Inés Arrimadas (Jerez de la Frontera, 1981) quiere ser la primera mujer en convertirse en presidenta de la Generalitat de Catalunya. De momento, las encuestas la dejan lejos de esa meta, reservada según todos los sondeos a la candidatura de Junts pel Sí, de quien Arrimadas asegura ser “la única alternativa creíble”. Andaluza de padres salmantinos, quiere gobernar para todos los catalanes porque, como suele decir, “en el paro no hay dos colas, una para independentistas y otra para no independentistas”. En esta conversación, repasamos algunos de los capítulos más controvertidos de la historia de Ciutadans, que podría erigirse en el principal partido de la oposición el próximo 27 de septiembre.
En apenas cinco años ha pasado de ser militante a candidata a desbancar a Artur Mas de la Generalitat. ¿Cómo lleva el reto?
Son tiempos de hacer política si no queremos que la hagan por nosotros. Así que esa evolución es la respuesta a la necesidad de tomar partido. De dar la cara, no como hacen algunos en estas mismas elecciones. Hoy tenemos un cambio muy importante y en Ciutadans sentimos que lo estamos logrando. Notamos el apoyo de la calle.
¿El 27-S es plebiscitario?
En democracia no hay plebiscitos. Nosotros decimos que estamos ante unas autonómicas importantes, las de mayor importancia desde la democracia en Catalunya.
Albert Rivera no se presenta a president, pero está en campaña tanto o más que usted. ¿Tanto dependen de él?
Estamos muy orgullosos de contar con el político mejor valorado según todas las encuestas, pero en Ciutadans tenemos la suerte de ser un gran equipo y con un buen proyecto. Además, Albert no se ha marchado. No compramos ese marco mental de que las elecciones catalanas son una cosa y las españolas otra. Él ha decidido ser el presidente de todos los catalanes y, además, de todos los españoles. Por eso está con nosotros. Por eso y porque es nuestro presidente.
¿Qué propone, a grandes rasgos, Ciutadans?
Tenemos un desafío separatista y hay que posicionarse. Vamos a garantizar la unión de los catalanes con el resto de españoles, pero no sólo hay que hablar de unión, también de regeneración, de medidas sociales, de reformas. No vamos a ponérselo fácil a Mas y pasar por alto la corrupción o sus recortes en educación o sanidad, o del paro.
¿Creen que los demás se lo están poniendo fácil?
Lo que creo es que Mas no está rindiendo cuentas de su obra de gobierno. Y no lo hace porque ha sido un desastre. Creo que Mas nunca ha sido independentista. No hace tantos años que decía que el independentismo era una cosa anticuada. Incluso que no tenía sentido en el siglo XXI y en el marco de la Unión Europea, y de repente se iluminó. Se iluminó o simplemente vio lo que se le echaba encima.
¿Qué se le echaba encima?
La corrupción. ¿Le parece poco? Él ha sido dirigente de CDC y socio de Pujol durante todos estos años en los que se ha demostrado que Convergència ha tenido casos de corrupción muy graves. No tengo ninguna duda de que tiene responsabilidad política.
¿Qué les propone a los ciudadanos que piden un cambio en la relación con España?
Todas las propuestas han de estar dentro de la legalidad. Si la propuesta es una Catalunya fuera de España y fuera de la UE… Esto no es política, es un golpe contra la democracia. Los políticos, para ser democráticos, hemos de estar dentro de un marco legal. Ahora, yo no me meto en los sentimientos de la gente. Ni le pido a nadie que renuncie a su identidad. Los sentimientos no se legislan. Mi trabajo es solucionar los problemas de la gente, sean o no independentistas. Y no hay ningún estudio de opinión que nos diga que el principal problema de los catalanes sea lo que dice en su DNI. En la oficina del paro no hay dos colas, una para independentistas y otra de no independentistas.
¿En qué circunstancias sí respetarían un referéndum sobre la independencia?
Nosotros somos demócratas. Respetaríamos un referéndum si se ganara donde se debe ganar, que es en el Congreso. No lo queremos, ni para salir de España ni de la UE, pero en ese caso, si se gana donde hay que ganar democráticamente, lo respetaría. Pero no respetaremos que se usen unas instituciones, como las catalanas, que no son las que tocan, para conseguir un objetivo que no es nuestro.
