Catalunya mantiene el pulso. El mapa catalán surgido del 20D, que en diciembre dibujó un escenario en el que dominaban las fuerzas partidarias del referéndum y las de izquierdas, no ha sufrido apenas modificaciones en las elecciones de este 26J. Escenario que contrasta con el cierre electoral español, en el que el PP ha mejorado su mayoría y las fuerzas partidarias de la plurinacionalidad, Unidos Podemos y sus confluencias, se han visto incapaces de arrebatar el segundo puesto al PSOE. Con la salvedad de un escaño que el PP ha arrebatado a los socialistas, Catalunya consolida su situación bipolar entre el área metropolitana, donde En Comú Podem y el PSC mantienen su hegemonía, y el interior, en la que el independentismo sigue dominando y gracias a la cual obtiene uno de cada tres votos.
En Comú Podem, que pierde dos décimas en porcentaje de votos, ha revalidado una victoria en Catalunya que ha sabido a derrota por los pobres resultados de sus compañeros de Unidos Podemos. Los de Xavier Domènech han vuelto a demostrar su amplio dominio en L'Hospitalet, Badalona, Terrassa o Sabadell, donde han rozado el 30%, y su importante presencia en Barcelona, donde han vuelto a sobrepasar el 25%. Sin embargo la marca morada no ha sido capaz de mejor los resultados por la falta de movilización general, especialmente acusada en Catalunya, haciendo que casi 80.000 votantes de En Comú el 20D, este domingo, hayan preferido quedarse en casa. “No estamos exultantes, porque Unidos Podemos no ha ganado al PP”, ha reconocido Ada Colau ante su gente, en un acto en el que Xavier Domènech ha apuntado hacia las elecciones catalanas para asegurar que han demostrado ser “la alternativa a Convergència”.
En el bando independentista, ERC encontraba razones para felicitarse. “Los ciudadanos de Catalunya nos han visto como la fuerza más útil del cambio, más que nada porque se ha demostrado que en el Estado español no hay vía de cambio posible”, ha asegurado Gabriel Rufían. Su candidatura ha sumado más de dos puntos respecto al 20D que, pese a no haberse traducido en ningún escaño, ha acabado de pintar de amarillo el mapa de la Catalunya interior, arañando a CDC casi un punto. Esquerra consolida la trayectoria de los últimos años, en las que los republicanos conquistan la hegemonía independentista. Pese a los buenos resultados, estos no han sido suficientes para hundir a CDC, que ha salvado los muebles, sobreponiéndose a las malas encuestas y manteniendo intactos sus 8 diputados.
En una escenario quieto como un estanque y que no deja ni ganadores ni perdedores, la situación del PSC es paradójica. Meritxell Batet ha conseguido aumentar el porcentaje de voto medio punto, del 15,7% a 16,2%, pese a lo que han perdido un escaño por la circunscripción de Lleida. En la provincia más occidental de Catalunya la subida del PP, de más de dos puntos, ha bloqueado la entrada de los socialistas, que se quedan sin representación por la circunscripción por primera vez en la historia.
La derrota de los socialistas ha sido en Lleida la victoria del PP. Algo por debajo de la media del resto del Estado, pero también en Catalunya el partido de Mariano Rajoy ha mejorado resultados, sin resentirse por el escándalo de la supuesta fabricación de pruebas falsas contra políticos independentistas de Jorge Fernández Díaz, número uno catalán. El PP ha sumado más de dos puntos en Lleida, Barcelona y Tarragona, y uno y medio en Girona, consiguiendo colocarse arrebatar el lugar como quinta fuerza catalana a Ciudadanos.
Los de Albert Rivera, que ya sorprendieron en las pasadas elecciones con un resultado por debajo de las expectativas en la comunidad que les vio nacer, han vuelto a ser los peor parados este domingo, con una bajada mayor a los dos puntos. Los naranjas se han quedado en el 10,9%, aunque mantienen sus 5 diputados. Las bajadas han sido importantes en todas las circunscripciones, aunque principalmente en Tarragona, considerado uno de sus feudos, donde se han dejado tres puntos.
Aire para el independentismo
Que las dos candidaturas independentistas sumen a duras penas un punto respecto al 20D no ha sido obstáculo para que ambas se hayan mostrado satisfechas por el resultado, mirando más al escenario español que al catalán. El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha puesto en contraste la Catalunya “que ha vuelto a demostrar su voluntad de cambio” contra una España “que se ha demostrado, una vez más, irreformable”. Por esta razón, el vicepresident catalán ha invitado a En Comú Podem a “sumarse al cambio de la República catalana”, un mensaje al que se ha sumado el candidato al Congreso, Gabriel Rufián.
La derrota de las fuerzas que defienden el derecho a decidir en España da aire a las tesis de los independentistas ante un complicado panorama interno en el Parlament, en el que el president Carles Puigdemont se someterá a una cuestión de confianza para tratar de volver a seducir a la CUP. En estas elecciones, el independentismo ha vuelto a demostrar su mala salud de hierro, que les permite consolidarse en la segunda posición en unas elecciones donde los partidos nacionalistas han tenido siempre más dificultades que en el resto.
Para CDC, los resultados no solo son aprovechables en clave española, sino también en la catalana. Pese a que ceden electorado hacia Esquerra en una sangría que no son capaces de taponar, no perder diputados les permite negar los pronósticos que predecían su declive. Estos resultados, que consolidan además la apuesta personal de Artur Mas, incidirán también de forma importante en el próximo congreso que debe llevar a la refundación del partido, del 8 al 10 de julio próximos.