Catalunya vivirá una semana más con toque de queda nocturno. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha autorizado la prohibición de la movilidad entre la 1:00 y las 6:00 de la mañana solicitada por el Govern hasta el 30 de julio para intentar frenar el aumento de los contagios. La medida además se amplía a un total de 165 poblaciones, cuatro más que la primera semana, y se verán afectados más de seis millones de catalanes, el 80% de la población. Los jueces también han avalado la prórroga por siete días de la limitación de reuniones a 10 personas y el cierre de toda actividad a las 00:30 horas, restricciones que el Govern planea alargar todo el verano.
Entre los municipios que estrenarán toque de queda esta madrugada de viernes destacan Lleida, Roses y Salt (Girona), que en la última semana han superado una incidencia acumulada de 400 casos por cada 100.000 habitantes, el indicador que usa el Govern para incluir a una población dentro del toque de queda. También tendrán toque de queda Gelida, Igualada, Sallent y Santa Maria de Palautordera (Barcelona), El Vendrell, Mont-roig del Camp, L'Ametlla de Mar, y Ulldecona (Tarragona), La Bisbal d'Empordà, Maçanet de la Selva, Sils, Torroella de Montgrí y Vilafant (Girona), así como Mollerusa y Tàrrega (Lleida).
En cambio, dejan de estar sometidas a esta restricción Abrera, Cabrils -debido a la situación epidemiológica de las poblaciones vecinas-, Centelles, Esparraguera, La Garriga, L'Ametlla del Vallès, Sant Celoni, Santa Eulàlia de Ronçana, Sant Sadurní d'Anoia, Santa Margarida i els Monjos y Vilanova del Camí (Barcelona), además de Altafulla y Deltebre, en Tarragona, Alpicat y Solsona, en Lleida, y Anglès y Sant Hilari de Sacalm, en Girona.
En su resolución, los jueces respaldan los informes de la Agencia de Salud Pública de Catalunya para justificar el toque de queda y consideran que el confinamiento nocturno y el resto de restricciones son “necesarias, idóneas y proporcionadas en la situación de grave e inminente riesgo de progresión de la pandemia con grave afectación del sistema sanitario”. Este mismo jueves el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, ha advertido de la situación “muy crítica” del sistema sanitario, que podría llegar a superar los 500 pacientes en la UCI la próxima semana.
Los magistrados indican que no hay otras medidas “igualmente eficaces” como la reducción de la interacción para atajar la propagación del virus, aparte de la vacunación, pero no contemplan que “en breve plazo” se logre la inmunidad de grupo. Por ello para los togados la medida más “idónea” para atajar el contagio es la que se dirige a evitar reuniones multitudinarias en espacios públicos, especialmente entre la población más joven, que es la más afectada por el contagio y la menos vacunada.
Además, según el TSJC, la variante delta entraña un mayor riesgo que otras variedades, hasta el punto de que llega a infectar a personas con pauta completa, y su velocidad de contagio ha obligado a la atención primaria a dejar de hacer pruebas a contactos estrechos, lo que facilita la transmisión entre asintomáticos. “Si no se detiene el contagio, el sistema asistencial se puede ver colapsado en pocos días”, según el TSJC.
Ante la previsión de que la presión hospitalaria continúe incrementando en las próximas semanas, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha augurado que la restricciones para limitar los encuentros sociales y el cierre de actividades a las 00:30 horas se alargarán todo el verano. “Los datos indican que hemos llegado al pico de contagios pero el estudio global de los indicadores reafirman que las próximas semanas aún serán muy complicadas”, ha avisado Plaja, quien ha matizado que el confinamiento nocturno se seguirá revisando “semana a semana” para evitar “normalizar” una restricción que “vulnera derechos fundamentales”.
“Para minimizar el impacto de la covid-19 y las graves consecuencias que está comportando en todos los niveles y sectores, tenemos que asumir que tendremos que limitar la interacción social y adoptar todas las medidas que estén a nuestro alcance durante todo el verano”, ha enfatizado Plaja.
Este miércoles estaban ocupadas 11.402 de las 12.380 camas convencionales, por lo que “cortar el incremento de contagios resulta indiscutiblemente urgente y necesario”, agregan los jueces. La Sala recuerda que, de acuerdo con los datos epidemiológicos que esgrime la Generalitat, la media de incidencia acumulada por coronavirus en Catalunya es cinco veces superior al límite de riesgo muy alto, un índice que se supera en más de 12 veces en la franja de edad de mayor contagio, de 15 a 29 años.
A diferencia del auto de la semana pasada con el que avalaron la primera semana de toque de queda, en esta ocasión los magistrados de la sección 3a de la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC no hacen mención alguna a la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló el confinamiento domiciliario con estado de alarma. En esa primera resolución, los jueces advirtieron de que no podrían “pasar por alto” y tendrían que “ajustarse a los efectos” de la sentencia del Constitucional una vez publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), algo que este jueves todavía no ha ocurrido.