El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha autorizado la prórroga por otros quince días del pasaporte COVID para entrar en bares, restaurantes, gimnasios y residencias de la comunidad, tal y como había pedido la Generalitat. La medida, que ha acelerado la vacunación de los más rezagados, estará en vigor hasta el próximo 24 de diciembre, aunque el Govern prevé pedir una nueva prórroga de 15 días.
En su auto, los magistrados reproducen los argumentos que ya emplearon hace quince días en el primer aval al pasaporte COVID. Consideran los magistrados que se trata de una “mínima restricción de derechos” con el objetivo de proteger la salud individual y colectiva y la vida.
“La Sala no puede desconocer la relevancia e importancia de la pandemia internacional”, abundan los jueces para justificar una medida que, recuerdan, afecta a actividades “con importante interacción social”. Reproducen los togados los argumentos, contemplados ya desde la sentencia del Supremo que avaló la medida para Galicia, sobre la “tenue” afectación del pasaporte en los derechos fundamentales, lo que valida su aplicación.
Lo que desaparece del nuevo auto del TSJC respecto al de 15 días son las críticas a la Generalitat por la confusa redacción del decreto por el que se pedía la autorización judicial del pasaporte COVID, que los jueces llegaron a tildar de “pastoso”. En esta ocasión, en vez de añadir actividades, la Generalitat ha concentrado en un solo apartado del decreto todos los espacios que requieren del certificado electrónico, tal y como habían reclamado los jueces.
Tras el visto bueno de los jueces y la suspensión inicial por el colapso de la web para descargarlo, Catalunya ha sido una de las comunidades pioneras la ampliación del uso del pasaporte COVID, el documento digital que acredita tener la pauta vacunal completa, haber pasado la enfermedad en el último medio año o haber dado negativo en una prueba PCR en las 72 horas anteriores (o 48 horas si se trata de un test de antígenos)
Tienen que mostrarlo todos los mayores de 12 años que quieran entrar en restaurantes y bares, gimnasios y residencias, además de discotecas y salas de conciertos, pero no las personas que trabajen en estos establecimientos. Tampoco es necesario para sentarse en las terrazas. Su control recae en los propios locales.
Hace dos semanas, cuando el pasaporte COVID recibió la primera luz verde de los jueces, Catalunya registraba 128 pacientes con el virus en la UCI y 569 personas ingresadas en los hospitales de la comunidad tras dos meses de lento aunque progresivo ascenso. La incidencia era de 202 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, solo superada por Aragón, País Vasco y Navarra.
Dos semanas después las estadísticas no han mejorado sino todo lo contrario, a la espera además del esperable aumento de contagios debido a la mayor interacción social durante el puente de la Constitución y la Inmaculada. Este miércoles la incidencia en Catalunya era de 354 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, los pacientes críticos han ascendido hasta los 198 y el total de ingresados hasta los 905.