Sabe que es difícil, por no decir aritméticamente imposible, que el Congreso lo apruebe.
Quizás porque no es bueno. Le pongo un ejemplo: la CUP. Ellos quieren salir de la UE. Les gustaría que la UE no existiera. ¿Qué hacemos con ellos? Pues decirles que sigan haciendo los procedimientos para convencer al resto. ¿Es imposible? No lo sé. Yo respeto a todo el mundo, pero la gente ha de entender que se tienen que dar las mayorías. Ciutadans propone mejorar el conjunto de España. Tenemos propuestas para despolitizar la Justicia, mejorar la financiación. Pero no para saltarnos las leyes.
Admiten en cambio que Catalunya tiene un problema de financiación.
No solo Catalunya. El sistema de financiación de las comunidades autónomas no es bueno. Si soy presidenta de la Generalitat, trabajaré para la mejor financiación para mi tierra, que no es incompatible con el mejor sistema de financiación de todo el país. El problema que hemos tenido en Catalunya es que se ha gastado mucho dinero en duplicidades, embajadas o que se han destinado recursos a seis televisiones públicas. Somos la comunidad autónoma que más televisiones públicas tiene. Y creo que el 99% de la sociedad catalana querría que esos recursos fueran para Sanidad o Educación. El modelo de los landers alemanes, que es el que nos inspiró inicialmente, nos parece bien.
¿Qué hay de malo en el modelo de inmersión lingüística que tiene un amplio consenso en Catalunya?
¿Y qué mal hay en que los niños y niñas estudien en tres lenguas? Que alguien me lo explique, por favor. Lo mejor es estudiar en catalán, castellano e inglés. Un sistema en el que, por cierto, estudian los hijos de Mas o del presidente Montilla. El modelo de la inmersión lingüística es antiguo. Los mejores sistemas de educación son con más de una lengua vehicular.
¿Usted cree, como Wert, que hay que españolizar a los niños catalanes?
Me parece un error monumental que los niños catalanes no puedan estudiar en una de las dos lenguas oficiales, como el castellano. La Unesco dice que es un derecho que los niños estudien en su lengua materna. O en inglés, la lengua de los negocios. El problema de la educación pública en Catalunya y España es estructural. Estemos en la cola de todos los informes PISA. Hay que tener mejores profesores y cambiar el método de enseñanza. Ir hacia un sistema en el que se memorice menos, y se fomente más la creatividad o el trabajo en equipo.
Estos días de campaña hablan de partidos nuevos y viejos. Ustedes no son tan nuevos, llevan 9 años en el Parlament. Y no hace tanto uno de sus hombres fuertes, Jordi Cañas, se vio afectado por un caso de fraude fiscal.
El caso de Jordi Cañas no es corrupción política. En todo caso es un tema personal, que además tuvo lugar antes de fundar el partido. Usted no encontrará nunca un cargo público de Ciutadans afectado por un caso de corrupción. Se lo aseguro.
¿Si no era tan grave, por qué dimitió?
Somos un partido que quiere dar ejemplo y debemos ser muy exigentes. Estamos muy orgullosos de haber tenido un político en nuestras filas que, por tan poco, haya dimitido.
Pero en un momento tan delicado, con casos de corrupción que han sacudido la política española y catalana, ¿era la mejor idea recolocarlo como asesor en el Parlamento Europeo?
Mire, me parece un insulto, como jurista, meter el caso del Cañas dentro de la corrupción. Primero, porque está imputado, no condenado. Ya veremos si se confirma o no. Segundo, lo está por un caso personal, que ocurrió cuando ni siquiera estaba fundado el partido. Nos deberían felicitar, viendo cómo el resto de partidos mantienen a imputados por corrupción política en sus puestos. Él dejó su cargo de inmediato.
Ustedes se disputan la segunda plaza con la candidatura Catalunya Sí que es Pot, donde confluye Podemos con ICV-EUiA. ¿Tienen algo en común?
