La sanidad pública catalana ha comenzando a derivar enfermos hacia los centros privados. La Generalitat ha tomado esta decisión en el marco de la coordinación única de todos los recursos sanitarios, ante la previsión de que este fin de semana la crisis pueda agravarse hasta una situación de “estrés” que, de no poder gestionarse, colapsaría la red hospitalaria a partir de la semana que viene. Así lo ha anunciado este jueves el Ejecutivo catalán en rueda de prensa, en la que ha vuelto a reclamar endurecer las condiciones de confinamiento para evitar el peor escenario.
“Nos aproximamos a una situación muy complicada”, ha considerado la consellera portavoz, Meritxell Budó, que ha advertido que el sistema sanitario entrará “en estrés máximo durante este fin de semana”. Según ha explicado Budó, el president de la Generalitat, Quim Torra, está en contacto con los directores de todos los centros privados, que quedaron bajo control público desde este martes.
En vista de estas previsiones, el departamento de Salud está tratando de poner todos los recursos para aumentar la capacidad de la red sanitaria. La primera de estas medidas es precisamente la coordinación única de los centros de cualquier titularidad. “Ya no distinguimos entre privada y pública, se ordenan los flujos a nivel asistencial”, ha asegurado la consellera de Salud, Alba Vergés. Según ha explicado, no es que la privada asuma pacientes cuando la pública esta llena, sino que se “ordenan indistintamente los flujos” sin hacer distinción entre pública y privada.
Preguntada por el número de derivaciones a la sanidad privada y a qué hospitales, la consellera ha considerado que “no es una cuestión de detalle” porque “es una coordinación de las direcciones asistenciales”. “No está dirigido desde un despacho de [el departamento de] Salud”, ha dicho. Vergés además ha querido subrayar que no hablan de una saturación de la red que esté ocurriendo hoy, sino de “cómo nos preparamos para este estrés máximo” en el futuro.
Además de la coordinación de esta red única, Vergés ha explicado que han tomado otras decisiones para poner todos los recursos al servicio de aumentar la capacidad sanitaria catalana. Para comenzar, poniendo en marcha todos los planes de contingencia de los centros y hospitales. Por lo que respecta al personal, la conselleria ha anunciado que movilizarán todos los médicos titulados el año pasado, que ya tienen el MIR pero que no tienen aún plaza asignada, y también a estudiantes de medicina que aún no han acabado la carrera pero que pueden ayudar pese a no tener formación de especialistas. Además el departamento prevé recuperar a alguno de los más de mil médicos recientemente jubilados, a quienes les ha pedido reincorporarse temporalmente.
Vergés también ha destacado la puesta en marcha de la aplicación lanzada este miércoles, que busca aligerar la llegada de pacientes a los centros de primera atención y, también, descargar los teléfonos habilitadas para dar asistencia a distancia. En total la consellera ha contabilizado en más de 100.000 las personas que se han bajado el programa de la Generalitat, que permite hacer un seguimiento aproximado del comportamiento de la enfermendad.
“Incluso en el mejor de los escenarios necesitamos concentrar y maximizar nuestra fuerza profesional sanitaria”, ha asegurado Vergés, que sin embargo ha reiterado con insistencia que sin extremar las medidas de confinamiento probablemente el sistema acabe sobrecargado pese a las medidas tomadas. Entre las recomendaciones para restringir aún más la movilidad social, la consellera ha asegurado que mientras que el Gobierno central considera que se puede seguir acudiendo a los puestos de trabajo, la Generalitat recomienda no hacerlo. “Tomamos estas medidas, drásticas porque son absolutamente necesarias”, ha indicado.