El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha enviado una petición de colaboración a las autoridades policiales suizas para que le informen “sobre los datos que permitan la localización” de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, investigada en la causa de Tsunami Democràtic y que permanece en el país helvético desde 2018.
En un auto, el magistrado sigue adelante con las pesquisas de la causa por Tsunami Democràtic, pese a que sus dos tesis principales –la imputación por terrorismo y la del expresident Carles Puigdemont– han sido recurridas por la Fiscalía y están a la espera de resolverse por parte de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Además de la petición para localizar a Rovira, el juez requiere ayuda de las autoridades suizas para investigar la posible financiación de Tsunami, la plataforma independentista que convocó distintas protestas contra la sentencia del procés en 2019, a través de un banco del país helvético.
El juez García Castellón ya intentó al inicio del caso, en 2019, que Suiza colaborara con la investigación sobre Tsunami Democràtic. Sin embargo, las autoridades helvéticas declinaron la petición del magistrado para averiguar los dirigentes detrás de la plataforma porque, a su juicio, las pesquisas del instructor versaban sobre “un delito político” que impedía la cooperación internacional.
En los hechos descritos por el juez en 2019 sobre las protestas de Tsunami, agregó Suiza, “no hay la violencia criminal” para encajarlos en los delitos de terrorismo y organización criminal del Código Penal de la confederación. Pese a la claridad de la respuesta helvética, el juez insiste en tildar de “actos terroristas” las protestas de la plataforma.
El retuit más rápido como indicio
Sobre la concreta participación de Rovira en Tsunami que fundamentan la petición a Suiza para localizar a la política, el juez señala como indicio delictivo el hecho de que la secretaria general de ERC fuera “la persona que más rápido retuitetó” el primer mensaje en Twitter de Tsunami Democràtic.
Rovira, ahonda el juez, “tardó tan solo tres minutos en leer el tuit, retuitearlo, penar un comentario y transcribirlo (40 palabras, repartidas en 225 caracteres con espacios)”, algo que lleva el juez a “sospechar” que la política de ERC “pudo estar” en una reunión en Ginebra –ciudad en la que reside– en la que se planificaron las acciones de Tsunami.
Otros indicios son los obtenidos a través del desencriptado de conversaciones entre independentistas en una aplicación de mensajería. En los mensajes, Rovira –supuestamente bajo el pseudónimo de 'Matagalls'– escribe que Tsunami Democràtic “no está bendecido por la organizaciones” políticas pese a los “abusos de posición” que algunas personas hicieron para ello.
La financiación de Tsunami
Al margen de la petición para localizar a Rovira, el juez también pide la colaboración de las autoridades suizas para indagar en la supuesta financiación de Tsunami a través de un banco helvético. En concreto, de una cuenta bancaria del Banque Genève-Wollerau-Lugano, sobre la que el juez solicita las tarjetas de crédito asociadas, los titulares, los movimientos desde su creación hasta junio de 2020 y los destinatarios de sus transferencias.
Se basa el juez para esta solicitud en los mensajes encontrados en el teléfono del director de la oficina de expresident de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, con un supuesto banquero suizo, Nicola Foglia. En los mensajes, de octubre de 2019, fecha de las protestas de Tsunami, Foglia habría indicado a Alay de que disponía de “bastante dinero”.
La respuesta de Alay habría sido facilitar al banquero suizo una cuenta vinculada a un exhombre de confianza de Puigdemont en Waterloo, el informático Jaume Cabaní. Según el juez, Foglia habría entregado hasta 6.000 francos suizos en esa cuenta que ahora ha pedido investigar.