Leí en El Periódico de Catalunya la noticia titulada Vila tilda de “poco patriota” a ERC por forzar a Mas a ir al Parlament. Hacía referencia al enfado de CiU con ERC por haber apoyado la comparecencia de Artur Mas en la comisión parlamentaria que investiga el 'caso Pujol'. Lo primero que me vino a la cabeza es la suerte de tener en un Parlamento democrático como el catalán no sólo una comisión parlamentaria que investiga la corrupción política, sino incluso una mayoría parlamentaria que hace comparecer con normalidad a su presidente, relacionado con el caso porque en ese periodo tenía importantes responsabilidades políticas que hacen imposible que no estuviera informado. Recordemos que en el Congreso la mayoría absoluta del PP ha vetado cualquier comisión parlamentaria y la comparecencia de Rajoy para dar explicaciones de otros casos de corrupción política, también evidentes, como Gürtel y Bárcenas.
Y me pregunté, siguiendo la lógica del consejero Vila y de CiU, si soy “buen patriota”, pues la corrupción me preocupa y también la regeneración de la vida democrática en un momento en que se acumulan en determinados segmentos políticos corrupción, puertas giratorias y llamadas a reducir gasto público y aplicar medidas de contención y austeridad. Sobre todo me preocupa dadas las dificultades de la vida cotidiana de tanta gente, que no sé si como yo son o no “buenos patriotas” pero que seguro son gente que sufre los recortes y muchos días se indigna con comportamientos como los de la familia Pujol, Millet y otros ilustres catalanes.
Quizás es necesario que le patriotismo le pasemos el cepillo y lo limpiemos de demagogia, lo acerquemos a la Catalunya cotidiana y a un proyecto de país consecuente con su gente, con la mayoría de su gente que la quiere libre y plena, pero sobre todo limpia y justa para empezar.
Quizás hay que recordar que, en el mundo globalizado de hoy, muchos grupos multinacionales son más poderosos que muchos estados-nación nominalmente soberanos –de las 150 entidades económicas más grandes del mundo, 87 son empresas multinacionales y sólo 63 son estados– y que la globalización ha creado un escenario donde la economía financiera domina las decisiones políticas, como demuestra que sólo en 2010 el valor de las transacciones en los mercados de cambio fuera 62 veces superior al de los intercambios comerciales. Eso sí determina la soberanía de los pueblos y no el discurso neoliberal de una derecha catalana tormentada, que quiere renacer de sus cenizas en una refundación que puede fagocitar el “procés” y buena parte de sus bien intencionados protagonistas.
Que no pare la voluntad de que la Catalunya real emerja y tome la palabra, a toda costa y pese a que alguien nos acuse de “pocos patriotas”, pues en la patria de algunos de estos “patriotas” hoy sabemos que ondea no la estelada, sino la bandera suiza.
Leí en El Periódico de Catalunya la noticia titulada Vila tilda de “poco patriota” a ERC por forzar a Mas a ir al Parlament. Hacía referencia al enfado de CiU con ERC por haber apoyado la comparecencia de Artur Mas en la comisión parlamentaria que investiga el 'caso Pujol'. Lo primero que me vino a la cabeza es la suerte de tener en un Parlamento democrático como el catalán no sólo una comisión parlamentaria que investiga la corrupción política, sino incluso una mayoría parlamentaria que hace comparecer con normalidad a su presidente, relacionado con el caso porque en ese periodo tenía importantes responsabilidades políticas que hacen imposible que no estuviera informado. Recordemos que en el Congreso la mayoría absoluta del PP ha vetado cualquier comisión parlamentaria y la comparecencia de Rajoy para dar explicaciones de otros casos de corrupción política, también evidentes, como Gürtel y Bárcenas.
Y me pregunté, siguiendo la lógica del consejero Vila y de CiU, si soy “buen patriota”, pues la corrupción me preocupa y también la regeneración de la vida democrática en un momento en que se acumulan en determinados segmentos políticos corrupción, puertas giratorias y llamadas a reducir gasto público y aplicar medidas de contención y austeridad. Sobre todo me preocupa dadas las dificultades de la vida cotidiana de tanta gente, que no sé si como yo son o no “buenos patriotas” pero que seguro son gente que sufre los recortes y muchos días se indigna con comportamientos como los de la familia Pujol, Millet y otros ilustres catalanes.