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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Xavier Trias, el alcalde paciente

Dicen quienes lo conocen que una de las principales virtudes de Xavier Trias (1946) es la de saber escuchar. Le viene de oficio: hasta 1981 escuchó pacientes, es médico, y ahora escucha barceloneses, es alcalde. Colgó el fonendoscopio para dedicarse a la política, y tal día hará treinta y tres años (la edad de Cristo). Se le otorgan, junto con su padre político Josep Laporte -y, si se quiere, antes y a nivel de esbozo, Ramon Espasa-, los méritos del diseño del mapa sanitario catalán -en otros tiempo tan admirado localmente e internacional. Trias ha cumplido 65 años y hace tres que es alcalde de la capital de Catalunya, su querida Barcelona.

Nació en la rambla de Catalunya con Consell de Cent, por donde le encanta pasear. Es el segundo de una familia de doce hermanos. Estudió en los jesuitas de Sarrià y se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, especializándose en pediatría. Completó su formación de post-graduado en Génova (Italia) y Berna (Suiza), donde trabajó durante un año y medio en la investigación de las enfermedades metabólicas y su diagnóstico y tratamiento. De 1974 a 1981 ejerció de médico pediatra en el Hospital Infantil de la Vall d'Hebron. También fue vocal nacional de hospitales en el Consejo General de Médicos de España y en la Junta del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona.

De la mano del entonces consejero de Sanidad de la Generalitat de Catalunya, Josep Laporte, entró en el gobierno catalán y en la política haciéndose inicialmente cargo del Servicio de Asistencia Hospitalaria. Dos años después (1983), asumió la dirección general de Ordenación y Planificación Sanitaria y el año siguiente la dirección general del Instituto Catalán de la Salud (ICS), cargo que ocupó hasta su nombramiento como Consejero de Sanidad de la Generalitat, en sustitución de su mentor, Josep Laporte. En su fulgurante carrera política, Trias también supo seducir al durante tantos años presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que en el año 1996 lo nombró consejero de la Presidencia. En 2000 encabeza la candidatura de CiU a las elecciones al Congreso. Finalmente, el médico barcelonés vio recompensada su trayectoria con la candidatura a la alcaldía de Barcelona, siendo cabeza de cartel de CiU tres veces consecutivas: los dos primeros intentos sin éxito contra los socialistas Joan Clos y Jordi Hereu, pero en la tercera fue la vencida y fue elegido alcalde de Barcelona el 1 de julio de 2011.

Trias es un político paciente, gracias a ello ha acabado logrando la alcaldía que CiU más anhelaba y más se le resistía, la de la capital; antes lo habían intentado sin éxito convergentes de renombre como Ramon Trias Fargas, Josep Maria Cullell (haciendo equipo con Artur Mas), Miquel Roca o Joaquim Molins. Los ocho años que Trias ha tenido que gastar en la oposición lo han curtido en el mundo municipal, pero también lo han envejecido. Es en el paso de los años donde se cogen sus adversarios para pedir su relevo. Pero el convergente reclama la habilidad del gato viejo para, todavía, hacer camino y volverse a presentar a la alcaldía. También se le acusa de blando, de posicionarse en medio de los problemas y no tomar una determinación clara, de adquirir una posición cobarde, de no contentar ni a la gente de orden ni a los alternativos; pero a todo ello, él lo llama dialogar. No es independentista, pero votará el doble sí, si se da el caso; es convergente, pero, a menudo, no lo parece. Al fin y al cabo, la edad le permite coger ciertas atajos.

Dicen quienes lo conocen que una de las principales virtudes de Xavier Trias (1946) es la de saber escuchar. Le viene de oficio: hasta 1981 escuchó pacientes, es médico, y ahora escucha barceloneses, es alcalde. Colgó el fonendoscopio para dedicarse a la política, y tal día hará treinta y tres años (la edad de Cristo). Se le otorgan, junto con su padre político Josep Laporte -y, si se quiere, antes y a nivel de esbozo, Ramon Espasa-, los méritos del diseño del mapa sanitario catalán -en otros tiempo tan admirado localmente e internacional. Trias ha cumplido 65 años y hace tres que es alcalde de la capital de Catalunya, su querida Barcelona.