'Personal' es un blog por el que desfilarán los personajes más significativos de la actualidad catalana, con las palabras del periodista Xavier Ribera y la mirada artística del ilustrador Jaume Bach.
Marta Ferrusola, la virreina destronada
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol es conocido en Queralbs, lugar donde veranea, como 'el marido de Marta'. La anécdota ayuda a entender el estatus de la que fue durante 23 años la primera dama de Catalunya, Marta Ferrusola. En esta misma línea, confesaba Pujol en el programa “El Convidat” de TV3: “Aquí (en casa) manda ella (señalando a la esposa), es tremenda, tiene más carácter que yo”, a lo que ella le respondía: “¡Oh! ¡Qué comediante!”. Pues parece que esta vez no hacía comedia el presidente: Marta es y ha sido la que manda en casa de los Pujol Ferrusola, y no sólo en casa. En ese mismo programa, Pujol también indicaba que, desde siempre, su mujer se había encargado de la numerosa familia -siete hijos- mientras él destinaba todo su tiempo y esfuerzo en Catalunya, y se lo agradecía. Todo ello fue antes de que el veterano político confesara que había mantenido durante décadas cantidades de dinero sin declarar en cuentas en el extranjero, por lo que se ha imputado el matrimonio y tres de sus hijos; otros tres han sido imputados por otras causas y sólo uno no ha recibido hasta ahora ninguna imputación.
Nacida en Barcelona en 1935 en una familia de la pequeña burguesía catalana -su padre tenía una tienda de tejidos-, siempre ha hecho gala de un fuerte carácter. Sin ir más lejos, presionada por el revuelo posterior a la declaración de Pujol, perdió los nervios ante un periodista y lo envió a la mierda, aunque después se lo repensó y pidió disculpas por su actitud. Las salidas de tono de la mujer del presidente no son nada nuevo. En su día, no se ocultó que le incomodaba que un andaluz, que conservaba el nombre en castellano, pudiera presidir la Generalitat, en referencia al presidente José Montilla. También describió con singular pericia la entrada del primer tripartito al gobierno: “A pesar de que ganamos las elecciones, nos robaron el Gobierno. Es como si entran en tu casa y te encuentras los armarios revueltos porque te han robado”.
Ferrusola siempre ha pensado que el exceso de sacrificio que su marido ha dedicado a Catalunya avalaba que sus hijos o ella misma pudieran trabajar para la Generalitat sin más explicaciones. De hecho, así lo practicó: siendo accionista de la floristería Hidroplant, suministró plantas al Puerto de Barcelona y cuatro consejerías. También hacía un uso abusivo de los coches oficiales o de los Mossos que se ocupaban de la seguridad del presidente, a quien encargaba, por ejemplo, el paseo del perro.
Pero no es menos cierto que Ferrusola ha despertado simpatías entre muchos militantes convergentes que, victoria tras victoria, le gritaban: “¡esto es una mujer!”. Nacionalista conservadora, militante del partido que fundó su marido, muy religiosa, excursionista y esquiadora, la edad no ha sido nunca un problema para que la esposa del muy honorable se tirara en paracaídas o coronara el Montblanc. La matriarca del clan Ferrusola se amparó en el derecho a no declarar en su primera comparecencia en el juzgado -se le acusa de fraude fiscal y de blanqueo de capital.
Pujol ya advirtió que aún estaba a tiempo de estropear su biografía. Ahora que se ha confirmado el pronóstico su mujer no lo ha digerido demasiado bien, aunque quizás ha sido ella la que manda en casa, quien más ha estropeado la imagen de muy honorable.
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol es conocido en Queralbs, lugar donde veranea, como 'el marido de Marta'. La anécdota ayuda a entender el estatus de la que fue durante 23 años la primera dama de Catalunya, Marta Ferrusola. En esta misma línea, confesaba Pujol en el programa “El Convidat” de TV3: “Aquí (en casa) manda ella (señalando a la esposa), es tremenda, tiene más carácter que yo”, a lo que ella le respondía: “¡Oh! ¡Qué comediante!”. Pues parece que esta vez no hacía comedia el presidente: Marta es y ha sido la que manda en casa de los Pujol Ferrusola, y no sólo en casa. En ese mismo programa, Pujol también indicaba que, desde siempre, su mujer se había encargado de la numerosa familia -siete hijos- mientras él destinaba todo su tiempo y esfuerzo en Catalunya, y se lo agradecía. Todo ello fue antes de que el veterano político confesara que había mantenido durante décadas cantidades de dinero sin declarar en cuentas en el extranjero, por lo que se ha imputado el matrimonio y tres de sus hijos; otros tres han sido imputados por otras causas y sólo uno no ha recibido hasta ahora ninguna imputación.