El actual conseller de Interior, Miquel Buch, ha vuelto a comparecer este martes como investigado ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) por su papel en el 1-O como alcalde de Premià de Mar (Barcelona). El exalcalde ha alegado ante el juez que acató al Tribunal Constitucional y que una vez suspendido el referéndum no dio instrucciones como alcalde para ceder locales públicos del municipio para la votación.
Buch ha comparecido durante unos 25 minutos ante el magistrado del alto tribunal catalán Jordi Seguí como investigado por los delitos de desobediencia por ceder supuestamente locales de titularidad municipal para celebrar el 1-O en Premià de Mar cuando era alcalde de este municipio.
A la salida, Buch ha declarado ante los medios que si los colegios abrieron el 1-O no es porque se diera orden para ello desde los ayuntamientos, sino porque “la sociedad se movilizó para tener las escuelas abiertas”. Para el conseller esto prueba que la organización de la consulta “no fue una locura del Parlament, ni del Govern ni de los alcaldes, sino que fue la sociedad catalana en general la que quería participar en el 1-O”.
Según fuentes judiciales, Buch ha alegado que su apoyo al 1-O como alcalde fue meramente político, ya que no dictó instrucción alguna a ningún funcionario para abrir los centros. En este sentido, el conseller ha recordado que la Policía Local de Premià certificó ante la Fiscalía que Buch ni ningún otro responsable municipal les dio ningún requerimiento respecto a la apertura de locales, y que tampoco consta ninguna instrucción en este sentido en los archivos municipales, según ha constatado el secretario del consistorio.
El juez había archivado la causa contra Buch al no apreciar delito, pero la Sala de apelaciones del TSJC le obligó a reabrirla para que investigara más a fondo el papel de Buch en el 1-O como alcalde de Premià, cargo que abandonó cuando fue nombrado conseller en mayo de 2018.