Sólo el 7,5% de los inscritos en Podem han participado en la consulta con la que se debía decidir si el partido morado se integra en el nuevo partido de ámbito catalán que está alumbrando el espacio de los comuns, liderado por Ada Colau. A la espera de conocer el sentido de los votos –se anunciará este lunes–, esta participación por debajo del 10% deja a Albano-Dante Fachin, secretario general del partido, sin demasiada fuerza para plantear sus condiciones en la negociación de la futura formación.
Pese a la escasa movilización –votaron 3.901 de los 52.000 inscritos–, fuentes del partido expresan que el resultado, gane el sí o el no, será “totalmente válido”. Aunque en el documento organizativo político de Podem consta que las decisiones de especial transcendencia solo se podrán adoptar con “un mínimo de quorum del 10% de los inscritos”, desde el partido afirman que este texto quedó superado por el nuevo reglamento que salió de Vistalegre II.
En la consulta se planteaba la siguiente pregunta: “¿Crees que estas condiciones son imprescindibles para la participación de Podem en la asamblea fundacional del nuevo partdo con ICV, BeC y EUiA?” Las condiciones –que Fachin ve indispensables– son que haya primarias abiertas, un sistema proporcional en la elección de la dirección del partido o que los inscritos en Podem puedan participar en él sin tener que volver a registrarse en la web del nuevo proyecto.
La votación en Podem era el principal escollo de una confluencia en la que participan también Barcelona en Comú, ICV y EUiA, y que deberá dar a luz a una nueva formación de izquierdas en Catalunya con una asamblea fundacional prevista para el próximo 8 de abril. Colau llamó este sábado a abandonar las diferencias para consolidar este nuevo espacio, y todo apunta a que esto es lo que deberá hacer el Podem de Fachin, cuyas discrepancias no cuentan con suficiente apoyo en el partido.