El titular del juzgado de instrucción 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, ha solicitado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ser protegido por escoltas del Cuerpo Nacional de Policía y no de los Mossos d'Esquadra después de recibir un falso paquete bomba hace diez días en las oficinas judiciales.
Tal y como ha adelantado El Español y ha podido confirmar elDiario.es, el juez no ve adecuado que las labores de escolta las asuman –tal y como ocurre en Catalunya con las autoridades– agentes de los Mossos, toda vez que en una de las piezas del caso Voloh el instructor investiga a la policía catalana.
El juez recibió un paquete, con la dirección del juzgado escrita a mano, que contenía un termómetro que simulaba un temporizador electrónico encima de una bolsa que pretendía ser una falsa carga explosiva. El paquete no contenía ninguna nota ni remitente. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación.
El juez Aguirre, el más veterano de los instructores barceloneses, ha adquirido notoriedad recientemente por investigar dos de los casos más mediáticos, Voloh y Negreira.
En el primero, el instructor investiga los vínculos de la Generalitat presidida por Carles Puigdemont en 2017 con posibles espías rusos, mientras que el segundo indaga la corrupción y los pagos millonarios que el Barça realizó al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) durante dos décadas.