Forcadell alega que la Declaración de Independencia “no tenía trascendencia jurídica”

La expresidenta del Parlament Carme Forcadell ha seguido la estrategia de los exconsellers y ha abjurado de la Declaración Unilateral de Independencia, reduciéndola a una “resolución política que no tenía trascendencia jurídica”. En un largo interrogatorio, en el que no han faltado encontronazos con la fiscal Consuelo Madrigal, Forcadell ha realizado una defensa férrea de su labor al frente de la Mesa de la Cámara la pasada legislatura.

El punto culminante del interrogatorio ha llegado cuando Forcadell se ha descolgado de la DUI del 27 de octubre, que según la Fiscalía consumó la estrategia unilateral independentista. A criterio de los fiscales, Forcadell lideró esta estrategia desde el Parlament, impulsando las leyes de desconexión y la ley del referéndum, y por ello le pide 17 años de cárcel.

Con el reglamento del Parlament encima de la mesa donde ha declarado, Forcadell ha alegado que la DUI estaba en el preámbulo de una propuesta de resolución que no se votó. En consecuencia, se trataba de una “declaración política sin consecuencias jurídicas”, en palabras de Forcadell. “¿Era un teatro, una farsa?”, ha replicado Madrigal, a lo que Forcadell ha contestado: “Si usted cree que la política es un sainete, pero la política es política...”. El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha cortado el diálogo para pedir que no se entrara en valoraciones del significado de la palabra “política”.

Y a la pregunta de por qué no se desarrolló la DUI, Forcadell ha instado a la fiscal a pedírselo a Puigdemont ya que la resolución en la que estaba incluida la declaración de independencia “instaba al Govern a impulsar el proceso constituyente”.

El resto del interrogatorio ha plasmado las diferencias entre la Fiscalía y Forcadell sobre su papel al frente de la Mesa la pasada legislatura. Lo que para el Ministerio Público es el impulso legislativo de una ruptura unilateral con España a través de distintas iniciativas y resoluciones parlamentarias, para Forcadell es una defensa de los derechos fundamentales, el pluralismo político y la inviolabilidad, esto es, el derecho de los diputados a no ser perseguidos penalmente por sus discursos y votaciones en la Cámara.

“La Mesa no puede ser un órgano censor”

En este sentido, Madrigal y Forcadell han tenido un rifirrafe a cuenta del papel de la Mesa para valorar la constitucionalidad de las iniciativas que se tramitan en la Cámara. Forcadell ha insistido en varias ocasiones en que la Mesa no debe ejercer un control de constitucionalidad previo de las resoluciones parlamentarias.

“Siempre hemos tenido en cuenta los derechos fundamentales: el derecho a libertad expresión, el pluralismo político y la inviolabilidad parlamentaria”, ha reiterado Forcadell. La expresidente del Parlament y de la ANC ha considerado que las advertencias del Constitucional para que no tramitara iniciativas soberanistas suponían una “petición imposible” que convertía a la Mesa “en un órgano censor”.

“Y esto no puede ser, la Mesa tiene que favorecer el debate parlamentario, no puede permitir que la censura entre en el parlamento”, ha remachado. La respuesta de Forcadell ha provocado que Madrigal le preguntara si en el Parlament “se puede debatir sobre la legalización de la trata de personas”. “Esa pregunta ya me la hizo en instrucción. El único limite es respetar derechos humanos, y estoy convencida de que ningún grupo lo propondría”, ha contestado Foradell.

“¿Los derechos humanos son porque usted lo dice o están en algún texto nacional o internacional?”, ha insistido Madrigal, a lo que Forcadell ha respondido: “Porque están en la Constitución”. “¿El intérprete supremo de la Constitución es usted o el Tribunal Constitucional?”, ha repreguntado la fiscal. Forcadell ha intentado salir del interrogatorio aseverando que “en ningún momento ningún miembro de la Mesa tenía voluntad de desoír al Constitucional”, al que ha criticado por decidir con “criterios políticos” asuntos relativos a Catalunya.

Con todo, ninguno de los miembros de la Mesa quiso “desoír” al Constitucional la pasada legislatura, ha defendido Forcadell, que ha negado que llamara a la ciudadanía a movilizarse en los colegios para hacer frente a la suspensión del referéndum. “El 1-O fue una jornada inolvidable. Pese a la violencia policial, la gente se comportó pacíficamente”, ha aseverado.