La primera de las dos denuncias por agresión sexual contra el periodista Saül Gordillo está más cerca de llegar a juicio. El juez ha cerrado la investigación y ha concluido que existen suficientes indicios para que el exdirector de Catalunya Ràdio y del digital 'Principal' se siente en el banquillo por manosear a una de sus trabajadoras sin su consentimiento durante una cena de Navidad.
En un auto, el juez Miguel Ángel Tabarés rechaza la petición de la defensa para archivar el caso y da diez días a la Fiscalía y a la denunciante para presentar escrito de acusación con la petición de pena para Gordillo.
El instructor descarta además otro de los principales alegatos de la defensa y niega que los vídeos de las cámaras de la discoteca Apolo de Barcelona demuestren que se tratara de un acto consentido.
“Lo cierto es que en el caso se enfrentan dos versiones contrapuestas sobre el consentimiento”, expone el instructor, que añade que será el futuro juicio el que tendrá que dirimir si la versión que más se ajusta a la realidad es la de la denunciante o la de Gordillo.
Si el caso puede llegar a juicio y no se archiva durante la fase de instrucción, recalca el juez, es porque “la versión inculpatoria aparece sobradamente sustentada en indicios claros”.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 1 de diciembre de 2022. Según expone el juez, Gordillo se dirigió a la barra de la discoteca Apolo a pedir una consumición durante la celebración de la cena de Navidad de la redacción de 'Principal', medio que dirigía.
En la barra, ahonda el juez, Gordillo “se acercó” a la trabajadora y “sin dirigirle la palabra comenzó a tocarle por encima de los pantalones, dirigiendo su mano hacía la vagina de ella, no alcanzando a tocarla de manera directa al impedírselo la ropa que ella llevaba”.
Recalca el instructor que la empleada no hizo “ningún gesto, comportamiento o palabra” que pudiera “dar pie” a Gordillo a realizar su comportamiento. El periodista, agrega, “continuó hasta conseguir introducir su mano por una pernera del pantalón corto” de la trabajadora, que era por aquel entonces subordinada suya.
La joven, añade el instructor, presenta “estrés postraumático cuya recuperación no consta a día de hoy”.
Gordillo también está investigado por agresión sexual por un juzgado de Badalona en relación con unos hechos ocurrido la misma noche, pero horas después de los tocamientos no consentidos denunciados. En este segundo caso, la víctima también es una periodista del medio que dirigía.
El entonces director, según la denunciante, habría ofrecido a la redactora llevarla a casa en su coche y, ya en el interior del vehículo, la habría agredido sexualmente.Tras someterse a una analítica al día siguiente, la joven dio positivo en benzodiacepinas, un componente presente en los ansiolíticos con efectos sedantes y amnésicos. La denunciante no tomaba ese tipo de medicación, si bien la investigación no ha arrojado indicio alguno que Gordillo se los proporcionara.