Illa marca distancias con Aragonès y le reitera que no habrá presupuestos si no acepta todas sus propuestas

Arturo Puente

25 de enero de 2023 12:44 h

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El frío gélido de la calle se ha colado este miércoles en el Parlament durante el intercambio de palabras que han tenido el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el jefe de la oposición, Salvador Illa. Por si alguien creía que el acuerdo de presupuestos podía ser inminente, el socialista se ha encargado de desmentirlo, exhibiendo distancia y reiterando que no aprobará las cuentas si el Govern no acepta íntegro el documento que el PSC le remitió. “Ya sabe nuestra posición. Hicimos una propuesta de mínimos el 29 de diciembre, si usted no suscribe esta propuesta, es su responsabilidad buscar otros apoyos”, le ha apuntado.

El Govern lleva todo el mes de enero ejerciendo toda la presión posible sobre los socialistas para que desencallen el proyecto de presupuestos. Aragonès lo ha intentado a base de reuniones con sindicatos y empresarios, con advertencias en dirección a la Moncloa y con peticiones públicas directas a los socialistas catalanes. “Tenemos el presupuesto a punto, si nos ponemos y si ponemos por delante los intereses del país podemos tener unos presupuestos que serán buenos para la ciudadanía y los servicios públicos de Catalunya”, le ha reclamado Aragonès hoy, exhibiendo un documento con el borrador del proyecto económico.

Pero Salvador Illa ha dado muestras de que nada de lo anterior le ha ablandado y de que continúa en la misma posición con la que terminó el año pasado. Para gobernar “es necesario tener apoyo parlamentario suficiente, si puede ser estable, y el apoyo de una formación política, de un partido sólido”, ha instruido el socialista al president. “En la primera sesión de control de un año que comienza con demasiadas incertidumbres no quiero ser demasiado duro, pero yo creo que usted no cuenta con estas tres cosas”, ha rematado.

Durante la sesión de control, el líder socialista aún ha tenido tiempo de dejar un recado en clave a Aragonès, cuando le ha dicho: “El presupuesto se tramita, discute y decide en el Parlament de Catalunya. Hablar en nombre de otros siempre es arriesgado. En ocasiones vale más hablar de menos que de más”. Un mensaje con el que afeaba al jefe del Govern haber intentado tratar sobre los presupuestos con Pedro Sánchez, advirtiéndole de que la posición de ERC en el Congreso podría cambiar si no había presupuestos en Catalunya, algo que ha sentado mal en el PSC, que entienden que se les ningunea.

A esto mismo se ha agarrado Junts para criticar al Govern. En su turno de palabra, Albert Batet ha tachado a Aragonès de “sucursalista” por buscar el apoyo de Sánchez para las cuentas. “Ha cerrado el debate interno de Junts sobre la salida del Govern”, le ha dicho. “Nos han puesto de acuerdo porque no son de fiar, no cumplen los acuerdos y no gobiernan por el conjunto del país”, le ha dicho. Aragonès ha contraatacado asegurando que continúan “en el camino de la fuga de las responsabilidades que emprendieron cuando salieron del Govern” y les ha invitado a negociar las cuentas.

Solo En Comú Podem ha supuesto una tabla de salvación para Aragonès, como grupo con el que ya han alcanzado un acuerdo para las cuentas. El president ha agradecido a Jéssica Albiach la negociación, mientras ésta le ha pedido un mayor compromiso para dar respuesta a los colectivos laborales en huelga. Pese al acuerdo que su grupo a suscrito, la líder de los comuns ha reclamado también que el Govern acelere y apruebe ya la partida en salud mediante un decreto ley.

Constatada la falta de sintonía con socialistas y Junts, Aragonès no ha podido hacer mucho más que cantar las virtudes del proyecto de presupuestos que amenaza con quedarse en un cajón. Según ha defendido, para el Govern sería clave tener presupuestos para dar una “mejor respuesta” a las reivindicaciones que están haciendo esta semana los colectivos en huelga, la mayoría vinculados a la Generalitat, como los sanitarios y profesores. “El presupuesto prevé un incremento de gasto del 10,7%, el más alto en 17 años. Si ponemos en una balanza las necesidades y la oportunidad para responder con el presupuesto, la respuesta es clara. Es necesario un acuerdo que nos permita servir mejor a la ciudadanía”, ha añadido.