La CUP celebrará este domingo un consejo político para decidir si tumba o avala la candidatura del diputado de JxCat en el Parlament Quim Torra a la presidencia de la Generalitat. De esta forma, los anticapitalistas deciden añadir incertidumbre a la abstención que preveían dar a Torra, según reiteró esta misma semana el diputado Carles Riera.
El funcionamiento asambleario de la CUP explica este giro de última hora. La diputada Natàlia Sànchez ha detallado que tres asambleas territoriales 'cupaires' han solicitado la reunión del consejo político y el grupo de acción parlamentaria, el máximo órgano de decisión de la CUP, para debatir el sentido del voto de sus cuatro diputados, cruciales para que la investidura de Torra prospere. Los estatutos de la formación obligan a este ente a reunirse si un mínimo de tres asambleas lo piden.
Las tres territoriales solicitan cambiar las cuatro abstenciones que tenían previsto emitir, por cuatro 'no', lo que truncaría las posibilidades de Torra de presidir la Generalitat. La abstención de los cuatro diputados de la CUP es necesaria para que Torra sea investido en segunda votación. Si la CUP vota en contra, Torra recibiría 69 votos en contra por 66 a favor de JxSí y ERC, lo que impediría que fuera investido president.
En el seno de la formación asamblearia conviven dos posicionamientos a la hora de permitir la investidura de un candidato, como Torra, alternativo a Puigdemont. El president cesado era el preferido de los cupaires y el único al que podían otorgar cuatro votos positivos. Por un lado, un sector de la CUP prefiere no entorpecer la formación de un Govern. Aunque disgustado por lo que consideran un programa “autonomista” de JxCat y ERC, esta parte de la militancia prioriza evitar la repetición electoral.
Sin embargo, otro sector prefiere mantener el bloqueo y acudir de nuevo a elecciones. Argumentan que es necesario que los ciudadanos vuelvan a las urnas porque JxCat y ERC no han sido transparentes durante las negociaciones que siguieron a los comicios del pasado diciembre y han renunciado al programa independentista prometido en campaña.
“Tres asambleas territoriales interpretan que el momento actual, la secuencia política que nos lleva hasta aquí, requiere de una reflexión también para abrir la puerta a un posible 'no' a la candidatura de Quim Torra y al proyecto político que le acompaña, que se interpreta que es netamente autonomista”, ha explicado Sànchez en una entrevista en Europa Press.
El consejo político y grupo de acción parlamentaria de la CUP, que ya vetó a Artur Mas como presidente hace tres años, está formado por unos 60 representantes de las 13 asambleas territoriales y una decena de miembros de las distintas organizaciones que integran la CUP, como Poble Lliure o Endavant.
De seguirse el calendario previsto, el sábado se celebrará la primera sesión de investidura, en la que Torra no será investido al no contar con la mayoría absoluta. El domingo será el día clave, cuando la CUP decida si en la segunda sesión del lunes mantiene la abstención o cambia al 'no', lo que torpedearía la elección de Torra. El 22 de mayo, si no hay president, se convocarán automáticamente nuevas elecciones para el mes de julio,