La Justicia ha anulado el plan de Barcelona para vetar los coches contaminantes, la denominada Zona de Baja Emisiones (ZBE). En una sentencia, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) anula la medida más ambiciosa del consistorio de Ada Colau para reducir los niveles de contaminación con críticas contra el Ayuntamiento por provocar “un efecto negativo en las personas de menor capacidad adquisitiva”, que no pueden cambiarse el coche por uno con distintivo ambiental.
La ZBE de Barcelona afecta a la capital catalana y a cuatro ciudades colindantes en un total de 95 kilómetros cuadrados y prohíbe a los vehículos más contaminantes –los que no tienen etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT)– circular en días laborables, de 7.00 a 20.00h. Tras aplazar su entrada en vigor por la pandemia, Barcelona empezó a multar a los coches y furgonetas sin distintivo ambiental hace poco más de un año para intentar reducir los niveles de contaminación de la ciudad, que provocaron la muerte de 351 personas en 2018.
Según los magistrados, la ordenanza municipal que prohíbe los coches contaminantes tiene “deficiencias en su elaboración”, como por ejemplo informes determinantes. Además, para los jueces “se excede” en el ámbito geográfico de aplicación (que contempla varias vías del área metropolitana) y en el tipo de vehículos excluidos. La sentencia es recurrible ante el Tribunal Supremo.
Una vez analizado el fondo de los recursos de los empresarios del transporte, los jueces toman la decisión contraria a la que adoptaron hace año y medio, cuando rechazaron suspender de forma cautelar la ZBE al priorizar el derecho a la salud a las consecuencias económicas para transportistas y familias que se vieron obligadas a cambiarse el coche.
Ahora la conclusión es la opuesta. Pese a considerar “razonable” el veto a los coches contaminantes, los jueces sentencian que el Ayuntamiento no ponderó las “consecuencias sociales” de prohibir circular a los vehículos que más dióxido de carbono expulsan.
“Desde el momento en que circular por la ciudad de Barcelona en días y horas laborables se condiciona a la renovación del vehículo sin distintivo ambiental, es indudable que los más afectados son los colectivos que no tienen capacidad económica para cambiar su vehículo por uno con distintivo ambiental y pretenden seguir circulando por Barcelona”, resuelve la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC.
Es más, el tribunal afea al consistorio no haber propuesto “medidas alternativas o menos restrictivas” a la prohibición de circulación de los coches más contaminantes y no haber tenido en cuenta su impacto en “el mercado y la competencia”, algo a lo que estaba, a su juicio, obligado. En el expediente administrativo, dicen los magistrados, “no se realiza un análisis suficiente de las alternativas, ni de las consecuencias económicas, sociales y sobre el mercado y la competencia que producen las medidas, ni se evalúan suficientemente los costes y beneficios que implica el proyecto de disposición por sus destinatarios, así como las cargas administrativas que supone”.
La sentencia considera que el distintivo ambiental de la DGT para descartar a los vehículos que pueden circular por dentro de la ZBE es un sistema “rígido” y no permite un “sistema alternativo para que los vehículos obtengan o progresen en el distintivo ambiental”. Además, cree que las moratorias y autorizaciones puntuales, diez al año, no están suficientemente justificadas.