La menor de 16 años que fue violada la madrugada del pasado 1 de noviembre a la salida de una discoteca en Igualada (Barcelona) ha explicado este martes al juez que padece secuelas y traumas, como “pánico” a salir de casa o problemas para dormir, debido a la agresión, de la que no recuerda “nada” por la amnesia que le provocó el golpe que recibió en la cabeza.
La menor ha declarado este martes por videoconferencia ante el juez del juzgado de Instrucción 4 de Igualada que investiga el caso, un mes después de la detención del presunto autor de la agresión, B. R, un joven de 20 años con antecedentes por delitos sexuales que está en prisión provisional en la cárcel de Brians 1.
Durante su declaración, la menor ha contado con el apoyo de un equipo de psicólogos para poder contestar a las preguntas que le formulaba el juez desde la sala del juzgado, donde se encontraba su presunto agresor, con el que no ha tenido contacto visual en ningún momento, tal como establece la ley, informa EFE.
Según han explicado los abogados de la acusación, la menor ha señalado que no recuerda “nada” de la agresión sexual debido al “fuerte golpe” que recibió en la parte derecha de la cabeza y “a causa de las secuelas sufridas”, ni siquiera se acuerda que fuese en dirección a la estación de tren para volver a casa, después de haber celebrado la noche de Halloween con unas amigas en la discoteca Épic de Igualada, cuando fue asaltada por su presunto violador.
Ha relatado, en este sentido, que recuerda haber ido antes de marcharse del local al guardarropa para recoger su mochila y cambiarse los zapatos de tacón que llevaba hasta entonces por unas zapatillas para poder caminar mejor y que a la salida de la discoteca se encontró con un amigo.
Después, ha dicho en su declaración, en la que ha estado en todo momento “muy entera”, se despidió del amigo y ya no recuerda nada, solo lo que le han contado con posterioridad. “Ha borrado prácticamente los hechos”, ha subrayado el abogado de la menor, Jorge Albertini, tras destacar que la joven agredida sufre una amnesia de todo lo que vivió entre el 1 de noviembre -cuando tuvo lugar el ataque- y el 11 del mismo mes.
La víctima sí que ha podido explicar con detalle que ha pasado por seis operaciones quirúrgicas así como las secuelas y traumas que ha padecido y aun padece: muchas noches sin dormir, fuertes dolores de cabeza o pánico a salir de casa, algunas de las cuales volvieron a resurgir con la detención del presunto violador. “Ha destrozado la vida de una niña”, ha resumido Albertini en alusión al agresor.
Finalizada la vista, el juez ha decidido que la víctima no tenga que volver a declarar cuando se celebre el juicio, al dar por válida la declaración de este martes como prueba preconstituida.
Pese a que la víctima no ha podido explicar lo que sucedió entre los días 1 y 11 de noviembre, su abogado ha asegurado que está todo “muy atado” ante la existencia de pruebas contundentes que incriminan a B. R.
El presunto violador ha seguido las declaraciones de su víctima con una actitud de “pasotismo”, “irrespetuosa” e “indiferente”, manteniendo en todo momento la cabeza baja y la mirada perdida. Solo ha levantado la cabeza para firmar los documentos pertinentes, una vez acabada la vista, concretan los letrados.
Desde la patronal del ocio nocturno Fecasarm, que ejerce la acusación popular en este caso, Joaquim Boadas, ha pedido a las administraciones campañas de concienciación más contundentes, más frecuencia en el transporte público y en los trenes en horario nocturno y una mayor presencia policial disuasoria en las zonas de ocio para que los jóvenes se sientan seguros, porque salir de noche no es peligroso.
El próximo viernes, 3 de junio, la Audiencia de Barcelona celebra una vista por el recurso del abogado de la familia de la víctima contra la petición de la defensa del presunto autor, que solicitó que se le pusiera en libertad alegando vulneración de derechos.