La diputada de Junts per Catalunya Laura Borràs ha sido escogida este viernes presidenta del Parlament gracias a los votos de su grupo y de ERC. Borràs se convierte así en la segunda autoridad de Catalunya a la espera de que los partidos independentistas cierren un pacto de Govern que lleve al republicano Pere Aragonès a presidir la Generalitat.
Borràs ha sido escogida en segunda votación después de que la CUP anunciara que no la votaría. La negativa de los 'cupaires' a sumarse a ERC y Junts se explica porque Borràs está imputada por fraccionar contratos durante la etapa en que dirigió la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). La causa pasará ahora del Supremo, tribunal ante el que Borràs estaba aforada por ser diputada en el Congreso, al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
La sesión de este viernes ha seguido el guion previsto y Borràs ha sido elegida en segunda votación y con mayoría simple, la que suman los 64 votos de Junts y ERC. La Mesa de edad, gracias a la mayoría de PSC y Vox, no ha admitido la delegación de voto del diputado de Junts Lluís Puig por permanecer en Bélgica. La CUP ha anunciado que de sus 8 votos, uno de ellos se había cedido al diputado. De esta forma Borràs retenido los 65 votos en la primera votación, pero 64 en la segunda. De esta forma se ha impuesto a los 50 de la socialista Eva Granados.
Tras la elección de la presidenta, el pleno ha votado para elegir a las vicepresidencias de la Cámara. Los diputados han elegido como vicepresidenta primera a la republicana Anna Caula y, como vicepresidenta segunda, a la socialista Eva Granados. Al frente de la Cámara se encontrarán por tanto tres mujeres, lo que supone un hito respecto a la paridad. Esta legislatura será además la que tendrá un récord de diputadas, que representarán el 47,4% del pleno.
Finalmente, de las cuatro secretarías, tres han recaído en partidos independentistas. La primera ha sido para Ferran Pedret (PSC) y la segunda para Jaume Alonso–Cuevillas (Junts). La tercera y la cuarta se la han repartido entre el diputado de la CUP, Pau Juvillà, y el de ERC, Ruben Wagensberg, que han empatado a 24 votos. Para no repetir la votación, ERC ha aceptado que el representante de la CUP pasara por delante. De esta forma, los independentistas han conseguido cinco de las siete sillas de la Mesa, mientras que los socialistas se han quedado con dos. Ningún candidato de Vox ha conseguido puesto, al no haber recibido los votos de ninguna otra formación.
“Defenderé la soberanía del Parlament de los intentos de guerra sucia”
En su discurso como nueva presidenta del Parlament, Laura Borràs se ha comprometido a “defender la soberanía del Parlament de cualquier injerencia exterior y de la guerra sucia y antidemocrática del Estado español”. La mujer que ostentará segunda autoridad catalana ha asegurado además que defenderá los derechos de todos los miembros del Parlament, tras una legislatura que estuvo marcada por las inhabilitaciones de diputados y finalmente por la retirada del escaño de Quim Torra cuando aún era president de la Generalitat. En el mismo sentido, Borràs ha asegurado que bajo su mandato “los diputados del Parlament no tendrán más limitación de las que imponen los principios democráticos”, cargando así contra las prohibiciones impuestas por el Constitucional para debatir sobre ciertos asuntos.
Pese a esta declaración de intenciones, Borràs también ha lanzado una advertencia contra el discurso de odio de Vox. “Seré implacable contra el machismo y la xenofobia”, ha asegurado la presidenta, que ha pedido también a todos los grupos unir fuerzas contra “el fascismo político que quiere recortar los derechos de las mujeres”. El fascismo es incompatible con la democracia, no lo podemos normalizar y cuento con todos para hacerlo“, ha abundado Borràs.
“El Parlament de Catalunya es la máxima expresión de la tozuda voluntad de ser y persistir de un pueblo que no se quiere sumiso y que no acepta tutelas de ningún tipo sobre cómo tiene que definir su destino colectivo”, ha aseverado la presidenta, que ha reclamado también a los diputados actuar en consecuencia con la mayoría independentista expresada en las urnas. Según ha considerado, la legislatura que empieza debe ser un “punto de inflexión en el avance hacia la independencia de Catalunya”. “Ahora más que nunca esta Cámara debe tener un papel clave y un compromiso insobornable con el mensaje que ha enviado el pueblo de Catalunya”, ha añadido.