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ERC redefine su estrategia de campaña para frenar el efecto Puigdemont

“Que [Puigdemont] pueda volver es poco más que un deseo”. Carles Mundó, conseller de Justicia cesado, recientemente excarcelado y número cinco de ERC dejó caer esta bomba el viernes, en un acto de campaña en Blanes. No era casual. Una semana después del inicio de la campaña, los republicanos han renfocado su estrategia para hacer frente al 'efecto Puigdemont'. Ante esto, un mantra que se ha extendido en ERC: “Realismo y pragmatismo”.

Las declaraciones de Mundó no por obvias evitaron crear malestar en la cúpula del PDeCAT, que ha puesto todos sus huevos en la cesta de Carles Puigdemont y su lista, Junts per Catalunya, para obtener un buen resultado en las elecciones del 21D. Los exconvergentes se sienten fuertes y aseguran estar recortando distancia con ERC, incluso sobrepasándoles en algunos de sus 'trackings' internos. Su estrategia para auparse con la promesa de restituir el Govern depuesto por el 155 ha dado en clavo, consideran.

Pero, para esto, JxCat necesita que no quepa duda de que Puigdemont es el candidato del conjunto del independentismo. Y aquí han chocado con el mensaje de ERC. “No nos embarrancaremos en esto, para nosotros la prioridad es tener un nuevo Govern cuanto antes para acabar con el 155”, aseguran desde ERC, quitando importancia al debate sobre la investidura en el que JxCat quiere poner el foco.

“Nuestro candidato es Junqueras pero, si no puede ser, ya hemos dicho que Rovira está preparada para asumir la presidencia. Necesitamos un gobierno fuerte y lo necesitamos pronto”, insisten desde filas republicanas.

En los escasos 10 días restantes de campaña, los republicanos apuestan por proponerse como el único voto independentista que puede superar a una crecida Inés Arrimadas, a la que las encuestas comienzan a darle una victoria por la mínima. “Centralismo o república”, traducido como una batalla entre Ciutadans y ERC, es el eje con el que el partido espera aglutinar todo el voto independentista posible, agitando el espantajo de las políticas más anticatalanistas de la formación naranja.

Gestión y nuevas caras

Si la apuesta por el voto útil es una pata fundamental de ERC en la carrera hacia el 21D, su otro punto central es reivindicar la acción social del Govern en la última legislatura. Sobre esto, fuentes de la formación aseguran que persistirán en la línea ya comenzada durante esta semana, en la que han sacado pecho por asuntos como el cierre de la cárcel Modelo, la Renta Garantizada de Ciudadanía, la lucha contra la pobreza energética o los avances en sanidad.

“Queremos explicar propuestas, sociales y por la república, pero en este arranque de campaña ha llamado más la atención mediática las excarcelaciones o lo que pasaba en Bruselas”, explican. Precisamente gracias a la salida de la prisión de Estremera de varios de sus consellers cesados, el reenfoque de la campaña pasa por una presencia más coral. También en JxCat cuentan, a partir de ahora, con el refuerzo de Turull i Rull, sobre todo del primero, que representó la formación en el debate de RTVE y volverá a hacerlo en el de TV3.

En la banda de ERC, a los exconsellers excarcelados como el propio Mundó, Raül Romeva o Dolors Bassa se sumará ahora la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, que entrará en campaña este domingo. Después de haberse valorado que no lo hiciera para preservar su papel institucional –aún es presidenta del Parlament en la Diputación Permanente aunque el pleno esté disuelto–, la dirección republicana le ha propuesto saltar al ruedo, y ella ha aceptado.

Otro de los nombres que ganará presencia es el de Roger Torrent. Alcalde de Sarrià de Ter y portavoz adjunto de JxSí la pasada legislatura, Torrent es una cara relativamente nueva para el electorado pero que demostró suficientes tablas en el debate de RTVE, el pasado jueves.

El número uno por Girona viene a suplir además el desgaste sufrido por Marta Rovira, cabeza de la formación en ausencia de Junqueras y a quien el partido desea proteger de la sobreexposición mediática y de patinazos como el del cara a cara con Inés Arrimadas, en que las dos presidenciables demostraron desconocer la cifra de paro en Catalunya.

La batalla con JxCat

ERC había privilegiado hasta el momento la unidad del bloque independentista. El pasado martes, en el primer acto de campaña, Rovira respondió a una pregunta sobre la ausencia de puntos conjuntos en los programas de ERC y JxCat reclamando “no buscar diferencias donde no las hay”. Pero las constantes apelaciones de sus exsocios a “restituir” un Govern encabezado por Puigdemont, asegurando que no hacerlo es tanto como aceptar el 155, la estrategia republicana también ha virado en esto.

Según resaltan ahora, Carles Puigdemont no podrá volver a ser president por sus dificultades para regresar a Catalunya. Lo cierto es que, pese a la retirada de la euroorden que le permite moverse con libertad en territorio europeo, el president cesado sería detenido según ponga un pie en suelo español. En JxCat deslizan que el reglamento del Parlament, que sí permite convertirse en diputado a distancia, podría permitir también la investidura de un candidato ausente.