Aunque Ada Colau ya anunció que no participaría en la campaña directamente, el núcleo cercano de la alcaldesa e impulsor de Guanyem Barcelona, formado por el primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello, el tercer teniente Jaume Asens o la concejala Gala Pin, han aparecido este jueves como algunas de las firmas de un manifiesto ciudadano que pide apoyo, no sólo a Catalunya Sí que es Pot sino también a la candidatura de la CUP-Crida Constituent. La firma del núcleo de Colau simboliza tender la mano a la izquierda rupturista después del 27-S, una izquierda que según el manifiesto incluiría a Catalunya Sí que es Pot, pero también a la CUP.
Barcelona en Comú, a quien quería asemejarse la candidatura Catalunya Sí que es Pot, se había mantenido hasta este miércoles al margen de la campaña electoral de la candidatura liderada por Lluís Rabell. Ni Colau ni ninguno de los que ganaron las elecciones el 24-M habían entrado en campaña hasta esta semana. Y si por un lado, estos tres concejales firmaban el manifiesto, por otro la segunda teniente de alcalde Laia Ortiz (ICV) y los concejales Laura Pérez y Raimundo Viejo (ambos de Podem), aparecieron en el barrio de Sants (Barcelona) el miércoles para acompañar al secretario político de Podemos Iñigo Errejón, quien lleva días paseándose por Catalunya.
Al sector más colauista, que entiende Catalunya Sí que es Pot como un artefacto que se parece más a un pacto entre ICV y Podem que a Barcelona en Comú, le interesa mantenerse a cierta distancia de la campaña puesto que de ello puede depender la estabilidad de su gobierno municipalista. Colau, que fue investida alcaldesa con el apoyo de ERC, el PSC y una de las concejales de la CUP, quiere preservar su neutralidad en las elecciones catalanas porque cualquier movimiento puede afectar al equilibrio de fuerzas en el Ayuntamiento. Sin embargo, Laia Ortiz, Laura Pérez y Raimundo Viejo salieron este miércoles a hacer campaña por Catalunya Sí que es Pot y quisieron mostrar que era la continuación de la victoria de Barcelona en Comú el 24-M. “Catalunya se encuentra ahora en la segunda parada del tren que viaja recto hacia la victoria de la gente”, dijo este miércoles Pérez en el acto con Errejón.
Catalunya Sí que es Pot no es Barcelona en Comú
El intento de réplica por parte de Catalunya Sí que es Pot perseguía aprovechar la euforia del 24-M tras la victoria de Colau. Sin embargo, la candidatura encabezada por Lluís Rabell no consiguió la amplia confluencia que sí consiguió Barcelona en Comú con Podem, ICV, EUiA, Equo y Procés Constituent. Este último, el partido del economista y pacifista Arcadi Oliveres y la monja Teresa Forcades, optó finalmente por no sumarse a la lista, mientras en su interior ya se había articulado un núcleo contrario al pacto con Podem e ICV y favorables a una confluencia con la CUP, con quien coincidían más en el horizonte nacional.
El descuelgue de Procés Constituent de la candidatura supuso un golpe duro para la candidatura, ya que Arcadi Oliveres, una de las caras visibles del 15-M en Catalunya, se había perfilado como uno de los favoritos para encabezar la candidatura Catalunya Sí que es Pot.
El rechazo por parte del economista de liderar la candidatura dejaba a pocas semanas de las elecciones poco margen para encontrar un cabeza de lista independiente y de un perfil semejante a Colau. Finalmente, la elección de Lluís Rabell, un referente del activismo vecinal en Barcelona pero un completo desconocido en Catalunya complicaba aún más la réplica autonómica de Barcelona en Comú.
Además, la candidatura encabezada por Rabell se mueve, a diferencia de Barcelona en Comú, en otro terreno, Catalunya, de una tradición conservadora avalada por casi 30 años de CiU en el gobierno de la Generalitat y en un contexto electoral en clave plebiscitaria en el que su posición sobre el derecho a decidir, dependiente de una mayoría favorable en Madrid, les juega en contra. Y es que Barcelona En Comú nació como una candidatura que tenía como único horizonte el 24-M y jugaba en un terreno, Barcelona, de tradición socialista, donde con Colau como alcaldable tenían posibilidades de sacar muy buenos resultados.
Ante esta situación y con las elecciones generales en el horizonte, los líderes nacionales de Podemos no han dudado en entregarse a la campaña de Catalunya Sí que es Pot. El mensaje que quieren que cale, el que se han encargado de difundir en sus perfiles de Twitter Pablo Iglesias e Iñigo Errejón: “Catalunya Sí que es pot és Podem”. Y mientras el sector colauista se ausenta en los mítines, este miércoles Errejón se apresuraba en establecer vínculos: “No soy de Barcelona pero me siento de aquí cuando hay una alcaldía que abre las ventanas y los cajones”.