El comisario de los Mossos d'Esquadra Ferran López, número dos de Josep Lluís Trapero cuando el major lideraba el cuerpo, ha completado la defensa de la actuación de la policía autonómica y de su antiguo jefe el 1-O poniendo el foco en el coordinador del dispositivo, Diego Pérez de los Cobos. López ha lamentado que el coronel y exalto cargo del Ministerio del Interior que no le informara de que la Policía y la Guardia Civil actuarían al margen de los Mossos el 1-O, en contra de lo pactado por los tres cuerpos.
López ha relatado que el mismo día del referéndum mantuvo hasta tres contactos con Pérez de los Cobos, pero que en ninguno de ellos se enteró de la quiebra del dispositivo conjunto acordado por los días anteriores. Ha lamentado que solo se enteró de la noticia porque se lo dijo Trapero después de que el major se reuniera con Pérez de los Cobos y la magistrada del TSJ catalán Mercedes Armas –quien había ordenado a los tres cuerpos impedir el 1-O– en el Palacio de Justicia de Barcelona.
A preguntas de la letrada de Trapero, Olga Tubau, el comisario ha explicado que ni en una conversación a las 8:00h., ni en un correo electrónico a las 9:11. cuando le pidió apoyo para cerrar más de 200 centros, ni cuando se presentó a la primera reunión de coordinación a las 10:00h. Pérez de los Cobos le comunicó que el “mecanismo de coordinación” y los “pactos establecidos se habían roto”.
Es más, López se ha mostrado extrañado por el hecho de que, al mediodía, el entonces delegado del Gobierno en Catalunya Enric Millo mostrara a la prensa el correo que él mismo envió a Pérez de los Cobos con la petición de ayuda para cerrar centros. “Entendí que todavía estábamos en dispositivo conjunto”, ha respondido López a Tubau. La letrada conseguía así una respuesta favorable a su tesis de defensa, esta es, que fue Pérez de los Cobos quién rompió el dispositivo pactado sin avisar a los Mossos ni reprocharles entonces la supuesta “inacción” ni el resto de críticas que ha reiterado en todas las sedes judiciales en las que ha comparecido.
Sobre este último extremo, López ha reiterado que Pérez de los Cobos nunca reprochó antes del 1-O que los Mossos no desalojaran los colegios el fin de semana previo a la votación ni que previamente al referéndum tampoco hizo “ninguna objeción” a que una pareja de agentes de la policía autonómica acudiera a primera hora a los centros del 1-O para intentar cerrarlos y, en caso de no poder, pedir apoyo a los antidisturbios de los tres cuerpos.
“Lo que se estableció en las reuniones de coordinación y estuvimos todos de acuerdo era que la primer actuación correspondía a una pareja de Mossos y que debía ser en los 2.300 centros de votación debido a que nosotros teníamos mayor conocimiento del territorio y de la situación”, ha aseverado López. Por su lado, Pérez de los Cobos aseguró que desde el primer momento tenía “sospechas” de la actuación de Mossos, pero negó conocer que una pareja de agentes autonómicos se presentaría en los colegios el 1-O, algo que tildó de “perverso”.
Pérez de los Cobos también aseguró que los Mossos difundieron las pautas de actuación entre todos los agentes del cuerpo para impedir el referéndum con el objetivo oculto de que se filtraran y se facilitara así la ocupación de centros y la votación. López ha negado la mayor y ha asegurado que difundieron las pautas entre las agentes para ser “transparentes, universales y para cumplir el auto” del TSJC.
No ha tenido problemas López para relatar algo de sobras conocido: el choque entre Pérez de los Cobos y Trapero, que provocó que él asumiera la interlocución con el coronel. “Trapero reconoció que él restaba más que sumaba y que la interlocución con Pérez de los Cobos tenía que cambiar”, ha explicado López que constató el major el 23 de septiembre de 2017. Con todo, López ha recalcado que pese a los desencuentros entre Trapero y Pérez de los Cobos, toda la jefatura de los Mossos, incluido el major, “aceptó y fue leal” al coordinador hasta el final del dispositivo del 1-O.
El resto de la declaración de López ha insistido en la vía abierta este miércoles a preguntas del fiscal, consistente en avalar la principal tesis de defensa de Trapero: su enfrentamiento con el Govern. “Ni Trapero ni otro mando de la jefatura de Mossos pidió nunca adhesión o simpatía al procés”, ha zanjado López a preguntas de Tubau. Ha recalcado además que ningún jefe político de la conselleria –están acusados en este juicio los exaltos cargos de Interior Cèsar Puig y Pere Soler– estuvo presente en el centro de control de los Mossos el 1-O y que antes tampoco “se había inmiscuido ni intervenido” en los planes operativos.
Con el cierre de la declaración de López han terminado de comparecer los dos principales testigos del caso. La semana que viene será el turno para el teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena, instructor de los atestados del procés y que suponen las bases de la acusación de la Fiscalía.