El Govern catalán ha nombrado este lunes a Lluís Salvadó (ERC) como nuevo presidente del Port de Barcelona, en sustitución de Damià Calvet (Junts). Salvadó, diputado de ERC y vicesecretario de coordinación interna del partido, dirigirá el ente a la espera de su juicio por malversación por el 1-O.
Salvadó fue secretario de Hacienda durante la organización del 1-O y ha sido considerado uno de sus principales arquitectos junto a Josep Maria Jové cuando ambos estaban en la conselleria de Economía, comandada en ese momento por Oriol Junqueras.
Recientemente el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) abrió juicio oral contra ambos en un proceso por presunta malversación, prevaricación, falsedad documental y desobediencia. La fecha del juicio no se ha concretado todavía. Salvadó ha descartado que su nueva labor se vea afectada por el calendario judicial que tiene abierto. “Estamos convencidos de que las acusaciones acabarán cayendo. No trabajo con ningún calendario”, ha apuntado este lunes durante su presentación. Por otro lado, ha destacado que este martes tiene previsto renunciar a su escaño en el Parlamento de Catalunya.
Salvadó, que percibirá 115.000 euros anuales por su nuevo cargo en esta empresa pública, ha asumido la dirección afirmando que apuesta por dar “continuidad” a los proyectos actuales.
El nuevo presidente también se ha posicionado sobre los cruceros, un modelo turístico cuestionado por la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau. “Obviamente, el Puerto de Barcelona tiene que hacer su política. Los cruceros son un proyecto estratégico para el país y como en todo se tiene que encontrar un punto de equilibrio”, ha afirmado antes pedir “diálogo” y “consenso”. “Se tiene que encontrar la manera para que todo el mundo se sienta cómodo, especialmente el Ayuntamiento de Barcelona”, ha resumido.