Los tres aspirantes a la presidencia de ERC son muy críticos con la etapa que el partido cierra, pero cada uno de ellos culpa de ello a personas diferentes. En el debate que los tres candidatos han celebrado este martes, Oriol Junqueras ha cargado contra las políticas del Govern de Pere Aragonès, a las que ha achacado haber “desconectado” de las prioridades de la mayoría social. Mientras, Xavier Godàs y Helena Solà han considerado que es el propio Junqueras quien debería responder por las decisiones tomadas.
Godàs, el candidato de Nova Esquerra Nacional, el sector considerado alineado con Marta Rovira, ha asegurado que su prioridad es volver a anclar ERC en el espacio de la izquierda independentista. Ha insistido en la necesidad de que el partido tenga mayor claridad ideológica y ha ejemplificado la ambigüedad en el propio Junqueras, de quien ha remarcado que no ha sido claro sobre qué votó sobre la investidura de Salvador Illa.
Los dos rivales del candidato a la reelección han coincidido en reclamar “autocrítica” a Junqueras, de quien han recordado que lleva 13 años al frente del partido. “Necesitamos abrir una nueva etapa”, ha asegurado Godàs, que ha indicado que si él hubiera sido presidente se hubiera hecho responsable de todo lo que pase en el partido. “Espero que nunca te encuentres cuatro años en prisión”, le ha respondido Junqueras.
El expresidente de los republicanos, que concurre con la candidatura de Militancia Decidim, ha evitado revelar si votó favorablemente o no a la investidura de Illa, pero sí ha asegurado que su prioridad es que el PSC cumpla con el acuerdo firmado. Si no lo hace, ha dicho, ERC debería “dejar caer” a los socialistas de todos los gobiernos, una propuesta que, con diversos acentos, han remarcado todos los contendientes.
Helena Solà, candidata de Foc Nou, ha recordado que ERC ha perdido votantes en todas las elecciones a las que se ha presentado y ha adjudicado esa caída a un momento concreto: “Hemos perdido cuando hemos abandonado la independencia”, ha asegurado Solà, que ha considerado que la prioridad del partido debe ser “dejar de ser una muleta del PSC”.
Por su parte, Junqueras ha optado por un discurso de claro corte social y laborista. “Hemos de abrazar al payés”, ha llegado a decir, después de criticar veladamente al anterior Govern de ERC, al que ha acusado de no haber tenido suficiente sensibilidad con los trabajadores del campo, de la industria o de los servicios públicos.
“Cuando los regantes del Canal d'Urgell piden compromiso con la modernización del canal y no la obtienen, y después el ministro del Gobierno socialista se la da, se siente abandonados por nosotros”, ha ejemplificado. También ha criticado el cheque escolar, una de las políticas bandera de Aragonès, de la que ha sugerido que es poco redistributiva.
Mientras que Junqueras ha apostado por la identidad más social de ERC y Solà ha tomado la bandera independentista, Godàs se ha situado en un punto medio. “Nosotros no somos un poco del PSC o un poco de Junts según el contexto. Somos la izquierda nacional y tenemos que contribuir al movimiento de liberación nacional como ERC”, ha asegurado Godàs.
El candidato rovirista ha prometido además ser capaz de hacer “alianzas republicanas”, con los ojos puestos en la CUP y una parte de los Comuns, para hacer un “asalto republicano a los ayuntamientos” en las elecciones de 2027.
También Godàs, en este caso en coincidencia con Solà, ha reivindicado una estructura que separe el partido de los gobiernos, es decir, en la que el presidente de ERC no sea el candidato a la presidencia de la Generalitat. Esta es una de las cuestiones que más alejan a ambos de Junqueras, que nunca ha escondido que aspira a presentarse a las elecciones.
De hecho, la cuestión electoral ha sido uno de los ejes del debate. “Sé que el 30 de noviembre [día de la votación que decidirá la presidencia de ERC] es importante, pero es más importante es que se hará después, porque lo importante es construir un proyecto compartido para obtener los mejores resultados posibles en las elecciones”, ha asegurado Junqueras, subrayándose como activo electoral.
Tampoco la polémica de los carteles contra Pasqual y Ernest Maragall, que salieron del propio partido, han quedado fuera del debate. En este caso, han sido Junqueras y Solà los coincidentes, cuando han asegurado que llevarán el caso a una auditoría, mientras Godàs ha remarcado que él confía en las propias estructuras del partido par esclarecer el caso.
Pese al intercambio de propuestas y pullas en algunos momentos, el debate entre los tres candidatos ha sido de guante blanco y en muchos puntos han mostrado cierta complicidad. “Es normal, compartimos partido”, ha razonado Godàs. Todos ellos se han invitado mutuamente a “ayudarse” y colaborar tras el proceso congresual, conscientes de que, en la situación de debilidad en la que se encuentra ERC, todos deben remar para que el partido no se rompa.