Los máximos responsables del PDECat, el partido de Artur Mas, tienen en mente el escenario de unas elecciones autonómicas. ERC lo podía sospechar, pero ahora lo ha confirmado. La revelación en exclusiva de Catalunya Plural de la reunión mantenida por el responsable de organización del partido, David Bonvehí, en la que no descarta abandonar las posiciones independentistas, ha erosionado aún más la confianza de los republicanos en el compromiso con el referéndum del partido de sus socios de Govern. Horas después Bonvehí se ha matizado a sí mismo y ha reiterado el compromiso independentista.
No solo por la demostración de que el PDECat contempla un plan B autonomista “si el procés es un desastre”, en palabras de Bonvehí. También y sobre todo porque en las explicaciones posteriores que el dirigente del PDECat ha ofrecido ante la prensa, el partido viene a confirmar que, con candidato autonomista o no, el escenario electoral está muy presente en sus cálculos. En la casa republicana confían ahora en que el president Carles Puigdemont, de cuyo compromiso independentista no tienen dudas, será capaz de hacer prevalecer sus tesis sobre las de su propio partido.
La revelación de los planes del coordinador Bonvehí llega además en uno de los momentos de mayor desconfianza entre los socios, en plena recta final hacia la convocatoria del referéndum. Durante toda la semana se han sucedido las reuniones, entre miembros del Govern, por un lado, entre responsables del PDECat y sus consellers, por otro, y entre el conjunto de fuerzas independentistas en tercer lugar. Presidència ha intentado rebajar la tensión generada por las desavenencias internas respecto a la preparación del referéndum.
El pasado martes el diario Ara reveló que la consellera de Governació, Meritxell Borràs (PDECat), había reclamado al vicepresident y líder de ERC, Oriol Junqueras, que la orden para comprar las urnas le fuera dada por escrito, después de que éste lo hubiera hecho verbalmente. No es el único agravio que ERC muestra. En una entrevista concedida a la agencia ACN, el portavoz republicano Sergi Sabrià ha manifestado su contrariedad por la nueva línea parlamentaria del PDECat, centrada en marcar perfil propio ante Esquerra. “Nos extraña que estén más pendiente del partido que del país”, ha asegurado.
El PDECat se defiende remarcando el hecho de que, hasta ahora, son los electos de su formación los que han sido inhabilitados por la consulta del 9-N. Con esto, rechazan la acusación de que estén retrasando los preparativos del referéndum para evitar el riesgo judicial. Una actitud que diversos sectores del partido sí ven en ERC y, en concreto, en Junqueras. Es el líder de ERC quien recibió el encargo de preparar el referéndum y en el PDECat hay quien duda de que esta labor se esté cumpliendo.
Todo esto ocurre mientras los apercibimientos penales desde las instancias judiciales del Estado se amontonan. Este martes llegó el último de ellos, el quinto. Con él sobre la mesa, Puigdemont quiso cerrar el cruce de desconfianzas con un llamamiento inequívoco a la unidad en torno al referéndum. Así lo trasladó a sus socios de ERC pero, significativamente, también a su propio partido, a quien le pidió que le secunden. Para tranquilizarles, el president también ha prometido que las decisiones del Govern en este asunto serán colegiadas.
El único miembro del Ejecutivo que ha valorado las grabaciones ha sido el conseller de Cultura, Santi Vila, a quien Bonvehí ve capaz de ganar Ada Colau en Barcelona. “El autonomismo está muerto”, ha proclamado Vila este jueves en un vídeo que ha colgado en su cuenta de Twitter. “Estamos al lado del president Puigdemont. Especular sobre si hay consellers más o menos comprometidos es un triste favor al gran reto histórico que tenemos como país”, ha añadido.
La unidad, bien lo saben en el Palau de la Generalitat, será fundamental en los meses de margen que aún le dan a la vía del referéndum pactado que, como ya hiciera Junqueras hace unas semanas, este jueves la portavoz del Govern, Neus Munté, ha asegurando que acabará en junio.
Pero, si se desea cumplir con el plazo prometido para la celebración del referéndum, es decir, el próximo mes de septiembre, los preparativos deberán empezar en el periodo que el Govern de JxSí se ha dado para pactar el referéndum con el Estado. Algo que hoy, en medio de las desavenencias entre los socios por la revelación de los cálculos electorales del PDECat, parece más lejano que nunca.