No. Es evidente a estas alturas que no podemos contar a Podemos dentro de los partidos no separatistas y constitucionalistas. Solo hay que ver al candidato a la Generalitat, el señor Lluís Rabell, que es independentista. Y que gente en su lista es independentista.
Suponiendo que lo fuera, antes decía que usted no diferencia entre sentimientos…
Es la única línea roja que vamos a poner: respetar las leyes democráticas. Quizás podamos llegar a acuerdos en otras medidas concretas, pero nosotros somos la alternativa a un Gobierno no separatista y que se centre en limpiar de corrupción Catalunya. Y yo todavía no sé qué responde Podemos a la pregunta sobre si quiere, o no, que Catalunya se vaya. Hoy somos la única fórmula que garantiza la unión de españoles y, además, la regeneración democrática.
Hace dos años, en el Parlement, su compañero de filas, el diputado José Manuel Villegas, dijo: “No podemos ofrecer asistencia sanitaria gratuita e ilimitada a todo el que venga como turista o a aquellos que han entrado de forma irregular en España”. ¿Lo mantiene?
Sí. Fíjese que él insistió en “ilimitada”. Las personas irregulares tendrán cobertura, claro que sí. Nosotros solo decimos que esa cobertura se ciña a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es decir, que cubra enfermedades graves, urgencias, niños y mujeres embarazadas, y enfermedades que pongan en peligro la salud pública. Una cobertura bastante amplia, diría yo. Lo que no es adecuado es que vengan aquí a operarse una rodilla, por ejemplo. Cobertura no ilimitada, pero sí la adecuada. Ciutadans defiende un sistema de Sanidad pública, universal y gratuita para todos.
Otra polémica. El 13 de octubre de 2013 abandonaron la Cámara catalana tras un debate polémico sobre el franquismo. ¿Por qué se ponen nerviosos con ese tema?
Me gusta que saque ese tema. Salimos del hemiciclo tras un espectáculo lamentable de la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, que sí se puso nerviosa. Le invito a ver el vídeo. No votamos que no, simplemente no votamos. Además muchas otras veces lo hemos condenado, como lo hicimos en una nota de prensa tras esa ocasión. Y lo haremos las veces que haga falta.
En esa ocasión salieron del Parlament entre aplausos del PP, que les acompañaron. Da la sensación que en ese tema siempre son los mismos.
Eso es mentira. Lo que pasa es que nosotros no solo condenamos la dictadura franquista. También condenamos dictaduras de otras ideologías, como la de Cuba o la de China. Que, por cierto, partidos como ICV-EUiA se han negado siempre a condenar. Pero quiero que quede claro en esta entrevista que yo soy la primera que condeno la dictadura franquista.
¿Y no les molesta manifestarse en el mismo espacio que formaciones ultras cuando, por ejemplo, celebran el Día de la Hispanidad?
Ciutadans no tiene ninguna vinculación con ninguna de esas formaciones. El Día de la Hispanidad es igual que el 11 de septiembre, pero para toda España. Es como si yo digo que los independentistas de la Diada son ultras porque en no sé qué lugar haya una bandera española quemada. No son culpables todos. Siempre hay pirados que queman banderas o hacen actos vandálicos.
Pero en su partido ha habido gente que fue de Ciutadans a PxC…
Que yo recuerde no hay ninguno.
En el verano de 2013, Anglada fichó a Manuel García Florido, que había sido alcaldable de Ciutadans en Viladecans. Y, con él, varios miembros de Ciutadans fueron a parar las filas de PxC.
¿Y qué me quiere decir con eso? No tenemos ningún cargo que venga de PxC. Y, como comprenderá, no conozco el pasado de todos los militantes ni podemos evitar que vayan donde quieran. Plataforma per Catalunya está en las antípodas de mi ideología política. Igual que los que queman banderas o hacen escraches, también están en las antípodas de mi ideología política. Lo que es curioso es que no me pregunte por el militante de ERC que estuvo en Terra Lliure, por ejemplo.
Hombre, eso sería más una pregunta para ERC. ¿También está en las antípodas de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, o la de Barcelona, Ada Colau?
Con Manuela Carmena podemos compartir algunas cosas. Con Ada Colau, no. Es independentista.