El pasado 22 de febrero la Audiencia Nacional condenaba a tres años y medio de cárcel al rapero Valtonyc por una canción sobre el rey Juan Carlos. Al joven mallorquín se le imputaban delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias a la corona y amenazas. Días antes, el Supremo condenaba a César Strawberry a un año en prisión por una serie tuits en los que ironizaba con la vuelta de los GRAPO y ETA.
Los dos episodios han escocido entre los defensores de los derechos humanos (“casos como el de Strawberry son una aberración jurídica”, apuntaba la abogada Laia Serra), pero también entre sus compañeros de gremio.
Para muestra, un botón: cuarenta de artistas del más diverso pelaje han organizado una maratón musical bajo el nombre No Callarem (no callaremos, en castellano), que se anuncia en las redes con una etiqueta que no deja lugar a dudas: “Mañana puedes ser tú”. “Se nos está coartando con métodos obvios y torpes, y se está promoviendo una costumbre de denuncias preocupante”, atiende Adriano Galante, músico de Seward y uno de los organizadores del evento.
La propuesta nació después de ver cómo otras iniciativas, experiencias recientes como el macroconcierto por los refugiados Casa Nostra Casa Vostra, aunaban a artistas y público. “Sí nos solidarizamos con los de fuera, ¿por qué no con un ataque como este a nuestros derechos?”, explica Galante. El de No Callarem será el primer gran concierto contra las políticas del PP desde el que tuviera lugar en Madrid en 2003 contra la guerra de Irak (No en nuestro nombre).
Según apunta la plataforma, este no es un evento sectorial, pues la persecución de la libertad de expresión lastra a “periodistas silenciados, artistas censuradas, músicos prohibidos, bandas vetadas, ciudadanas juzgadas, raperas perseguidas, tuiteros reprendidos, humoristas amenazados o activistas acosadas”. El colectivo quiere apoyar con esta maratón musical otros recortes de la libertad de expresión como los que consideran han sufrido recientemente los artistas del grupo Títeres desde Abajo o la joven Cassandra Vera, condenada a un año de cárcel.
El concierto solidario de este domingo en Badalona, en el Parque del Gran Sol de Llefià, tiene un doble objetivo: servirá para hacer ruido sobre la “amenaza constante que supone la actual interpretación de la ley a la libertad de expresión” –explica Galante– y también para sufragar parte de los costes que enfrenta ahora el músico Josep Valtonyc.
Quieren echarle una mano en su costosa defensa y a su vez, con vocación que la base colectiva crezca, la plataforma No Callarem ha abierto un proceso de micromecenazgo para pagar el dispositivo que supondrá el más de medio día de bolos ininterrumpidos del próximo domingo. Por el momento ya hay más de 170 cofinanciadores de la cita.
Como recuerda Adriano, también miembro de la Unión Estatal de Músicos, Intérpretes y Compositoras (una de las muchas plataformas que ha ayudado en la organización del evento, además del Ateneu de 9 Barris o la Coordinadora Obrera Sindical), los episodios de Strawberry y Valtonyc son solo algunos de los diferentes ataques a la libertad de expresión que se están produciendo en los últimos tiempos.
Hay otros que esperan turno para pasar por la justicia, el caso del dúo Ayax y Prok o del colectivo La Insurgencia. También otro rapero enfrenta pena de prisión: el MC leridano Pablo Hasél, con siete años de cárcel. No son los únicos casos de coartación de la libertad de expresión: hace prácticamente dos años, el Ayuntamiento de Madrid prohibía un concierto del grupo vasco Soziedad Alkoholika con solo una semana de advertencia.
Es por ello que, más un evento aislado de recogida de fondos y búsqueda de concienciación, No Callarem pretende convertirse en una plataforma estable, un colectivo que defienda los derechos fundamentales de los artistas a la hora de hacer su trabajo –meter el dedo en la yaga– sin presiones. Con ese objetivo, ya hay diferentes asambleas en otras ciudades del Estado que también impulsaran sus propios conciertos.
Para empezar, el domingo proponen este acto que involucrará hasta 40 artistas: Txarango, Albert Pla, Mishima, Za!, KOP, Ovidi3 con Fermin Muguruza o el propio Valtonyc. “Hemos tenido que dejar fuera a gente por el aluvión de peticiones, ¡esto ya es un precioso monstruo!”, reconoce Galante. De hecho, los hay que no podrán subirse al escenario pero también han querido compartir la causa con unas palabras de apoyo.
Por Badalona se espera la circulación de más de 2.000 personas. Habrá actividades paralelas, e incluso paella popular. Pero lo más importante, la música sonará durante más de 12 horas (de 11h a 22h). Todo con la idea en la recámara de que el grito por la libertad de expresión de este domingo perdure en el tiempo, más allá de los acordes.