Illa muestra su “apoyo pleno” a la cúpula de los Mossos en plena crisis por la huida de Puigdemont

Arturo Puente

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El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha visitado este miércoles el complejo Egara, sede de las instalaciones centrales de los Mossos d'Esquadra, desde donde ha trasladado a la policía catalana su pleno “apoyo y reconocimiento”. El jefe del Govern ha elegido a la policía catalana para su primera visita oficial, acompañado de la consellera Núria Parlon, en plena crisis por la fuga de Carles Puigdemont, el jueves pasado, que supuso un momento de gran tensión para el cuerpo policial por haber fallado en la detención del expresident.

“Quiero mostrar mi apoyo y el de todo el Govern a la policía de Catalunya. Los 18.000 mossos son servidores públicos y tienen todo el reconocimiento del Govern”, ha asegurado Salvador Illa, tras verse con los mandos y los principales sindicatos policiales.

El discurso del nuevo jefe del Ejecutivo pretende actuar como bálsamo y resaltar ante la policía catalana que el Govern recién llegado no desea abrir ninguna brecha con el cuerpo ni dentro del cuerpo, sino pacificarlo. En este sentido, Illa ha reclamado forjar una “confianza recíproca” entre el cuerpo policial y el Ejecutivo que, en su caso, ha prometido por alejar a los Mossos de la “confrontación política”.

Illa ha promovido este encuentro con la cúpula de los Mossos junto a la consellera de Interior y Seguridad, pero antes de hacer ningún otro nombramiento, que se espera que lleguen a partir del próximo 27 de agosto, fecha en la que se celebrará el segundo Consell Executiu. El president ya anunció en campaña electoral que tenía previsto colocar a Josep Lluís Trapero en la dirección general de los Mossos, lo que supone que un uniformado llegará por primera vez a la estructura política de Interior.

“Hemos querido escuchar las necesidades e inquietudes de los Mossos antes de tomar las decisiones que correspondan”, ha asegurado el president en referencia a los cambios que se dan por descontados no solo en la estructura política, sino también en la jerarquía de la policía catalana.

Aunque aún no ha sido confirmado, fuentes del Govern dan por hecho que Trapero será nombrado a la vuelta del verano y, con él, se espera una remodelación también en la cúpula operativa del cuerpo, ahora liderada por Eduard Sallent. Si el comisario en jefe albergaba alguna esperanza de continuar en su puesto tras la llegada de Illa, estas se desvanecieron con la entrada y salida fugaz de Puigdemont de Catalunya, cuando todas las miradas se centraron en él por un operativo que no estaba pensando para la detención del líder de Junts sino para una entrega voluntaria.

En una comparecencia en la que no ha admitido preguntas, Salvador Illa ha asegurado que su gobierno tiene previsto iniciar “una nueva etapa en la forma de afrontar la seguridad ciudadana”. “Tenemos una buena policía pero siempre se pueden hacer las cosas mejor, ha advertido, tras lo cual ha asegurado que lo que le reclaman los agentes, a través de los sindicatos, es que la policía ”pueda hacer su trabajo en las mejores condiciones, con rigor y un clima sereno“.

La visita de Salvador Illa se produce un día después de que se conociera que el informe enviado por el Ministerio del Interior al juez Llarena sobre los fallos que permitieron la fuga de Puigdemont cargaban todas las responsabilidades sobre la policía catalana. Según apuntó el Ministerio al Tribunal Supremo, los Mossos actuaban como fuerza integral en Catalunya y, además, rechazaron el apoyo que se les ofreció desde Interior. Por el momento se desconoce si los Mossos han enviado al Supremo el informe que también se les requirió sobre los mismos hechos.