El Govern se ha acogido esta semana a la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. El vicepresident Pere Aragonès (ERC) y la consellera de la Presidència, Meritxell Budó (JxCat) han comparecido juntos este martes para anunciar nuevas medidas del Ejecutivo, como la ampliación de créditos alternativa a los presupuestos. El objetivo es visualizar que el Govern no está paralizado, tal y como argumenta la oposición.
De hecho el PSOE llevará esta semana al pleno del Parlament una moción en la que carga contra la “inoperancia” del Ejecutivo de Quim Torra y que le reclama someterse a una moción de censura o convocar elecciones. Ante eso, Aragonès ha retado a la oposición a presentar una moción de censura o dejar de bloquear las iniciativas parlamentarias. “No hay mayoría parlamentaria alternativa, solo pueden ponerse de acuerdo los extremos para criticar al Govern. Si creen que tienen mayoría, que presenten un candidato alternativo”, les ha provocado el vicepresident.
Los máximos responsables del Ejecutivo por debajo del president Quim Torra han querido dejar claro que ninguno de los dos partidos que lo sustentan, ni JxCat ni ERC, están pensando en que el Govern se someta a una cuestión de confianza ni en convocar elecciones. “A diferencia del Gobierno del Estado que cuando no ha tenido presupuesto ha decidido convocar elecciones, el Govern está haciendo un plan de contingencia para responder al compromiso de seguir gobernando”, ha indicado Budó.
Ese plan de contingencia llega una vez el Govern ha asumido que no tendrá forma de sacar adelante su proyecto de presupuestos en el Parlament. La primera medida es una ampliación de crédito de 814 millones, que se destinarán a garantizar el aumento de los salarios públicos y a la devolución del 40% de la paga extra de 2013. No será el único suplemento económico que el vicepresident económico plantea, aunque en este primero ha incluido todas las necesidades financieras para gasto de personal.
Para afrontar estas nuevas necesidades, la Generalitat confía en la financiación estatal por dos vías: la primera son 241 millones de euros que deberían llegar a través del fondo de facilidad financiera, y la segunda por las vías ordinarias de los adelantos del sistema de financiación. Ante las dudas de que el Gobierno central actualice la financiación en situación de prórroga presupuestaria, Aragonès ha considerado que está “seguro” de que lo hará porque así está contemplado en “una ley española”.
La operación financiera que deberá llevar a cabo la Generalitat tiene su origen en la falta de nuevos presupuestos noventa días después de que se prorrogaran los anteriores. El Govern sí elaboró un proyecto, que negoció con el grupo de Catalunya en Comú, pero, tras retirarse estos de la negociación, Aragonès decidió no llevar su borrador al Parlament para evitar perder la votación. La suspensión de los diputados de JxCat que están en prisión o en el exterior ha dejado al Govern en minoría parlamentaria.