La comparecencia de Xavier Domènech después de su entrevista con el rey este miércoles dejaba claras las pocas posibilidades que veían desde su grupo para el acuerdo de última hora. “Creo que es momento de asumir la realidad”, aseguró el líder de En Comú Podem. La realidad a la que aludía no es otra que una repetición de las elecciones generales el 26 de junio, a las que, según las encuestas, Domènech acudirá no solo como favorito sino con posibilidades de mejorar sus anteriores resultados.
La contienda electoral de junio es, a estas alturas, la preocupación generalizada en los partidos catalanes. Todas las formaciones han comenzado a moverse para preparar una campaña electoral que llegará exactamente en un mes y medio, un tiempo en el que deberán solucionar flecos tan importantes como la confección de listas, las fórmulas jurídicas con las que se presentan o acabar de pulir las propuestas y el relato que ofrecerán en campaña.
En Comú Podem es quien con menos nervios afronta la repetición electoral, después de que le hayan sonreído las dos últimas grandes encuestas publicadas, el CEO y el GESOP. Ambos sondeos, hechos públicos a mediados de marzo, consolidan a la marca morada en la primera posición en Catalunya con 12 escaños e incluso le conceden una ligera subida en intención de voto. Pese a los buenos pronósticos, la formación deberá hacer frente al asunto del grupo propio, una cuestión en la que los de Domènech pusieron más énfasis en las pasadas elecciones.
La Mesa del Congreso no permitió a En Comú Podem formar un grupo diferente al de Podemos bajo una determinada interpretación del reglamento. Ahora estudian fórmulas para maximizar sus posibilidades de conseguirlo, que podrían pasar por opciones como formar un partido instrumental. Pese a esto, fuentes de la formación recuerdan que la decisión final de quien obtiene grupo es discrecional de la Mesa, y reconocen que podría volver a pasarles lo mismo concurran como concurran.
Una posible debacle preocupa en CDC
En el extremo contrario a En Comú Podem se encuentra Democràcia i Llibertat, la marca de Convergència en las pasadas generales. La candidatura liderada por Francesc Homs obtiene malos pronósticos tanto en el CEO como en el GESOP, pudiendo caer entre uno y dos escaños, lo que le dejaría por debajo del mínimo histórico conseguido el 20-D. Tan malas son las previsiones para la derecha independentista que CDC promueve desde hace semanas una lista conjunta con ERC, como en las elecciones autonómicas, como fórmula para salvar los muebles ante la repetición electoral.
Esta lista es rechazada con insistencia desde las filas republicanas. Este domingo era el secretario general adjunto de ERC, Lluís Salvadó, quien descartaba esta posibilidad al considerar que la lista conjunta con CDC se produjo de forma “excepcional” y para “dar sentido” de plebiscito a las elecciones del 27-S. Homs recogía el guante este martes, reconociendo que sus socios de gobierno les habían “dado calabazas”, aunque aseguraba que continuaría intentando la fórmula.
El miedo al batacazo electoral se acrecienta la casa convergente por la fecha de las elecciones, el 26 de junio, solo un par de semanas antes del congreso que debe conducirles a la refundación. Ante eso, el candidato de CDC, Francesc Homs, ha mostrado su interés en pasar por unas primarias. Este proceso interno avanzaría en la línea de democracia interna que la formación quiere implantar con su refundación.
Primarias en el PSC y ERC de subida
El PSC es la otra formación sobre la que pende la posibilidad de hacer primarias. El exsenador socialista, Carles Martí, anunció este lunes su intención de disputar el número uno de la lista socialista a Carme Chacón, que accedió al puesto en las elecciones pasadas sin primarias, al no presentarse rivales. La secretaria de Organización, Assumpta Escarp, explicó este lunes que el partido tiene intención de celebrar primarias aunque no serán abiertas a toda la ciudadanía sino restringidas a los militantes por la falta de tiempo.
La competición entre Chacón y Martí supone un cambio de planes en el partido y refleja convulsiones internas en una formación que parecía estabilizarse después de una dura caída electoral durante los últimos 5 años. Martí es un hombre fuerte en el PSC de Barcelona, una de las federaciones con más peso, y ha anunciado su intención de recuperar al exprimer secretario Pere Navarro, lo que demuestra que la pacificación interna llevada a cabo por Iceta podría tener todavía algunos coletazos.
Esquerra está entre los partidos a los que no les preocupan una repetición electoral. Los republicanos fueron la segunda fuerza más votada el 20-D y según las encuestas podrían subir uno o incluso dos escaños, lo que les dejaría rozando los 13 de En Comú. ERC no contempla grandes cambios en su estrategia para el 26 de junio, después de que su tándem de candidatos, Gabriel Rufián y Joan Tardà, consiguiera los mejores resultados en el Congreso de la historia de la formación.
Similar es la situación de Ciudadanos, que en Catalunya siguieron la tónica general quedando algo por debajo de las expectativas el 20-D, cuando empataron en el último puesto con el PP. Sin embargo, los sondeos pronostican un crecimiento que les podría hacer ganar uno o dos escaños, acercándose a Democràcia i Llibertat con evidente peligro para los segundos.