización judicial para acceder a la relación entre Isaías H. y la ILC “en soporte físico, electrónico o de cualquier otra índole” ya englobaba el correo electrónico.
Otro de los agentes ha explicado que durante el mismo registro buscaron en el correo electrónico del informático palabras clave de su relación con la ILC, entre las que se encontraban como criterios de búsqueda “Borràs” y “Laura Borràs”. Toda la información obtenida, ha agregado el agente, se protegió en tres discos duros, pero una parte de la información de éstos, ya seleccionada por su relevancia para la investigación, se copió en un 'pendrive'“.