La operación refundación de Convergència Democràtica pasa por hacer borrón y cuenta nueva. El coordinador general de CDC, Josep Rull, ha explicado este lunes que el planteamiento de la formación no es “refundar Convergència”, sino disolverla hasta dejarla en la mínima expresión para “fundar un nuevo espacio político” de centro e independentista, una operación que ha desmarcado de los casos de corrupción.
En una rueda de prensa tras la reunión de la ejecutiva de Convergència, Rull ha detallado que en el plazo de cuatro o cinco meses pretenden iniciar la creación de un “nuevo partido para un nuevo país”. Ha descartado que esta operación sea para tapar los casos de presunta corrupción, ya que la “razón básica es que han cambiado los objetivos”, dado que la apuesta fundacional de CDC era buscar un reconocimiento nacional de Catalunya dentro de España y en estos momentos el fin es, ha recordado, avanzar hacia la independencia.
Rull ha explicado que el Congreso de CDC previsto para el primer semestre de 2016 será el de la “disolución” del partido, para dejarlo en la “mínima expresión”, y a partir de ahí se creará “nuevo espacio” político, al que se invitarán a sumarse a otros partidos políticos y organizaciones.
“El planteamiento ya no es refundar CDC sino fundar un nuevo espacio”, ha remarcado el número dos de Convergència, que ha afirmado que cierran “un proyecto de éxito con la voluntad de abrir uno mejor para lograr la independencia y gestionar la independencia”. Rull ha subrayado que el presidente de la Generalitat en funciones y líder de CDC, Artur Mas, quiere “participar activamente” en este proceso de fundación de esta nueva formación.
Un “nuevo espacio político” que ha definido “de centro” y que aglutinaría el liberalismo, social cristianismo y la social democracia con el denominador común de la independencia. Para Rull, la nueva formación tendrá como objetivo “ensanchar el espacio del soberanismo” con el fin de acercar personas “moderadas y de orden” a la apuesta de un Estado independiente. Para el dirigente convergente, el objetivo del nuevo partido será “pasar de la construcción nacional a la construcción de un Estado independiente” a partir de los fundamentos de un Estado de Bienestar, la justicia social y la capacidad de generar grandes consenso.
El presidente de la Generalitat y de Convergència, Artur Mas, dio este domingo por amortizada a CDC y consideró que Democràcia i Llibertat, siglas con las que CDC se presenta a las próximas elecciones del 20D, es la mejor “semilla” para la creación de un nuevo partido político. Según Mas, esta nueva formación debe tener una gran fuerza al futuro político de Catalunya, ya que “para crear un país nuevo se necesitará un partido nuevo”, dijo el president este domingo.
Lastrada por la corrupción y los recortes, Convergència había iniciado su refundación de la mano de Mas, el hijo político de Jordi Pujol, rompiendo la histórica coalición con Unió Democràtica y, en especial, a través de la candidatura de Junts pel Sí, con la que el partido concurrió a las elecciones catalanas de septiembre junto ERC e independientes. Los primeros signos de agotamiento de la marca Convergència se vieron en las elecciones europeas del año pasado, cuando ERC superó por primera vez a los convergentes en unos comicios. Tras años de éxitos (Pujol gobernó 23 años consecutivos, y Mas lidera la Generalitat desde 2010), la confesión de la herencia secreta del expresident fue un duro golpe a la marca convergente.
Durante la presentación de Democràcia i Llibertat, siglas con las que CDC se presenta a las próximas elecciones del 20-D en coalición con Reagrupament y Demòcrates de Catalunya, que es el nuevo partido creado por los soberanistas escindidos de Unió, Mas valoró que en esta formación confluyen democristianos, liberales y socialdemócratas.
Construir un país nuevo requiere, según Mas, un “partido nuevo” y la semilla del mismo está en esta lista que se presentó este domingo. “Todos juntos para poder hacer un partido nuevo de aquí a poco tiempo para ayudar a construir un país nuevo”, “haya investidura o no”, subrayó. Según Mas, este nuevo partido ha de ser capaz de arrastrar a mucha población que confluya en una formación política que pueda articular bien lo que ha de ser este país nuevo “que queremos construir entre todos”.
Además, dijo que él también se quiere implicar “porque quiere tener un papel complementario” o para ayudar a que Catalunya en los próximos años disponga de una herramienta política de primer nivel, con buenos pilares, “que coja lo mejor de lo que hemos acumulado hasta ahora, que ha sido mucho”, pero que también deje de lado lo que probablemente no sirve para hacer un país nuevo. Insistió en que un buen resultado de esta lista es una semilla potente para construir un partido nuevo al servicio de un nuevo país.