El aplazamiento de las elecciones catalanas, fijadas para el próximo 14F, está sobre la mesa. Las autoridades sanitarias del Departamento de Salut expusieron este lunes ante los partidos unas duras previsiones que alertaban de que la presión asistencial sería máxima a mediados de febrero, datos que apuntaban en la dirección de un posible aplazamiento. La última palabra la tiene el Govern, que escuchará la posición de los partidos en la reunión del próximo viernes. Eso sí, el Ejecutivo se ha comprometido este lunes a que la decisión que se tome este viernes será definitiva y se mantendrá, una de las exigencias que había hecho los partidos en el foto conjunto.
“Este viernes se definirá el escenario electoral con todos los datos sanitarios para poder ver cuál es la tendencia y poder tomar la decisión definitiva que toque”, ha explicado la consellera portavoz, Meritxell Budó, que ha asegurado que el Govern actuará en relación con los datos epidemiológicos y atendiendo a las condiciones sanitarias. La portavoz ha recordado que los datos de la evolución de la pandemia son cambiantes pero que, con las proyecciones del Departamento, no cree que en un mes las cosas estén mejor que en la actualidad.
Budó ha indicado además que el Govern escuchará y tendrá en cuenta a los partidos, que se posicionarán después de escuchar todos los datos epidemiológicos y también el trabajo que se ha hecho desde la dirección de Procesos Electorales para organizar una votación segura. Por esta razón, el Ejecutivo catalán desearía que hubiera consenso entre todos los partidos presentes en la mesa de los grupos políticos. “Pero si no hay consenso entre los partidos, la decisión última le corresponde al Govern, como ya pasó en el País Vasco y Galicia”, ha apuntado la portavoz.
Este lunes el Departament de Salut expuso ante los partidos dos posibles escenarios epidemiológicos para las próximas semanas y en los días en los que debería celebrarse la campaña electoral. En concreto, la previsión más favorable calculaba que en torno al 14 de febrero, día de las elecciones, se produzcan en Catalunya unos 3.000 casos diarios y que en la UCI haya 610 pacientes, es decir, un número un 30% más alto que el actual. El segundo escenario, más grave, estima que los contagios legasen a los 5.000 casos diarios en un mes, con 840 pacientes en las UCI, casi el doble que ahora, el día de las elecciones.
También los expertos independientes han mostrado su preocupación por la celebración de las elecciones. Epidemiólogos y expertos sanitarios ven en la jornada electoral un riesgo de interacciones sociales que podría hacer crecer todavía más los contagio, lo que ha llevado a algunos a recomendar que se aplacen los comicios. Otros piden esperar todavía un poco más para ver cómo evolucionan los datos, mientras que los hay que consideran que se pueden mantener, aunque piden a la Generalitat extremar las medidas para evitar aglomeraciones y muestran sus dudas sobre la posibilidad de que las personas contagiadas puedan votar presencialmente al final de la jornada.
La decisión final sobre el eventual aplazamiento electoral deberá tomarse el viernes o, como mucho, a lo largo del fin de semana, ya que el decreto de aplazamiento debería firmarse tras una reunión extraordinaria del Govern. El decreto podría firmarse este mismo viernes si la decisión de los partidos es inequívoca en la reunión conjunta. El Govern ya ha avisado de que no acudirá a la mesa en la que se encuentran las formaciones con una propuesta concreta, porque el Ejecutivo no tiene una posición previa consensuada, sino que prioriza que la decisión se tome conjuntamente y como fruto del trabajo de la mesa.
Con todo, algunos partidos ya han mostrado reticencias al aplazamiento. En concreto, el PSC ha sido la formación que más claramente ha rechazado un aplazamiento de las elecciones, por boca de su primer secretario, Miquel Iceta. El líder socialista ha considerado en una entrevista en TV3 que no tendría sentido “abrir las escuelas y cerrar los colegios electorales”, además de apuntar que el Govern está haciendo el trabajo necesario para garantizar que el 14F se pueda votar. En la reunión de este lunes, el PSC ya anunció al resto de formaciones que podría recurrir un aplazamiento electoral si esta vía se acababa imponiendo.