Threek-e-Labbiak Pakistan (TLB). La traducción literal sería 'Movimiento Paquistaní Estoy Aquí'. Son las siglas de un partido islamista radical de extrema derecha que en los últimos meses ha estado bajo el foco de la Policía y la Audiencia Nacional. Cinco jóvenes acusados de difundir la ideología de este partido están imputados en el tribunal especial, pero salvo giro de última hora no irán a juicio. Serán expulsados de España antes de que termine la investigación del caso.
El caso de estos cinco jóvenes es un cruce de caminos entre la legalidad penal y la administrativa y un ejemplo del complejo combate contra los idearios peligrosos e intolerantes. Una lucha en la que, a juicio de la comunidad paquistaní catalana y de sus abogados, el Estado ha cogido un atajo acordando la expulsión de los cinco jóvenes de España antes de que puedan defenderse en un juicio como cualquier otro acusado.
A día de hoy, los jóvenes esperan en libertad el resultado de su recurso contra la orden de expulsión emitida por la secretaría de Estado de Seguridad. Tras pasar casi dos meses en prisión preventiva, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional corrigió al juez instructor, Joaquín Gadea, y decretó su libertad provisional el pasado mes de mayo al ver “debilitados” –aunque no extinguidos por completo– los indicios contra los investigados.
En base a un extenso atestado de la Policía Nacional, el juez Gadea envió a prisión a los jóvenes por los presuntos delitos de enaltecimiento del terrorismo a través de Internet, difusión para incitación y captación para integración en organización terrorista. El instructor apreció riesgo de fuga y de reiteración delictiva.
Se basó el juez en que los vídeos que los investigados compartieron en sus redes sociales contenían “mensajes, discursos o partes de los discursos” del fundador del TLB, Khadim Hussain Rizvi, y homenajes a dos de los denominados “héroes del islam”, es decir, autores de atentados contra personas que supuestamente han blasfemado u ofendido a Mahoma.
“El que falte al respeto al profeta está condenado a muerte”; “El castigo del ofensor es único”, eran algunas de las frases incluidas en los vídeos. En otras grabaciones divulgadas por los investigados se loaba al joven que decapitó a un profesor francés por enseñar en clase caricaturas de Mahoma y al terrorista que acuchilló a dos personas frente a la antigua sede de ‘Charlie Hebdo’. Y a uno de los jóvenes se le intervinieron en su domicilio fotografías de armas largas y un mensaje: “Si vivimos dos días menos, no importa”. En el ordenador de uno de los investigados, además, los agentes hallaron pornografía infantil.
Pero la Sala atendió el recurso de una de las defensas, que ejerce el penalista Benet Salellas, y resolvió que el TLP “es un partido legal y activo” en Pakistán. “El TLP –remarcó la Sala– no está declarado en Pakistán como organización terrorista”, tal y como certificó la embajada del país asiático. Es más, los jueces agregaron que la Fiscalía admitió que el TLP no está considerado “como una organización terrorista”.
El Gobierno paquistaní revocó en noviembre de 2021 la ilegalización del partido islamista TLP acordada en abril tras la detención de su líder, Saad Husain Rizvi, quien alentó a sus seguidores a los disturbios si el Ejecutivo no cumplía con la prohibición de importaciones desde Francia y la expulsión del embajador francés a causa de la publicación de caricaturas de Mahoma en la prensa gala.
Los jueces desecharon las pesquisas relativas al TLP, pero instaron al juez instructor a continuar con la investigación habida cuenta de que seguían existiendo indicios delictivos contra los cinco jóvenes por los vídeos que compartieron en sus redes sociales y los que se hallaron en sus teléfonos. En suma, los magistrados valoraron que el instructor debía continuar con una investigación “embrionaria” relativa a un único delito de enaltecimiento del terrorismo.
Con arraigo en España
Los magistrados también corrigieron al instructor al apreciar que los jóvenes sí tienen arraigo en España, ya que aquí tienen trabajo, familia y permiso de residencia. Al ser el enaltecimiento un delito castigado con un máximo de tres años de cárcel y ver mitigado el riesgo de fuga, los jueces acordaron la libertad de los jóvenes mientras durara la instrucción del caso.
Pero la instrucción del caso se frenó en seco. Quince días después del auto que les dejaba libres –y que instaba a continuar con la investigación–, la secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior envió al juez instructor una resolución de expulsión de los investigados. La limitación de la causa de varios delitos a uno de enaltecimiento, a priori favorable a los intereses de los investigados, resultó en cambio la palanca para acordar su expulsión, ya que la ley de extranjería permite la devolución antes del juicio de un migrante investigado por delitos que no superen los seis años de cárcel.
Interior consideró los vídeos difundidos por los investigados en Facebook o TikTok –incluidos los relativos al TLP, sin relevancia penal para la Audiencia Nacional– como infracciones muy graves y contrarias a la seguridad nacional. En concreto, la “gran cantidad de vídeos” del fundador del TLP enl os que se insta “de forma reiterativa a decapitar a aquellas personas que blasfemen al profeta Mahoma” y los dos que “homenajean” a los autores de los atentados contra el profesor galo y el apuñalamiento frente a la antigua redacción de 'Charlie Hebdo'.
Fiscalía y juez instructor autorizaron la expulsión, que se encuentra ahora recurrida en vía administrativa, renunciando así a continuar con la causa penal. En sus resoluciones, fiscal y juez resaltaron que la pena en caso de ser condenados “sería también sustituida” por la expulsión.
El portavoz de la federación paquistaní de Catalunya, Saqib Tahir, rechaza valorar la ideología del TLP y prefiere centrarse en los cinco investigados, de quienes destaca que se trata de jóvenes con arraigo en España. Uno de ellos, de hecho, llegó a nuestro país después de que su padre lograra un trabajo en España y pudiera pagar el viaje para el resto de la familia. “No entendemos por qué se les expulsa sin juicio, es injusto”, recalca Tahir.
Por su lado, el abogado Benet Salellas, que defiende a los jóvenes, no esconde el extremismo del TLP, pero insiste en que la propia Audiencia Nacional dejó escrito que no era un grupo terrorista. “Igual que en sociedades de matriz católica como la nuestra hay partidos con postulados religiosos muy extremos, en sociedades islámicas también”, asevera el letrado, que lamenta haber perdido la oportunidad de poder contradecir las tesis de la acusación en un juicio y que, sin embargo, son los mismos que motivan su expulsión por vía administrativa.
“Sin juicio se pierde el derecho a poder contextualizar los vídeos y discutir las cosas. Aquí nos pueden compungir o hasta escandalizar, pero las grabaciones difundidas hablan de la situación política de Pakistán, son legales en su país, no se habla de fabricar explosivos. Estos jóvenes pensaban que participar en debates políticos de su país desde Girona no suponía ningún peligro en una sociedad liberal”, argumenta el letrado.