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Bassa (ERC) se desmarca de Junqueras y alega que acató “absolutamente” la suspensión del 1-O

Cambio considerable de tono y estrategia en las declaraciones en el Supremo de los exconsellers. La exconsellera de Trabajo Dolors Bassa se ha desmarcado de la línea marcada por el líder de ERC, Oriol Junqueras, en las declaraciones del Tribunal Supremo. Bassa, que fue diputada de ERC hasta el mes de marzo y consellera por mandato de Junqueras, ha realizado una defensa técnica, negando punto a punto los hechos de los que la acusa la Fiscalía, alejándose por completo del alegato político del exvicepresident. 

Bassa ha sido la primera en alegar abiertamente que obedeció la suspensión del referéndum ordenada por el Tribunal Constitucional. “No hice absolutamente nada a partir de la suspensión de la ley del referéndum”,  ha afirmado. En la defensa menos política que se ha escuchado hasta ahora, Bassa ha insistido en que desde su departamento no hizo “nada para no cumplir las sentencias del Constitucional”.

Incluso ha recordado que todo el Govern “acató” las multas que el Constitucional impuso a la Sindicatura Electoral del referéndum, que acabo disolviéndose. La exconsellera ha sido la primera de los dirigentes acusados que ha mostrado su respeto al Constitucional: “Es el máximo intérprete de la Constitución, pero la Constitución tiene miradas más amplias. Siento la autoridad del Constitucional pero estábamos en un conflicto e íbamos a resolverlo”.

Por contra, Junqueras criticó abiertamente al Constitucional, al que responsabilizó del inicio del proceso soberanista por su sentencia que recortó el Estatut aprobado por el Parlament y el Congreso. “La sentencia fue devastadora”, afeó, para también culpar al tribunal de “censurar y cerrar el paso a cualquier elemento que ponga en tela de juicio el status quo del régimen del 78”.

Junqueras renunció a una defensa jurídica, rechazó responder las preguntas del fiscal y la abogada del Estado y pronunció un alegato político en defensa del 1-O. Votar no es un delito, impedirlo por la fuerza sí“, proclamó, obviando los distintos requerimientos del Constitucional para que la Generalitat no impulsara el 1-O.

Por contra, Bassa sí ha respondido al fiscal Fidel Cadena y no ha tenido dudas en alegar que tanto su departamento como el resto obedecieron la suspensión de la consulta. “No se hizo ninguna acción ni ningún gasto, no se hace absolutamente nada, no se materializa ni se hace ninguna acción por parte del gobierno de la Generalitat”, ha aseverado.

Ha recalcado además que el Govern aprobó el decreto de convocatoria del referéndum y el acuerdo que autorizaba a los departamentos a gastar dinero en el 1-O un día antes de que el Constitucional suspendiera la ley del referéndum. “Cuando se suspende la ley desistimos, no podíamos materializar nada”, ha cerrado, en una búsqueda de la absolución mediante fórmulas exclusivamente técnicas. 

A diferencia de la defensa a ultranza de Junqueras del 1-O, Bassa ha sostenido que el referéndum “nunca” se contempló “como un acto concluyente para la independencia”, sino como “un acto para llegar al dialogo y a la negociación” con ell Gobierno central.

“Teníamos claro que si mucha gente iba a votar, nos ayudaría a la negociación”, ha indicado Bassa, en lo que ha supuesto un torpedo a la línea de flotación del discurso de Junqueras, que definió el 1-O como un “instrumento para hacer efectiva la voluntad popular” y no como una herramienta para negociar con el Gobierno. “Siempre se planteó la independencia como algo pactado con acuerdo, durante el tiempo que fuera necesario. La prueba es que estamos aquí y no está la independencia”, ha reconocido Bassa, en una fría constatación de que los independentistas no lograron su objetivo.