Las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania han llegado a orillas del Mediterráneo. El puerto de Barcelona, especializado en la reparación y mantenimiento de barcos de lujo, ha visto como el Gobierno inmovilizaba este lunes el primer superyate propiedad de un oligarca ruso. En las instalaciones portuarias barcelonesas hay por lo menos otras dos embarcaciones de megarricos de la órbita del Kremlin. Otro megayate partió la semana pasada.
Tirar del hilo hasta dar con el oligarca propietario de un megayate no es tarea fácil. Hay que superar un enjambre de sociedades interpuestas y banderas de paraísos fiscales internacionales hasta dar con su dueño. Para muestra, el caso del 'Valerie', el primer barco inmovilizado por el Gobierno de España en aplicación de las sanciones aprobadas por la UE contra Rusia, el régimen de su presidente, Vladímir Putin, y los cabecillas de su entramado económico.
El Valerie, atracado en Barcelona para tareas de mantenimiento y reparación, tiene bandera de las islas de San Vicente y las Granadinas. A través de un complejo entramado de sociedades, el yate está vinculado con el magnate Sergei Chemezov, pero registrado oficialmente a nombre de su hijastra, Anastasia Ignatova mediante una compañía de las Islas Vírgenes Británicas, según un artículo de 2021 publicado en la investigación de los Pandora Papers.
Chemezov es consejero delegado de la empresa de armamento Rostec Corporation y es un exagente del KGB, la policía política soviética. Actualmente es muy próximo al presidente ruso. El Valerie está valorado en 140 millones de dólares y mide 85 metros de eslora.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reveló este lunes por la noche, en una entrevista en La Sexta, que la Dirección General de la Marina Mercante había ordenado retener el barco para contrastar su propiedad, en la que es la primera intervención española dirigida contra multimillonarios rusos próximos a Putin.
Sánchez explicó que este tipo de operaciones no son sencillas porque estos grandes propietarios de origen ruso emplean habitualmente sociedades interpuestas que dificultan el rastreo e incautación de sus bienes. Pese a ello, se mostró convencido de que tras este yate inmovilizado “vendrán más”. “Tenemos que actuar de manera contundente con Putin, con su régimen y con los oligarcas”, apostilló.
Este martes el Gobierno ha retenido el segundo barco en España de un oligarca ruso. Se trata del Lady Anastasia, en Port Adriano, en el municipio de Calvià (Baleares), el mismo que un marinero ucraniano intentó hundir tras la invasión de su país por parte de Rusia. Por el momento, se procederá a recabar información que confirme la titularidad real del buque. En concreto, se constatará si la propiedad, tenencia o control del buque corresponde o no a una persona física o jurídica incluida en la lista de personas o entidades del paquete de medidas sancionadoras.
El Valerie se halla en los astilleros de la empresa Marina Barcelona 92, compañía dedicada al mantenimiento y reparación de grandes yates. “MB92 está cooperando con las autoridades y seguirá haciéndolo. El cumplimiento activo de cualquier normativa aplicable es imperativo para MB92 Group”, ha remarcado un portavoz de Marina Barcelona consultado por este diario.
En las instalaciones de esta empresa se encontraba también el superyate Solaris, vinculado al oligarca ruso Roman Abramovich, que abandonó la pasada semana Barcelona, donde llevaba desde finales de 2021 para ser sometido a tareas de mantenimiento. Abramovich tiene el 29% de Evraz, la segunda empresa siderúrgica de Rusia, y ha visto como diez de sus máximos directivos dimitían esta semana después de las sanciones impuestas a oligarcas rusos. El magnate ha puesto a la venta el Chelsea, club de fútbol de Londres del que era dueño desde hacía casi dos décadas.
Según avanzó Expansión, en dique seco barcelonés sometido a mantenimiento también se encuentra el Aurora, de 74 metros de eslora y propiedad del oligarca Andrei Molchanov, aunque con bandera de las Islas Caimán. Molchanov es un magnate de la construcción que ha ocupado varios cargos públicos bajo el paraguas de Putin, entre ellos el de diputado en la Asamblea Federal entre 2008 y 2013.
También en la capital catalana se puede encontrar el Palladium, valorado en 200 millones de dólares y propiedad del magnate Mijaíl Dmítrievitch Prokhorov y con bandera de conveniencia. Al igual que el resto de oligarcas, Prokhorov amasó su fortuna tras el colapso de la Unión Soviética adquiriendo las acciones de empresas estatales metalúrgicas a precios irrisorios. Su empresa, Norilsk Nickel, se convirtió en el mayor productor mundial de níquel y paladio, material que da nombre a su megayate. Su fortuna se estima en 9.000 millones de dólares y hasta 2019 fue propietario de equipo de la NBA, los Brooklyn Nets.
Ante la invasión rusa de Ucrania, la Dirección General de la Marina Mercante del Gobierno del Estado ha pedido a los puertos españoles información sobre las embarcaciones de bandera o propiedad rusa atracados en sus instalaciones, para evaluar el impacto que tendrían las posibles sanciones en el ámbito del tráfico marítimo.
A preguntas de elDiario.es, un portavoz del Port de Barcelona ha rechazado concretar cuántos yates relacionados con oligarcas rusos se encuentran en sus instalaciones. “Al Port no le interesa saber la propiedad de los barcos ni le corresponde hacer gestiones sobre la propiedad. El Gobierno no nos ha requerido a nosotros, sino a Capitanía Marítima y a la Marina Mercante”, ha indicado el citado portavoz.