La consellera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, cree que es hora de poner sobre la mesa la posibilidad de reabrir los bares y restaurantes en el horario de tarde-noche para poder ofrecer cenas. En una entrevista a 'Radio 4 y La 2', Budó ha defendido que “ahora ya es momento de dar aire a la gente y a los negocios”. Según la portavoz del Ejecutivo, en los próximos 15 días se debe planificar la desescalada y el horario de la restauración es uno de los temas a tratar. Esto podría conllevar alargar el toque de queda hasta las 23 horas para poder cenar fuera de casa. Budó da por hecho que en 15 días no decaerá la movilidad entre comarcas “si no hay un descalabro”, pero descarta que se pueda poner en marcha el ocio nocturno.
Budó afirmó que poder salir a cenar fuera de casa es una de las medidas que se deben empezar a poner sobre la mesa después de una tendencia a la baja lenta pero que considera “muy consolidada” de la incidencia . Y da de margen los próximos 15 días de vigencia de las normas que entran en vigor este lunes para planificar de qué manera se puede avanzar en la desescalada. Así pues, con el horizonte del 29 de marzo, justo al inicio de la Semana Santa, Budó plantea valorar medidas como alargar el horario de la restauración y, de paso, que el toque de queda sea a las 23 horas, una hora más de lo que es actualmente.
Preguntada por si dentro de 15 días se prorrogará la situación que entra en vigor hoy de movilidad entre comarcas, Budó da por hecho que será así “si no hay un descalabro o se dispara una cuarta ola”. Y ha añadido que se trata de una medida pensada para no dar pasos atrás. En cambio, la portavoz del Govern cree que no estará sobre la mesa la posibilidad de reabrir el sector del ocio nocturno. En estos caso, Budó cree que, cuando llegue el momento, hay que trabajar “de qué manera” se podrá retomar este sector. Y ha apuntado a la posibilidad de que la población tenga que hacer algún tipo de test para asistir a ciertos espectáculos.
Salud rebajó el optimismo
Los datos de contagios mejoran semana a semana, aunque el Departamento de Salud se mantiene en alerta. Temen que no solo se ralentice la caída, como ya ha ocurrido en algún momento, sino que se empiecen a notar repuntes debido al levantamiento de las restricciones. En este sentido, la consellera Alba Vergés se mostró este fin de semana mucho más prudente a la hora de valorar un nuevo relajamiento de las medidas de cara a Semana Santa.
Al pedirle en Rac1 por la apertura de la restauración en horario nocturno, después de que el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, dijera que él sería partidario de abrir, Vergés indicó que hay que ir “paso a paso” y ser “prudentes”. De hecho, remarcó que el propio Argimon hablaba concretamente de ir a cenar con su burbuja de convivenci. Sobre el toque de queda, indicó que se deberá analizar la situación de la pandemia para ver si se puede levantar o no. De momento está aplicado hasta el 9 de mayo, cuando termina el estado de alarma
Vergés argumentó que si ahora se ha decidido abrir con algunas condiciones el confinamiento comarcal es porque la sociedad “lo necesita, necesita poder tener un mínimo movimiento, que puede volver a recuperar alguna visita, siempre con mucha precaución”. Aseguró que las decisiones se han tomado porque los datos son “muy buenos” a pesar de la tensión del sistema sanitario, no para salvar la Semana Santa.