La dirección del PDeCAT ha rechazado la propuesta formulada por los presos del partido para que el partido aceptase formar una nueva organización y debatiese sobre su disolución, según informa la agencia ACN. Tras cinco horas de debate, la ejecutiva reunida de forma extraordinaria este viernes a lo largo de la mañana ha emplazado su presidente, David Bonvehí, a seguir negociando con la Crida, la organización en la que se agrupan los partidarios de Carles Puigdemont y el sector unilateralista de JxCat.
El partido, que se niega a disolverse, se da así más tiempo para mantener las conversaciones sobre el encaje con JxCat. La fórmula por la que el PDeCAT apuesta es una coalición con la Crida, con un reparto prefijado de representación y cargos en la ejecutiva, y que pueda, si lo desea, mantener las siglas de Junts, que son de su propiedad.
Los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Quim Forn y Lluís Puig habían hecho llegar este viernes una propuesta de convocar una asamblea constituyente de los electos de JxCat y que, pasados seis meses de la creación y la consolidación del nuevo partido, el PDeCAT debata si se mantiene o bien se disuelve en la nueva formación. La reunión ha tenido lugar de 10 a 15 horas.
Las negociaciones entre JxCat y la Crida, en el marco de la reorganización del espacio para preparar la propuesta electoral de los próximos comicios catalanes, han aumentado en varios grados el nivel de tensión interna en los últimos días. Desde la Crida consideran que la formación heredera de Convergència debe encaminarse hacia la desaparición para crear una nueva fuerza unitaria, mientras que el PDeCAT apuesta por mantenerse como partido con un matiz ideológico propio y cuotas de poder en la coalición.