El accidente en la petroquímica de Tarragona en el que murieron tres personas no se puede calificar como un hecho “imprevisible”. Así lo considera el Departament de Treball de la Generalitat tras analizar la documentación aportada por la empresa y un informe de Inspección de Trabajo.
La conclusión del Govern llega tras el intento de la compañía IQOXE de calificar el siniestro como “fuerza mayor” para justificar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de un año que afectaba a 107 trabajadores en la fábrica de La Canonja y en las oficinas que la empresa tiene en El Prat de Llobregat.
Según el Departament de Treball, no existió la “fuerza mayor” alegada por la compañía y tampoco ha quedado acreditado que el accidente tuviera un “efecto paralizante de la actividad laboral”.
La conselleria hace suyos los argumentos de la inspección laboral y señala que las causas de la explosión todavía no se han determinado y que es “precipitado” afirmar que el accidente no se pudo prever. A su vez, afirma que todos los trabajadores de IQOXE están a día de hoy “ocupados en la reactivación de la empresa”.
La resolución del Govern llega un día después de la huelga convocada en el complejo petroquímico de Tarragona, que según los sindicatos tuvo un seguimiento del 100%. Los trabajadores del complejo pararon el miércoles para exigir una mejora en las medidas de seguridad en las empresas de este sector en el Camp de Tarragona.