El diputado de ERC Joan Josep Nuet ha explicado durante su declaración en el juicio que se celebra contra él por desobedecer al Tribunal Constitucional (TC) al apoyar determinados acuerdos de la Mesa del Parlament de Catalunya durante el 'procés', ente ellos los que facilitaron la tramitación de las leyes de desconexión con España, que su intención no era la de contravenir los mandatos del tribunal de garantías sino, más bien al contrario, tratar de que el independentismo “transitara por vías constitucionales”. “El Parlament en septiembre de 2017 era un caos”, ha argumentado.
El Tribunal Supremo juzga este miércoles y jueves a Nuet por su papel como secretario tercero de la Mesa del Parlament, cuando era diputado de Catalunya Sí que es Pot, al tramitar las iniciativas soberanistas más destacadas del procés en contra de lo ordenado por el Constitucional. Sus compañeros de Mesa ya han sido condenados por estos mismos hechos: Carme Forcadell a 11 años y medio de cárcel por sedición, mientras que los otros tres miembros independentistas de la Mesa a veinte meses de inhabilitación por desobediencia. La Fiscalía pide 10 meses de multa y un año y cuatro meses de inhabilitación para Nuet.
Ante las diversas preguntas tanto del fiscal Javier Zaragoza como de la abogada del Estado Rosa Maria Seoane, poniendo de manifiesto sus reiterados incumplimientos –hasta cuatro– frente a las advertencias del TC, Nuet ha tratado de zafarse explicando por qué en el votó en contra de algunas resoluciones independentistas que llegaron a la Mesa y en cambio a otras votó a favor. “Las que podrían convertirse en constitucionales, les di tramite, para usar la Constitución en su sentido amplio, que pudiera ser reformada para dar cabida a una determinada opción política”, ha explicado.
A riesgo de que se le pueda tildar de “iluso o idealista”, ha explicado Nuet, su intención sobre todo en los primeros pasos del procés, no fue la de incumplir la Constitución ni colaborar con proceso independentista. “De ser así hubiera votado a todo que sí desde el principio hasta el final”, ha añadido, puesto que “esos días todo eso era nuevo, todo pasaba por primera vez” y su grupo pretendía “que no llegase la sangre al río” .
“Me equivoqué tal vez, hoy haría cosas distintas”, ha continuado para admitir que tomó las decisiones que creyó “adecuadas para que se cumplieran con los requerimientos del Tribunal Constitucional no para desobedecerlos”. Ha puesto como ejemplo su apoyo a la creación de una comisión “de estudios” del proceso constituyente, que inicialmente iba a ser una “comisión legislativa” con la que él no estaba de acuerdo.
“Todo para que preceptos que estaban fuera de lo constitucional pudieran vehicularse a preceptos constitucionales”, ha insistido. Tenía además el convencimiento, ha subrayado, de que en todo caso el tribunal de garantías tendría la última palabra sobre la actuación parlamentaria que pudiera llevarse a cabo en la cámara catalana. El interrogatorio ha comenzado después de que el tribunal haya rechazado la solicitud la anulación del procedimiento solicitado por la defensa de Nuet en las cuestiones previas, en atención a dos premisas, la falta de competencia del alto tribunal y la vulneración de varios de los derechos fundamentales de su patrocinado, relacionados con la inviolabilidad como parlamentario autonómico cuando se produjeron los hechos.