Uno de los casos de disturbios con una pena de cárcel en juego más larga ha terminado con una condena mínima. La Audiencia de Barcelona ha impuesto un año de cárcel a un joven por resistirse a su detención durante las protestas por la sentencia del procés. El acusado se enfrentaba a una petición de hasta nueve años y medio de cárcel por lanzar un cohete a un helicóptero de los Mossos d'Esquadra, acción que finalmente ha quedado sin castigo penal.
Nadie negó en el juicio que el acusado lanzó un cohete rojo que no llegó a impactar en el helicóptero, pero sí pasó cerca de la aeronave la noche del 16 de octubre en pleno Eixample de Barcelona, durante la semana de disturbios que siguió a la sentencia del procés del Tribunal Supremo. El conflicto estaba en si el disparo tenia intención de dar a la policía. Fiscalía y Generalitat creían que sí, pero la defensa lo negó.
El tribunal concluye de forma más partidaria a las tesis de la defensa, que ejerce la letrada Mireia San Nicolás. “Objetivamente el cohete no pudo golpear al helicóptero”, resuelve el tribunal, que se basa en especial en la declaración como testigo del piloto del avión, quien precisó que no se nota nada si la explosión de cualquier artefacto ocurre a diez metros de la nave.
Eso fue precisamente lo que ocurrió, a criterio del tribunal: el cohete no pudo llegar a dar al helicóptero porque la aeronave volaba a 100 metros del suelo y la distancia a la que llega el artefacto solo es de 40. El vídeo de los hechos lo corrobora.
“El cohete no iba dirigido al helicóptero y en ningún caso lo pudo colisionar”, zanja el tribunal. Tampoco ve suficientes pruebas el tribunal de la sección 5ª de la Audiencia de Barcelona de que el acusado estuviera formando barricadas antes o después del lanzamiento.
De lo que no tiene dudas el tribunal es que el joven se resistió de forma activa a su detención por parte de agentes de paisano de los Mossos, lo que constituye un delito de atentado a los agentes de la autoridad. En base al testimonio de los mossos, los jueces establecen que el acusado causó lesiones en el codo izquierdo y la rodilla derecha a uno de los policías de paisano, llegando a tirarlo al suelo en dos ocasiones.
A renglón seguido, el acusado realizó “un llamamiento a la masa de gente que estaba en la manifestación”, destaca la sentencia, lo que obligó a los agentes a abortar la detención. Los jueces aplican una atenuante de reparación del daño porque el acusado ingresó en la cuenta del juzgado la responsabilidad civil antes del juicio.
Además del año de cárcel, el joven ha sido condenado a una multa de 270 euros por lesiones leves y a indemnizar al mosso a 280 euros. Pero se ha salvado de la pena más grave que le pedía la Fiscalía al no ver los jueces intención de que quisiera dar al helicóptero.