Maragall defiende que “no es el mejor momento” para que ERC entre en el gobierno de Collboni en Barcelona

Pau Rodríguez

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Ernest Maragall, exlíder del grupo municipal de ERC en Barcelona, se ha convertido este viernes en la primera figura de peso del partido que se opone a entrar ahora mismo en el gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. “No era el mejor momento”, ha expresado pocas horas después de que el partido decidiera aplazar la votación de la militancia sobre el acuerdo con el PSC por problemas de aforo. 

Maragall, que técnicamente es solo un afiliado más, pero que comandó el partido en Barcelona desde 2019 hasta el pasado diciembre, ha reconocido que acudió el jueves al congreso donde se debía decidir sobre el pacto con la intención de votar no. “A lo mejor me hubieran convencido [de cambiar al sí], pero no lo creo”, ha manifestado en una entrevista en el programa Cafè d’Idees de RTVE.  

El expresidente del grupo municipal, que dejó el cargo en manos de Elisenda Alamany, ha venido a decir que no está en contra de negociar un gobierno de coalición con Jaume Collboni, sino que ve problemático hacerlo antes de que se resuelva la investidura del nuevo president de la Generalitat. En una posición que comparten no pocos cuadros de ERC, entre ellos el sector cercano a la secretaria general, Marta Rovira, Maragall considera que habría que esperar que se decida el nuevo Govern. 

“Puedo entender una cierta impaciencia”, ha expresado sobre la federación barcelonesa de ERC, puesto que el acuerdo estaba ya trabajado desde febrero y quedó congelado con el anticipo electoral de Pere Aragonès. “Deberíamos darnos el tiempo para madurarlo, contemplar el conjunto del paisaje”, ha expresado. “¿O es que la negociación del Govern no tiene nada que ver con Barcelona”, ha manifestado.

No es ningún secreto que durante su etapa al frente de ERC en el Ayuntamiento, Maragall fue una de las voces que más se opuso a entrar en el Ejecutivo municipal. Después de ganar los comicios en 2019, vio como le arrebataban la alcaldía con los votos de comuns, PSC y Manuel Valls; y cuatro años después, sufrió una operación similar cuando ya se veía como teniente de alcaldía de Xavier Trias. 

Su retirada en diciembre pasado abrió la puerta a Elisenda Alamany y al grupo dirigente de la federación de ERC, Eva Baró, a acelerar las negociaciones. Pero lo que no se esparaban ambas es la respuesta de la militancia el jueves, que desbordó sus previsiones de asistencia y obligó a cancelar el congreso en el que se debía rubricar el acuerdo. La percepción general, que Maragall tampoco ha escondido, es que ese nivel de movilización podría responder a una oposición de las bases al pacto.

Sin fecha para el congreso

Pasado el mediodía, la dirección de la federación local de ERC ha emitido un comunicado en el que ha pedido disculpas a los militantes por lo sucedido, pero no ha fijado una nueva fecha para celebrar el congreso. En la carta, publicada por Eva Baró, concejal y presidenta de la sección barcelonesa del partido, explican que decidirán la jornada del cónclave en función de la ronda de consultas que el presidente del Parlament, Josep Rull, tiene previsto hacer la próxima semana. 

Baró también se ha referido a las criticas que han aflorado por el anuncio del preacuerdo y el momento escogido. “Somos conscientes de que el momento era complejo y podía llegar a generar discrepancias sobre la idoneidad en los tiempos”, manifiesta en el comunicado. “El debate en clave barcelonesa se realizará buscando la fecha más adecuada teniendo en cuenta la ronda de consultas”, añade, para acabar reafirmando su compromiso sobre dejar votar a la militancia sobre el pacto.