Los Mossos d'Esquadra han hallado restos de ADN de la menor violada la madrugada del pasado 1 de noviembre en Igualada (Barcelona) en el domicilio del detenido, según ha confirmado el comisario jefe de la policía catalana, Josep Maria Estela.
En una entrevista en RAC-1, Estela ha expresado su “satisfacción enorme” por el hallazgo de ADN, lo que supone un avance clave en la investigación que los Mossos han llevado a cabo durante cinco meses y que culminó con la detención el pasado jueves del sospechoso de la agresión, un joven de 21 años residente en Igualada. El juez, que imputa al detenido los delitos de agresión sexual y asesinato en grado de tentativa, envió el pasado sábado a prisión provisional al joven.
Los Mossos d'Esquadra, tras cinco meses de compleja investigación, detuvieron la madrugada del pasado jueves al sospechoso, del que registraron también su domicilio en el centro de Igualada durante más de seis horas.
Los investigadores prácticamente partían de cero: la víctima apenas recordaba nada debido a las lesiones múltiples que le infligió su agresor, no solo de carácter sexual, sino también fruto de los golpes con una barra metálica.
La Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d'Esquadra, adscrita a División de Investigación Criminal, visionó el contenido de las cámaras de seguridad de los alrededores de la discoteca Epic en la que estuvo la joven con unas amigas y del polígono Les Comes, donde un camionero la encontró inconsciente, con un fuerte traumatismo craneoencefálico, tras la agresión sexual.
Agentes de la Unidad de Central de Agresiones Sexuales, que durante todos estos meses han permanecido en permanente contacto con la víctima y su familia, acudieron a primera hora del jueves al domicilio de la chica para avisarla en persona de que iban a detener al sospechoso. Es uno de los objetivos de la UCAS, unidad policial creada con la doble misión de llevar a cabo las investigaciones sobre este tipo de agresiones y, a la vez, acompañar a las víctimas en este complejo proceso a menudo dado a las revictimizaciones.
Tras la agresión sexual, la chica permaneció más de un mes hospitalizada tras sufrir un grave traumatismo craneoencefálico, con pérdida de audición en un oído, y varios desgarros internos que le han dejado importantes secuelas. Después de más de cinco intervenciones quirúrgicas, la menor sigue en tratamiento médico, hasta el punto de que hace pocos días tuvo que ser ingresada de nuevo en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona por las secuelas de las lesiones que sufrió durante la agresión sexual.