La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

El pacto entre CiU y ERC encoge la unidad del proceso soberanista

Las entidades independentistas –Assemblea, Òminum y Asociación de Municipios Independentistas– reclamaban unidad a los partidos y la unidad se ha acabado imponiendo. Eso sí, solo entre dos de los cuatro grupos que venían apoyando el proceso soberanista hasta el 9-N. El pacto alcanzado entre CiU y ERC deja fuera a los partidos más pequeños, Iniciativa, EUiA y la CUP, que aportaban cerca de un quinto de las fuerzas del soberanismo en el Parlament. La hoja de ruta del proceso ha pasado de un consenso que reunía al 65% de los diputados a un pacto bipartito que cuenta con el 53 de apoyos. La nueva etapa concita más unidad, pero a costa de encogerla.

El acuerdo suscrito entre los líderes de los dos principales partidos catalanes se centra en la estabilidad del Govern de CiU y deja en el aire los flecos sobre el proceso independentista. Sobre esto, cada partido tiene una posición propia. Mas anunció que las elecciones se celebrarían el 27 de septiembre con listas separadas de CiU y ERC, pero antes se negociará la hoja de ruta que deberá recoger las posiciones de ambos partidos. Tanto ERC como CiU quieren presentar el 27-S como unos comicios en clave nacional, pero en el aire queda la opción como llegar a una secesión si el independentismo obtiene mayoría en el Parlament.

ERC considera que, una vez celebrados los comicios, el Parlament debe comenzar a elaborar un Constitución catalana. Si el texto constitucional es aprobado en referéndum, la secesión debería declararse de inmediato, a juicio de los de Junqueras. Por el contrario, CDC ha mostrado su preferencia por que haya otro referéndum sobre el asunto específico de la secesión. En cualquiera de los dos casos, las opciones previstas por los partidos a día de hoy pasan por una declaración unilateral de independencia siempre que se logren mayorías aunque, en el caso de CiU, mantienen abierta la posibilidad de negociar con el Estado “nuevas formas de encaje”.

La opción de la secesión inmediata deja fuera las aspiraciones tanto de ICV-EUiA como de Unió. Los primeros apuestan por llevar a cabo un proceso constituyente en clave catalana, aunque rechazan que los comicios del 27-S sean unas plebiscitarias. Por su parte, Unió ha anunciado que solo tomará posición el debate independentista después de las municipales. La CUP, por último, no descarta sumarse a la hoja de ruta independentista si las elecciones tienen efectivamente un carácter plebiscitario, pero censuran el acuerdo como una cesión de ERC al “chantaje” de Mas.

El pacto soberanista se hace más pequeño tras el acuerdo entre ERC y CiU. “No nos interpela”, declaró el diputado de la CUP, Quim Arrufat. En la misma línea la portavoz de ICV-EUiA, Dolors Camats, denuncia la “subordinación” de Esquerra al partido del president, y recalca que ERC renuncia a hechar a Trias del ayuntamiento de Barcelona, ya que Mas anuncio un acuerdo con los republicanos para “priorizar” los pactos con los nacionalistas tras las elecciones municipales.