AUDIO

Insultos racistas de varios agentes de los Mossos en la detención de un joven: “Negro de mierda, hijo de puta”

“Negro de mierda, hijo de la gran puta”, “racista no, lo siguiente”, “eres un mono”... Estos fueron algunos de los insultos que recibió Wubi, un joven de 21 años, por parte de los seis agentes de los Mossos d’Esquadra que lo detuvieron el 10 de enero de 2019. Así se desprende del audio que grabó el propio arrestado con su móvil, que acompaña a esta información y que ha avanzado La Directa, en el que se escuchan también repetidos golpes y amenazas.

La actuación policial, que investiga el juzgado de instrucción 5 de Manresa, tuvo lugar en la localidad de Sant Feliu Sasserra. Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), los seis mossos investigados fueron citados ante el juez como imputados por un delito de lesiones y otro contra la integridad moral en octubre de 2019 y se acogieron a su derecho a no declarar. La causa sigue abierta pendiente de practicar más diligencias.

Por su lado, la conselleria de Interior ha informado que el conseller, Miquel Buch, y el director general de la policía, Pere Ferrer, han acordado cambiar de destino a los seis agentes. Un portavoz de la conselleria ha declinado precisar si el cambio de destino implica también que dejen de trabajar en la calle y pasen a acometer tareas administrativas.

El cambio de destino, que no contempla ninguna suspensión de empleo ni de sueldo, llega más un año después de los hechos y solo después que SOS Racismo desvelara la agresión racista. Interior ha indicado que mientras esté en curso la investigación judicial el expediente disciplinario contra los agentes queda en suspenso, pese a que el reglamento de régimen disciplinario de los Mossos indica que la apertura de la causa penal “no impide” la instrucción por los mismos hechos de un expediente disciplinario y la adopción de medias cautelares internas.

El portavoz de Interior consultado ha atribuido a la publicación del audio el cambio de destino de los agentes, ya que hasta ahora seguían en sus mismas funciones. Un responsable de la comisaría de relaciones institucionales, prevención y mediación sí se reunió con la familia de la víctima tras la agresión.

En una decisión inusual, la conselleria ha desvelado el nombre y apellidos de la víctima en el comunicado enviado a los medios sobre el caso así como en las redes sociales oficiales de Interior. Por contra, en el vídeo en que expone su denuncia, el joven solo da a conocer su nombre de pila. Preguntado por el motivo que ha llevado a la conselleria a desvelar el nombre y apellidos de la víctima, un portavoz de Interior ha indicado: “No creo que haya ningún problema”. A media tarde Interior ha borrado sus tuits y ha emitido un nuevo comunicado con solo las iniciales de la víctima.

Según el relato de Wubi hecho público por SOS Racisme, que se hizo cargo de su caso, él salía de su casa cuando los agentes estaban llevando a cabo un desalojo en su edificio. Al verle, le pidieron la documentación, se burlaron de él y le lanzaron bolsas de basura, a lo que Wubi salió corriendo.

Después, según explica el joven, llamó a los vecinos del piso ocupado, en el que ya estaban los mossos. Un agente cogió el teléfono para hablar con él y le exigió que volviese bajo amenaza de ponerle una “orden de busca y captura”, a lo que Wubi decidió hacerle caso. Aunque esta vez encendió la grabadora del móvil por si acaso.

Lo primero que escucha en el audio es a Wubi repitiendo “por favor, no me hagan nada” a los agentes y justificándose por haber salido corriendo en el encuentro previo. “Tira para abajo, ahora no te vas a ir corriendo, delante de la policía no se corre”, le dice un agente. Según el joven, le conducen entonces al parking del inmueble. Y acto seguido se escuchan forcejeos, golpes y los gritos de Wubi: “¡Me están pegando, que no he hecho nada! ¡Te lo juro!”.

A medida que el audio avanza, suben también de tono los insultos y amenazas de los policías. “Ahí quieto te quedas”, “te arranco la cabeza, te queda claro?”, le dice uno de los agentes. Entre gritos, Wubi replica: “¿Por qué sois así? Sois unos racistas, te lo digo. ¿Es porque soy negro, ¿no?”. Y le contesta un agente: “Somos ordenados”.

Las amenazas prosiguen al tiempo que Wubi les dice que le hacen daño y que le están “estrangulando”. “Mírame a los ojos, ¿has visto alguna vez el demonio tan cerca? Es lo más cerca que lo vas a ver”, le dice un agente. “Eres un mono”, “el otro día que toques a uno de los míos te hundo la cara”, “negro de mierda”, “corre, ahora, me cago en tu puta madre”, “¿qué te pensabas, que te iba a salir gratis correr?”, le van soltando los agentes mientras se siguen oyendo forcejeos y quejas de Wubi, al que le que suba al coche patrulla.

Ante las quejas de racismo policial, un agente le espeta: “Racista no, lo siguiente. La próxima vez que vas a la policía, tontolaba, corre, pero intenta irte muy lejos, más lejos de África a lo mejor, ¿te ha quedado claro?”. “Soy racista, mucho, pero si fueras blanco te hubiera pegado igual de fuerte o más”, le dice el mismo policía. Uno de los agentes hace referencia también a haberle disparado “una bala”.

El audio sigue varios minutos más mientras le trasladan en coche a comisaría. Desde allí, según SOS Racisme, fue trasladado al Centro Hospitalario Sant Joan de Déu de Manresa, donde le hicieron pruebas médicas y radiografías “en presencia de los agentes”. Luego le pusieron a disposición judicial por un presunto delito contra la salud pública, pero el caso fue archivado.

En paralelo, SOS Racisme detalla que la familia decidió denunciar las agresiones y vejaciones por la vía penal. Marilda Sueiras, abogada del colectivo, relata que se reunieron con Josep Codina, jefe de la Comisaría General de Relaciones Institucionales, Prevención y Mediación, quien se “limitó” a escucharles y a decirles que no podía emprender ninguna acción mientras estuviese el procedimiento penal abierto.

Wubi ha publicado este domingo un vídeo en Youtube en el que explica que detrás de su voluntad de hacer público el caso están las recientes noticias de “abuso policial” y “racismo”. “Esto no pasa en el extranjero, pasa aquí, es real”, asegura. “Me pegaron, me humillaron, me insultaron, me hicieron sentir peor que la mierda”, relata, y aunque asegura que no es la primera vez que le ocurre, sí dice que este episodio le quedó marcado.

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